La disparada de casos aceleró la demanda de un insumo clave y la escasez preocupa al Gobierno. Las empresas que dominan el mercado doméstico.
La decisión del Gobierno de congelar el valor del oxígeno líquido por el lapso de 90 días devuelve la atención sobre cómo se genera y quiénes están detrás de la provisión de un insumo clave en plena pandemia. A la par de la proliferación de casos y el incremento de las víctimas fatales, la demanda del producto –reconocen fuentes oficiales– ya triplica los números de 2020.
Ante el incremento del problema sanitario la preocupación del Gobierno es tal que, incluso, se acaba de establecer que las empresas del rubro ahora deberán pedir autorización antes de llevar a cabo la venta de tubos al exterior.
Bolivia, Uruguay y Paraguay son los países que, del año pasado a esta parte, importaron desde Argentina casi 500 toneladas del producto. La exportación acercó ganancias acotadas a las arcas de las firmas del sector: alrededor de 80.000 dólares.
El miedo a la falta de oxígeno se acentuó en las últimas horas tras confirmarse situaciones de escasez en hospitales del conurbano bonaerense.
Fuentes ligadas a la Gobernación comentaron a iProfesional que el consumo aumentó al menos 300 por ciento sólo en esta primera parte de 2021. Las complicaciones para asegurar la disponibilidad del insumo vuelven a instalar la mirada sobre las compañías que controlan la producción y el abastecimiento del oxígeno.
En la Argentina, la provisión del insumo es potestad de un grupo acotado de empresas conformado por multinacionales vinculadas a firmas locales y un puñado de pymes controladas por capitales domésticas.
Las compañías que mueven la aguja son tres:
Praxair –controlante de Linde–
Indura
Air Liquide
La primera es de origen estadounidense y se fusionó con la alemana Linde hace tres años. Cuenta con una planta separadora de gases que funciona en el parque industrial de Pilar y factura a nivel global algo más de 30.000 millones de dólares anuales.
Además de Argentina y buena parte de América, Praxair también opera en África, Asia y Europa.
Indura, en tanto, procesa oxígeno desde instalaciones en el parque industrial de Garín. Inició operaciones en 1991 y cuenta con representación comercial en Córdoba, Tucumán, Mendoza y Rosario. La firma es controlada por la norteamericana Air Products, otro gigante con presencia en todo el continente.
Por su parte, Air Liquide –de origen francés– desembarcó en la Argentina a fines de la década del 30 previa compra de la local La Oxígena. Con presencia a nivel nacional, cuenta con 17 unidades de producción de gases. Factura, en términos globales, cerca de 26.500 millones de dólares.
Antecedentes polémicos
Las tres empresas cuentan con antecedentes polémicos: en julio de 2005, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) multó a estas firmas por cartelización y suba artificial de los precios. Junto a AGA SA, Air Liquide, Linde e Indura debieron enfrentar una sanción fijada en 70 millones de pesos.
"Respecto del tema de la relación de las multas con la facturación, Praxair –que recibió una sanción de $26 M– no es la que exhibe mayor facturación pero sí la que vendió al precio más alto una mayor parte de su producción. Es por esta razón que para la autoridad antitrust le reportó un beneficio más elevado y por consiguiente resultó pasible de una mayor multa", publicó iProfesional en aquel momento.
El año pasado, el Gobierno intimó a Air Liquide para que deje de "inflar" los precios en plena pandemia. En abril de 2020, el oficialismo observó que la empresa implementó un incremento sucesivo en el precio del producto y su transporte hacia clínicas y hospitales en Chaco y Formosa.
Ya en términos de actores estrictamente locales, la generación del oxígeno en tubos corre por cuenta de empresas como Avedis, con planta industrial en Esteban Echeverría, Oxinet, instalada en Malvinas Argentinas, La Platense, basada en San Juan, y Gases Sudamericanos, con operaciones en Alvear, provincia de Santa Fe, entre otras pymes domésticas.
La producción del oxígeno medicinal surge de plantas de separación de aire, donde el elemento es purificado hasta volverse líquido. Luego es conservado a una temperatura de -186 grados. Los centros de salud lo reciben mediante camiones cisternas o los conocidos tubos.
En Argentina, el tubo de oxígeno de un metro cúbico cotiza entre 17.700 y 35.000 pesos, mientras que los envases de diez metros cúbicos promedian los 48.500. El producto se ofrece, incluso, vía portales de comercio electrónico como Mercado Libre. (IProfesional).
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