domingo, septiembre 05, 2021

MALVINAS ARGENTINAS:¿Desde cuando perdimos la brújula de lo importante? Por Dra. Macarena Alonso.

 La Santileta, el porro, el garche, los dieciséis nietos. La precandidata que se desnuda, el que planea dinamitar en Banco Central, el que habla con la madre. 

Me urge antes que nada preguntarme como nos piensan a los ciudadanos, si creen que ciertos discursos les hacen ganar votos o si simplemente todo se trata de una venta de humo para que todos repliquemos y no hablemos de las cuestiones importantes.  

Porque seamos realistas,  en política hay muy poco lugar para la espontaneidad,  desde los espacios donde se dan las entrevistas,  lo que se dice y lo que se calla. 

Da la sensación que en esta campaña la mayoría de los políticos/candidatos están al margen de las necesidades reales de la gente común y eso lamentablemente se traduce en apatía, falta de ganas de ir a votar, en la triste repetición del "son todos la misma mierda". 

Y de parte de quienes nos interesa lo político nos queda ese gusto a muy poco, a falta de debate, de ideas, porque sinceramente, el contexto nacional e internacional así lo amerita. 

Sacaba la cuenta, una persona que quiere comprar un departamento de dos ambientes en San Martin,  debería pagar durante 27 años una cuota de $ 50.000, cosa que no existen cuotas en pesos sin interés.¿Quién puede hoy en día con salarios a la baja ahorrar 50 mil por mes? 

Una amiga escribía con mucha certeza "somos una generación que vive peor que sus padres, y nuestros padres peor que nuestros abuelos". Relataba que su abuelo con el primario incompleto y con seis hijos había podido comprar dos casas y que si bien no vivieron de lujos, nunca les faltó la comida. Y que ella con dos carreras universitarias no podía aún independizarse. 

Y creo que la gran mayoría de los jóvenes y no tan jóvenes podemos identificarnos en esa historia, porque nos atraviesa, porque claramente nuestros abuelos fueron beneficiarios del peronismo donde la felicidad y el goce se materializaron en progreso, en el trabajo que ordenaba a la sociedad y ordenaba al hombre y a la mujer en su vida.

Hoy a los jóvenes y no tan jóvenes nos quitaron la posibilidad de soñar y de pensar un futuro.  Nos ponen por delante a la incertidumbre,  la precarizacion, el individualismo, nos dicen que el trabajo como tal va dejar de existir y que debemos adaptarnos al mundo que se viene.

¿Por qué no realmente debatir en qué momento nos pasó todo esto? Si podemos salir adelante, si lograremos mejorar el poder adquisitivo del salario, explotar nuestros propios recursos, recuperar la dignidad del trabajo.

Por que cuando hablan de la vida que queremos ¿no se dan cuenta que necesitamos trabajo digno, que no puede ser un lujo comprar un kilo de carne picada? 

Dejemos el garche y el porro para la vida privada de cada uno, que no necesitamos la venia política de nadie para eso. 

Hablemos sí de lo colectivo,  de cómo vamos a sacar a la mitad de los argentinos de la pobreza, de como vamos a solucionar el problema de la vivienda y la educación de los pibes.

Escuchaba una charla por YouTube de Mayra Arena, donde relataba la triste realidad de adolescentes analfabetos y de niños y niñas de baja talla por falta de proteínas y vuelvo  a preguntarme ¿por que  no es ese el eje de la agenda política y mediática? ¿Desde cuando perdimos la brújula de lo importante? Quienes deciden embarcarse en la tarea de representar al pueblo en las cámaras legislativas, quienes van a sancionar leyes en nombre de nosotros, deben tener claros los problemas de la gente y sino que dejen los espacios para los que sienten el amor y compromiso por la patria. Porque  es mucho lo que tenemos que reconstruir.


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