Esta es una historia verídica, pero contada con el mayor de los respetos, hacia las personas de las que vamos a hablar. Los testimonios que tenemos, fueron contados por quienes vivieron, las situaciones que vamos a relatar, y de las que no vamos a revelar las identidades.
Testimonio uno:
La persona que había sido designada, para apagar las luces y cerrar las instalaciones del Poli, llego luego de un evento en el gimnasio principal, y cuando se dirigió a la primera puerta, vio una luz brillante con forma de persona, en el final del lugar, que daba vueltas las sillas.
Después de vivir esta situación, no quiso volver a realizar esta tarea.
Testimonio dos:
Cuando fueron colocadas las cámaras de seguridad, ocurrió que algunos muebles (sillas, mesas), eran desplazadas por ”algo” o ”alguien”.
Testimonio tres:
Después de la medianoche, cuando el personal policial ingresa para ir a los baños, se apagan las luces del gimnasio (son de sistema led ), sin que se pueda relacionar el hecho, a tormentas, vientos o lluvias.
Testimonio cuatro:
Una noche, el personal de seguridad de la garita, que está junto al Poli, escucho ruidos extraños en las instalaciones. Los efectivos ingresaron con los perros, que comenzaron a perseguir “algo”, que no alcanzaron y que los uniformados no vieron. Los perros volvieron, pero...
Testimonio cinco:
Otra noche, volvieron a escuchar sonidos dentro del club. Los agentes pidieron una patrulla, recorrieron todas las instalaciones, sin encontrar nada. Todo estaba cerrado y en silencio.
Testimonio seis:
También de noche, estando el personal de mantenimiento, pasando el trapo en el espacio, donde se dan clases de judo, acrobacia en tela, gimnasia artística y Folklore, observo en la cancha de tenis, una figura con capucha y vestida de azul, que quieta y en silencio, la observaba. La testigo dijo: “Era un hombre”.
¿Quiénes podrían ser? Hubo muchas personas, que desempeñaron distintas funciones en el viejo club.
Dirigentes, personal de mantenimiento (socios, todos ellos),que pasaban muchas horas en la institución.
Tales los casos de Oscar y Ana Kinder, Jose Galarza y Carlos Arrieta, por citar a algunos. Todos se marcharon de esta vida por diferentes motivos. Ninguno de ellos, falleció en el club. Siempre hablamos, los que frecuentabamos el Poli, sobre quienes podrían ser esas imágenes que se ven o fueron vistas en determinadas ocasiones.
Me preguntaron, si yo tenía alguna respuesta, sobre quienes podrían ser.
Aun no pude ver nada, hasta el momento de escribir esta historia, así que voy a suponer, reitero, con el mayor de los respetos. Deben ser personas, que estuvieron mucho tiempo en el Poli, y al que querían mucho. Es más, diría que el club, era como su segunda casa.
Entonces deduzco y desearía, que fueran Oscar y Anita Kinder, dos personas queridas y entrañables, que cada día que íbamos al Poli, estaban al pie del cañón. Eran: personal de seguridad, administrativos, técnicos de divisiones juveniles. Cuidaban y limpiaban las instalaciones, con el amor con el que solo se hacen las cosas, que se aman de verdad.
Los últimos años, fueron difíciles para los Kinder. Anita se hacía diálisis, y Oscar tenia también, algunos problemas de salud.
El cambio que sufrió el club, con la remodelación municipal, hizo que no pudieran seguir acudiendo al lugar, donde hicieron tantas cosas sociales.
Eso quizás marco el inicio, del final de sus vidas. Pero son personas, que nunca vamos a olvidar.
Así que, si son ellos, no tengan miedo ni temor, son buena gente, de esas que no abundan.
Otros casos para tratar:
“Don Luis”de Grand Bourg.
El pai Juan Carlos de Km. 26.
La abuela Maria (Frente a la Corni, barrio El Embrujo, Tigre).
La”Turca”del tanque (Grand Bourg).
Don Espindola, ”El huesero”.
“El perro humano”
El curador del caballo blanco.
El dogo de compañía.
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