Se acrecienta el misterio sobre el tirador anónimo que con una pistola mató a un delincuente, hirió de gravedad a otro y puso en fuga a un tercero que venían cometiendo un raid delictivo en la madrugada del jueves pasado en Quilmes Oeste.
Todo sucedió sobre la calle Lugones, entre San Martín y Moreno del mencionado distrito del Conurbano bonaerense sur, donde este sujeto que se movilizaba en bicicleta fue abordado por tres ladrones armados a bordo de dos motocicletas, resistió el intento de robo y mató a un joven de 15 años de edad, hirió a otro de la misma edad y puso en fuga a un tercero de 20.
Lo más llamativo del caso es que, una vez concluida su labor vengativa, este tirador anónimo recogió las vainas servidas utilizadas por su pistola calibre 9 milímetros y huyó sin dejar rastro alguno; tanto que ni siquiera las cámaras de seguridad de la zona –que sí tomaron a los delincuentes malheridos– pudieron captarlo.
Tras la reconstrucción del hecho realizada por los investigadores, se supo que los tres delincuentes venían cometiendo una suerte de raid delictivo: antes de atacar a este vengador anónimo la Policía recibió un alerta por el robo a una mujer pasadas las 4 horas en la calle Baranda al 4300, cuando salió de su casa de Quilmes para ir trabajar y fue abordada por tres sujetos en motos que quisieron arrebatarle la cartera; como se resistió, dispararon al aire y finalmente escaparon sin concretar el robo.
El asaltante muerto es un adolescente de 15 años, misma edad que uno de sus cómplices que resultó gravemente herido al recibir dos disparos en el abdomen y haberse dislocado la cadera al caer de la moto en la que buscaban huir; estos dos fueron captados por una cámara de la zona con evidentes dificultades para caminar.
Un tercer delincuente fue detenido en las últimas horas por este mismo caso, y se trata de un muchacho de 20 años de edad apodado “Convulsión”, quien fue detenido el año pasado sospechado de haber participado en el asesinato del estudiante de 17 años Lucas Cancino, apuñalado en el pecho en un intento de robo cuando iba a la escuela en su bicicleta en Ezpeleta, aunque finalmente fue sobreseído.
El caso es investigado por el fiscal Jorge Saizar, titular de la UFI Nº 5 del Departamento Judicial Quilmes, quien en el lugar del hecho no halló una sola vaina servida, ni siquiera un testigo que dijera haber escuchado detonaciones a pesar de que el hecho se produjo en plena madrugada y que se efectuaron al menos seis disparos en un radio no mayor a 700 metros, aunque uno de los disparos se incrustó en la moto de los asaltantes.
Ese proyectil, calibre 9 milímetros, motivó la fuerte sospecha de que este sujeto anónimo podría ser un agente de fuerzas de seguridad, activo o retirado, aunque la especie aún no tiene la fuerza suficiente.
Resta informar que, tras recibir el alerta por los dos heridos en pena calle, uno de ellos fue trasladado de urgencia al hospital local, mientras que la moto que dejaron en la calle es una Guerrero 150cc de la que se estableció que fue robada esa misma madrugada de una vivienda de la calle Varela al 1000, también en Quilmes.
Además, que en un zanjón realizado por trabajadores gasíferos, a pocos metros del lugar, se hallaron dos revólveres calibre 22 con la numeración suprimida, uno de los cuales en apariencia no funciona y otro que tenía tres proyectiles intactos y uno percutado. (ANDigital).
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