jueves, febrero 04, 2021

Junín: cóctel explosivo, medidores truchos y conexiones clandestinas.

 

Junín no es ajena a casos en los cuales el gas terminó con la vida de las personas. En este caso, SEMANARIO recibió la denuncia de un lector y antes de que saliera la edición declaró las irregularidades descriptas en esta nota ante las autoridades respectivas para que tomen cartas en un asunto que es preocupante.

Un lector envió a SEMANARIO pruebas gráficas de conexiones clandestinas en un edificio de departamentos que aparentemente se usan para alquiler.

En este caso se trata de un inmueble ubicado en calle Malvinas Argentinas, que utiliza el servicio con un solo usuario y su respectivo medidor, para luego desdoblarlo en otra unidad con un medidor que no pertenece ni está autorizado por la empresa de gas.

Por ende, la instalación no está debidamente inspeccionada ni habilitada para su uso y como tal puede generar accidentes fatales como ya ha acontecido en Junín.

Estos medidores de gas se utilizan para “dividir” gastos en una unidad habitacional en la que hay dos o más departamentos que, por lo general, se usan para alquiler y de ese modo poder cobrar los gastos generados por el uso del fluido a cada inquilino.

De tener que hacer la conexión reglamentaria, equivale a llamar a un gasista matriculado, hacer los planos y presentarlos ante Gas Junín para su aprobación.

De esta manera con un medidor que se consigue en el mercado a unos 14.000 pesos se desdobla el pago por el servicio, aunque no esté debidamente reglamentada la conexión.

PROBLEMA RECURRENTE
El uso del gas domiciliario está emparentado a una serie de inconvenientes que tienen que ver con la inseguridad y la posibilidad cierta de causar víctimas fatales.

La empresa Gas Junín tal como queda demostrado no logra revertir esta situación que se repite por decenas en la ciudad particularmente en algunos departamentos destinados a alquiler de trabajadores o también de alumnos que concurren a la universidad.

La explosión ocurrida en una casa de la calle Primera Junta al 300, el 25 de octubre de 2016, arrojó la pena de dos años y medio de prisión para un funcionario de la empresa proveedora del gas, lo cual se resolvió en juicio abreviado, aunque el hecho dejó como saldo trágico un muerto y dos heridos de gravedad.

Luego, el 21 de septiembre de 2019, la muerte de la dirigente agropecuaria Graciela Picchi y su padre, además del esposo de la mujer, el empresario Humberto Sandoval, debido a una instalación defectuosa de la cual no se supo más nada en cuanto a datos de investigación.

Sin lugar a dudas que, de no generarse debida conciencia, las conexiones de gas sin supervisión oficial siempre serán un peligro inminente difícil de neutralizar. (Semanario).


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