jueves, febrero 09, 2012

BAHIA BLANCA: LA CRISIS DEL TRANSPORTE PUBLICO. La comuna cancela la concesión a Plaza.

* El intendente Gustavo Bevilacqua comunicó su decisión a los presidentes de bloque del Concejo Deliberante". Dijo que a la empresa le falta "solvencia ética".
* De todos modos, la firma de los colectivos rojos, según agregó la Municipalidad, está obligada a seguir prestando sus servicios por un plazo de hasta dos años.
* A partir de ahora comienzan las discusiones para definir el futuro de un sistema que, de acuerdo con las compañías, genera importantes pérdidas todos los meses.
La novela entre el Grupo Plaza y la Municipalidad de Bahía Blanca completó ayer uno de sus capítulos más impactantes con la decisión del Departamento Ejecutivo de aplicar el artículo 125 del contrato y decretar la caducidad del vínculo con las compañías Plaza y Mayo (la segunda es un apéndice de la primera), las cuales perderán el manejo del 75% del transporte urbano de pasajeros de nuestra ciudad.
El anuncio fue realizado por el intendente Gustavo Bevilacqua en la sala de sesiones del Concejo Deliberante, luego de mantener una reunión de poco más de dos horas en el despacho del presidente de ese cuerpo, Carlos Moreno Salas, con los titulares de todos los bloques.
Por sobre las explicaciones legales fundamentando su decisión, Bevilacqua resaltó como falencias clave de la firma capitalina "el total desarraigo" con Bahía Blanca" y su "falta de solvencia ética".
"Esto se vio reflejado en la actitud asumida en los últimos días por estas empresas. Por un lado, de haber tenido una voluntad de solucionar su situación, tendrían que haber enviado esta semana representantes operativos y no dos abogados, como hicieron. Por eso, si bien están dadas las condiciones legales para la caducidad del contrato, el elemento fundamental que apuntala mi decisión es que carecen de la solvencia ética necesaria para seguir en nuestra ciudad", explicó.
Qué ocurrirá a partir de esta decisión es un verdadero enigma. Por caso, Plaza y Mayo están obligadas a seguir prestando sus servicios por un plazo de hasta dos años a partir de recibir la notificación correspondiente.
De manera simultánea, el municipio analizará de qué forma se prestará el servicio a futuro, con alternativas que van desde su municipalización, pasando por la conformación de una sociedad público-privada, hasta un posible llamado a licitación para una nueva concesión.
La decisión tomada por el Ejecutivo se sostiene en su derecho --marcado por el artículo 125 del contrato-- de "disponer la caducidad de la concesión y recuperación e incautación de los bienes para asegurar la prestación del servicio", sostenido por al menos 13 causales, que van desde la actuación con dolo o negligencia de las prestatarias, el reiterado incumplimiento del mantenimiento de las unidades y las deficiencias graves reiteradas fehacientemente comprobadas y notificadas al concesionario.
En los considerandos del decreto que determina esta medida, el municipio indica que tanto Plaza como Mayo resultan "repudiadas" por los pasajeros, quienes incluso conformaron una comisión de Usuarios Testigos que informa mensualmente sobre sus reiteradas faltas. Esos informes dan cuenta del incumplimiento de las frecuencias, el mal estado de la flota y los cambios inconsultos de recorridos.
Estas circunstancias, agrega el escrito, afectaron de manera directa a los pasajeros "que han tenido que soportar un servicio público sin continuidad, irregular y alejado de lo acordado".
Se abre ahora un gran interrogante sobre cuál será la respuesta de Plaza y Mayo al ser notificadas de la decisión comunal y si mantendrán su estructura por el tiempo que exige el contrato.
El municipio no tiene un plan alternativo inmediato más allá de que, a partir de la declaración de la situación de emergencia del sistema por parte del Concejo Deliberante, planteará un plan de readecuación que permitirá reducir en un 11% la cantidad de kilómetros recorridos y suprimir la circulación por una importante cantidad de calles de tierra (ver aparte).

Final anunciado
Hace tres semanas desde Plaza se dijo que si la comuna no aceptaba una reestructuración integral del sistema, la firma estaba decidida a rescindir el contrato. Si bien dicha amenaza nunca se efectivizó, el propio municipio decidió poner fin a una relación que, según lo firmado inicialmente, debía continuar hasta el año 2019.

"Tal vez tendríamos que haber sido más exigentes"
Si algo buscó enfatizar el actual jefe comunal apenas asumió su cargo, en diciembre de 2011, fue su condición de severo crítico de Plaza y Mayo.
"A quienes sufren por su mal servicio tenemos que darle una respuesta adecuada, mejorando la actual prestación", señaló.
Desde entonces las diferencias con estas compañías se fueron incrementando. Finalmente ayer concurrió al Concejo Deliberante sin siquiera pedir audiencia. Llegó a las 7.30, cuando todavía ninguno de los presidentes de los bloques había llegado al edificio de Sarmiento 12. El intendente se sentó frente a Carlos Moreno Salas, presidente del cuerpo, y al titular del bloque oficialista del FPV, Santiago Mandolesi Burgos, y esperó la llegada de todos los titulares, a quienes les planteó su decisión y la necesidad de que la misma sea consensuada por las distintas fuerzas políticas de ese cuerpo.
A media mañana habló con "La Nueva Provincia" sobre la determinación.
--¿Qué alcances tiene la caducidad?
--Es la sanción más severa que nos permite aplicar el pliego de concesión ante los reiterados incumplimientos de las empresas. Creemos que están cumplidas las condiciones para esta medida, incluso respetando los derechos de las firmas.
--¿Evaluaron un posible juicio por parte de las transportistas?
--En este caso no vemos ese riesgo. Estamos decretando la caducidad que nos permite el pliego. Lo primero que consideramos es que podemos obligar a las empresas a que sigan prestando el servicio por un máximo de dos años. Por eso tampoco consideramos la incautación de las unidades, lo cual pensamos como una herramienta demasiada extrema.
--¿Apuntan a que Plaza y Mayo se queden dos años más, entonces?
--Nosotros podemos exigir eso sin ningún tipo de complejidad económica. Mientras tanto avanzaremos para definir el futuro sistema, el cual pretendemos sea consensuado por concejales, usuarios y trabajadores.
--¿No les preocupa que Plaza reaccione de manera inadecuada y, por caso, retire unidades de la ciudad?
--Es la misma preocupación que puedo tener de salir de este edificio y que me roben. Todos estamos expuestos a sufrir un acto delictivo o alguna cuestión fuera de la ley. Pero considero que Plaza, que más allá de no haber funcionado de modo adecuado en nuestra ciudad, mantendrá una transición ordenada para evitar complicar más esta relación.
--¿Municipalizar el servicio es una alternativa?
--Puede ser. Pero no tenemos que dejarnos ganar por la ansiedad porque incorporar unidades exige un proceso de licitaciones y compras que no se arma de un día para otro. Esta etapa de transición puede demandarnos entre 6 y 8 meses hasta decidir lo más conveniente.
--¿Se mantendrá, mientras tanto, la emergencia aprobada por el Concejo?
--No sólo eso, seguramente necesitaremos ampliar los 60 días establecidos para la misma. Es importante entender que el tema del transporte urbano en Bahía Blanca es de vieja data y no empieza ni termina con Plaza. Por eso pretendemos generar un debate político sobre cuál debe ser el sistema definitivo, eficiente y completo.
--¿Se comunicaron con los propietarios de Rastreador Fournier? ¿Tienen ellos interés en tomar algunas de las líneas de Plaza?
--Si bien el pliego nos permite pedirle a esa firma que se haga cargo de parte del servicio, ya nos anticipó que hoy le resulta imposible hacerlo. Por eso la Municipalidad asume un rol fundamental para buscar la salida más conveniente.
--¿Cómo imaginan el servicio a fin de mes, cuando comience el período escolar?
--Estará funcionando de manera normal, con algunas modificaciones de emergencia para cumplir las frecuencias y tener una adecuada capacidad.

Usuarios y posturas
Desde que se creó la Comisión de Usuarios Testigos, agrupación apartidaria encargada de verificar el funcionamiento del sistema desde poco tiempo después del desembarco de Plaza hace cuatro años, el municipio habitualmente se encargó de descalificar sus informes mensuales.
Como las conclusiones de la comisión siempre resultan negativas respecto del servicio en temas de frecuencias y cantidad de unidades, se llegó a insinuar que su metodología de trabajo era inadecuada o errónea.
Ahora sus informes se convirtieron en una de las principales herramientas para justificar la salida de estas empresas. Sobre este tema en particular, Bevilacqua prefirió "no mirar al pasado".
"Quiero evitar discusiones sobre la historia. Tal vez con el diario del lunes sea simple concluir que en algún momento se debió ser más exigentes. Pero hoy tenemos que centrarnos en solucionar este problema y respetar al usuario. Para eso debemos poner toda nuestra voluntad, esfuerzo y recursos", dijo.
El jefe comunal volvió a pedir paciencia a los bahienses, remarcando que ningún cambio es "mágico".
"Pretendemos iniciar un nuevo proceso a partir de la salida de una empresa que ha tenido muchos problemas. Nuestra esperanza es resolver esto entre todos", indicó.

El plan de optimización
La modificación de varias de las trazas actuales, evitando la superposición de las mismas, la disminución del número de calles de tierra recorridas, la fusión de líneas y la reducción del promedio en las frecuencias fueron algunas de las propuestas presentas ayer en el Concejo Deliberante por el secretario de Gobierno, Fabián Lliteras, en el marco de la emergencia declarada para el transporte urbano de pasajeros.
Las medidas, elaboradas desde la dirección de Transporte del municipio, pretenden disminuir la actual frecuencia promedio de 14,4 minutos, llevándola a 12,7 minutos. También apuntan a reducir en 1.137.000 los kilómetros anuales que recorre el sistema.
La propuesta fue puesta a consideración de los concejales y será analizada en las próximas horas, tratando de implementar en el menor plazo posible estas iniciativas que apuntan a hacer más eficiente la prestación.
Los cambios propuestos responden en principio a las conclusiones que permite obtener la tarjeta Bahía Urbana, al determinar de manera precisa la cantidad de pasajeros que sube en cada recorrido.
Con estas medidas, la comuna busca eliminar calles donde prácticamente no se registran ascensos y se reforzarán los recorridos con mayor demanda.
Uno de los cambios más importantes planteados apunta a la fusión de seis líneas, dando lugar a la creación de las denominadas 503-518, 505-506 y 509-516, las cuales pasarán a tener una frecuencia de 10 minutos, unificando parte de sus trazas y aumentando la cantidad de coches disponibles.
Si bien la Municipalidad brindará un detalle acabado de los cambios en las próximas horas, anticipó que la 500 tendrá su recorrido troncal hasta El Bulevar y El Cano, accediendo a Villa Rosas por calle Ecuador. Dejará de ingresar al barrio Cooperación y establecerá prolongaciones hasta el barrio Saladero.
La 502 no tendrá cambios mientras que la 504 dejará de ingresar a Villa Mitre, acortando de manera notable su recorrido desde y hacia el centro.
La 507 modificará su recorrido evitando circular por 33 calles de tierra. Este cambio exigirá a algunos bahienses caminar entre 6 y 8 cuadras para tomar el colectivo.
La 512 dejará de llegar hasta la esquina de Zapiola y Sarmiento, circulando por Estomba y Vieytes, planteando un recorrido que será complementado por la 509-516 y 503-518.
Tendrán modificaciones menores las trazas de la 513 --aunque desaparecerá la 513 bis--, 514, 517, 519 y 519A.
De aprobarse estos cambios se espera generar un esquema de transporte más racional y eficiente, que dé una respuesta adecuada a los 27 millones de pasajeros que cada año hacen uso de las distintas líneas en la ciudad. (La Nueva Provincia).

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