Lo afirmó el vocero de CAME, Pedro Cascales, quien en diálogo con Info Región precisó que el comercio informal se origina “del contrabando, mercadería pirateada, piratas del asfalto y hasta talleres clandestinos”. Un informe da cuenta de un crecimiento de manteros en el Conurbano.
El vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Pedro Cascales, señaló que los manteros “son el eslabón más débil” de una cadena que “viene desde el contrabando, mercadería pirateada, piratas del asfalto y hasta talleres clandestinos con gente esclavizada”, luego de que la entidad diera a conocer que la actividad de los manteros en el conurbano creció un 128% en el territorio bonaerense en los últimos seis meses.
“Es una mezcla de todas estas cosas. Los manteros funcionan con mafias que manejan toda una cadena y, muchas veces, a los mismos manteros para que puedan vender o no”, señaló en diálogo con Info Región.
El sondeo de CAME reveló que son 9.603 vendedores los vendedores callejeros en la Provincia, más del doble de los que eran a fines de 2015. De acuerdo a ese dato, Cascales manifestó que las autoridades municipales “tienen que actuar y hacer algo al respecto” en relación al espacio público. “Hay que cumplir la ley, combatir la raíz del problema y al mismo tiempo tratar de darle una salida laboral o alguna inserción a esta gente que está en la calle”, remarcó.
“Hubo un desplazamiento de gente que antes estaba en puestos en saladas o saladitas y que se han ido desplazando a este tipo de lugares en la calle porque les sale más barato y, evidentemente, estaban más controlados”, explicó.
Según un relevamiento realizado por la entidad, un comercio minorista “paga un 42 por ciento de sus ingresos en impuestos”, mientras que la industria informal no paga impuestos, carga social o jubilación. En ese sentido, Cascales sostuvo que “es muy dañina” para el trabajo regulado porque “destruye el empleo formal y disminuye las arcas del Estado para pagar educación, salud, justicia y seguridad”.
Pymes industriales. Si bien la producción de Pymes industriales creció 4,8 por ciento en diciembre y se cumplieron seis meses consecutivos en alza, el 2017 finalizó con un crecimiento de apenas 0,3 por ciento. “Falta bastante. Lo bueno dentro de lo malo es que empieza a haber un cambio de tendencia, aunque evidentemente falta bastante para recuperar todo lo que se perdió en los últimos años”, destacó el vocero de la CAME.
Y precisó: “Hay una expectativa de crecimiento que sigue siendo moderada”. “Entendemos que las tasas de interés todavía siguen siendo altas para las Pymes y eso es un ancla fuerte para la inversión y para el consumo porque contra esta tasa de interés es muy difícil poder tener un proyecto productivo”, concluyó. (Inforegión).
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