MERCEDES, Marzo 15, (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista) Tras leer el borrador del acta de la interpelación casi todos los concejales opositores tienen algo en claro: es necesario conformar la comisión evaluadora. ¿Por qué no lo hacen? Simplemente porque temporalmente no cuentan con los 12 votos necesarios para aprobarla. La ausencia de la concejal Parodi, alineada con Valerga, los deja rengos por un voto. Y el Ejecutivo, que mueve con sigilo sus alfiles para evitar que el proceso continúe, intentará darle un jaque mate hoy, convocando a una sesión extraordinaria para tratar el tema, e imponer su fugaz mayoría de estos días.
No nos une el amor
El ejército de tribus opositoras atrincherado en el Concejo están encolumnado detrás de una convicción común: el intendente debe ser investigado.
• Desde el bloque radical ya se preparó un esbozo del dictamen sobre los motivos que entienden ameritan la conformación de la comisión evaluadora. Ambos concejales están convencidos de que Selva merece un llamado de atención.
• Por el lado del justicialismo opositor, Martín Zubeldía y los ediles que lidera, coinciden con los boinas blancas, en ese y en otro punto más: el tratamiento de la comisión evaluadora no se puede seguir postergando demasiado en el tiempo.
• El presidente del HCD, David Valerga, fue quien presentó el pedido de interpelación y es otro de los interesados en avanzar en el tratamiento de la comisión evaluadora. Pero –paradójicamente– el conflicto viene de uno de los ediles de su bloque.
• La concejal del ARI, Claudia Lucero, no se ha manifestado públicamente sobre este tema pero se manifestado a favor de que continúe este proceso investigativo. Diego Aguilar Mazzuca, quien está retornando a la tarea legislativa en estos días, está dispuesto a seguir adelante con la comisión. Stella Dicatarina también apoyaría la iniciativa y, a tal punto es así, que muchos aseguran que el último desencuentro con Valerga se produjo por las dilaciones en torno a este tema.
El gran problema del bloque valerguista –y por extensión, de toda la oposición– tiene cara de mujer: Nancy Parodi.
De la militancia a la fe
Nancy Parodi hace mucho tiempo que se ha decepcionado con la política. Siempre gustó de las cuestiones esotéricas y en un momento abrazó la gnosis como fuente de fe. Fue también en aquellos días que pensó en abandonar su cargo en el Legislativo. Ya estaba decepcionada con el rumbo de la gestión y pensó que lo mejor era dar un paso al costado. Fue precisamente David Valerga quien la convenció de quedarse y a quien siguió en la ruptura del bloque.
Actualmente Parodi está realizando un seminario gnóstico en la provincia de Córdoba, que recién concluiría la última quincena de abril, fecha en la cual –le habría asegurado a Valerga– vendría a la ciudad a votar la comisión evaluadora. Antes de Abril Parodi tendría prohibida la salida.
Luego –se murmura en los pasillos del Palacio– se alejaría definitivamente de la banca. Sin embargo hay quienes sostienen que –en caso de votar la comisión– se quedaría hasta el dictamen de ésta.
La ausencia de Parodi es el motivo por el cual los ediles oficialistas se pavonean reclamando definiciones. Saben que –en caso de reunirse en sesión para tratar el tema– existe una alta probabilidad de que la oposición no alcance los doce votos necesarios para conformarla.
El trasfondo de la interpelación
En silencio, como indican los códigos no escritos de la política, una realidad se da por sentada: tanto los integrantes del Ejecutivo como los ediles oficialistas saben que en la interpelación se ventilaron cuestiones que se pueden emparentar con lo sucedido en Presidente Perón donde el intendente Jorge Regueiro fue suspendido por sesenta días y recientemente destituido.
• Que el intendente haya admitido que la Municipalidad no emite los recibos de cobro del alumbrado público ya es una falta importante.
• El promocionado tema del combustible y del Unzué admite no sólo un cuestionamiento administrativo sino de tipo penal: no hay forma de justificar los gastos en ambos ítems.
• Por último, que Selva haya reconocido que dio una autorización para que se viole una ordenanza –la que impide que se arrojen desechos cloacales que no son del distrito– es otro de los temas que compromete administrativamente al jefe comunal.
Técnicamente es así, aunque para el sentido común, y para mucha ciudadanía no especializada, estas faltas no tienen la resonancia suficiente como para justificar una suspensión.
La situación, sin embargo, no se resolverá por vía del diálogo o de algún particular criterio de justicia: en el templo de la pelea Ejecutivo - Concejo, todas las velas se encienden para rogar por una aritmética de votos favorable.
Jaque mate a la evaluadora
Con el pedido de seis concejales es suficiente para convocar a una sesión extraordinaria y es –casualmente– el número de integrantes que tiene el bloque oficialista. Ya hace diez días que vienen reclamando definiciones por parte del cuerpo en cuanto al tema de la comisión evaluadora, pero nadie se explica por qué no realizan un pedido formal.
La estrategia del selvismo es –claramente– que no se conforme la comisión porque les preocupa que la misma pueda mellar la figura del intendente. No fue nada grato salir a explicar por qué se llegaba a una interpelación. Le será aún menos fácil explicar que se conformó la comisión evaluadora.
Para hoy lunes los concejales opositores esperan el pedido de convocatoria a sesión extraordinaria por parte de los ediles oficialistas. Pedido que no se presentó el viernes por la ausencia de un concejal selvista. Todo indica que la novela de la comisión evaluadora esta a punto de concluir y que para Selva tendrá un final feliz.
El hombre que derrotó a Gioscio, pero cuyo poder pareció licuarse rápidamente al ritmo de renuncias, rupturas y peleas internas, podría encarar la campaña con una angustia menos. La oposición se quedará mascullando bronca. A menos que –como en los relatos de García Marquez– la concejal devota, de un día para otro, le caiga del cielo. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
No nos une el amor
El ejército de tribus opositoras atrincherado en el Concejo están encolumnado detrás de una convicción común: el intendente debe ser investigado.
• Desde el bloque radical ya se preparó un esbozo del dictamen sobre los motivos que entienden ameritan la conformación de la comisión evaluadora. Ambos concejales están convencidos de que Selva merece un llamado de atención.
• Por el lado del justicialismo opositor, Martín Zubeldía y los ediles que lidera, coinciden con los boinas blancas, en ese y en otro punto más: el tratamiento de la comisión evaluadora no se puede seguir postergando demasiado en el tiempo.
• El presidente del HCD, David Valerga, fue quien presentó el pedido de interpelación y es otro de los interesados en avanzar en el tratamiento de la comisión evaluadora. Pero –paradójicamente– el conflicto viene de uno de los ediles de su bloque.
• La concejal del ARI, Claudia Lucero, no se ha manifestado públicamente sobre este tema pero se manifestado a favor de que continúe este proceso investigativo. Diego Aguilar Mazzuca, quien está retornando a la tarea legislativa en estos días, está dispuesto a seguir adelante con la comisión. Stella Dicatarina también apoyaría la iniciativa y, a tal punto es así, que muchos aseguran que el último desencuentro con Valerga se produjo por las dilaciones en torno a este tema.
El gran problema del bloque valerguista –y por extensión, de toda la oposición– tiene cara de mujer: Nancy Parodi.
De la militancia a la fe
Nancy Parodi hace mucho tiempo que se ha decepcionado con la política. Siempre gustó de las cuestiones esotéricas y en un momento abrazó la gnosis como fuente de fe. Fue también en aquellos días que pensó en abandonar su cargo en el Legislativo. Ya estaba decepcionada con el rumbo de la gestión y pensó que lo mejor era dar un paso al costado. Fue precisamente David Valerga quien la convenció de quedarse y a quien siguió en la ruptura del bloque.
Actualmente Parodi está realizando un seminario gnóstico en la provincia de Córdoba, que recién concluiría la última quincena de abril, fecha en la cual –le habría asegurado a Valerga– vendría a la ciudad a votar la comisión evaluadora. Antes de Abril Parodi tendría prohibida la salida.
Luego –se murmura en los pasillos del Palacio– se alejaría definitivamente de la banca. Sin embargo hay quienes sostienen que –en caso de votar la comisión– se quedaría hasta el dictamen de ésta.
La ausencia de Parodi es el motivo por el cual los ediles oficialistas se pavonean reclamando definiciones. Saben que –en caso de reunirse en sesión para tratar el tema– existe una alta probabilidad de que la oposición no alcance los doce votos necesarios para conformarla.
El trasfondo de la interpelación
En silencio, como indican los códigos no escritos de la política, una realidad se da por sentada: tanto los integrantes del Ejecutivo como los ediles oficialistas saben que en la interpelación se ventilaron cuestiones que se pueden emparentar con lo sucedido en Presidente Perón donde el intendente Jorge Regueiro fue suspendido por sesenta días y recientemente destituido.
• Que el intendente haya admitido que la Municipalidad no emite los recibos de cobro del alumbrado público ya es una falta importante.
• El promocionado tema del combustible y del Unzué admite no sólo un cuestionamiento administrativo sino de tipo penal: no hay forma de justificar los gastos en ambos ítems.
• Por último, que Selva haya reconocido que dio una autorización para que se viole una ordenanza –la que impide que se arrojen desechos cloacales que no son del distrito– es otro de los temas que compromete administrativamente al jefe comunal.
Técnicamente es así, aunque para el sentido común, y para mucha ciudadanía no especializada, estas faltas no tienen la resonancia suficiente como para justificar una suspensión.
La situación, sin embargo, no se resolverá por vía del diálogo o de algún particular criterio de justicia: en el templo de la pelea Ejecutivo - Concejo, todas las velas se encienden para rogar por una aritmética de votos favorable.
Jaque mate a la evaluadora
Con el pedido de seis concejales es suficiente para convocar a una sesión extraordinaria y es –casualmente– el número de integrantes que tiene el bloque oficialista. Ya hace diez días que vienen reclamando definiciones por parte del cuerpo en cuanto al tema de la comisión evaluadora, pero nadie se explica por qué no realizan un pedido formal.
La estrategia del selvismo es –claramente– que no se conforme la comisión porque les preocupa que la misma pueda mellar la figura del intendente. No fue nada grato salir a explicar por qué se llegaba a una interpelación. Le será aún menos fácil explicar que se conformó la comisión evaluadora.
Para hoy lunes los concejales opositores esperan el pedido de convocatoria a sesión extraordinaria por parte de los ediles oficialistas. Pedido que no se presentó el viernes por la ausencia de un concejal selvista. Todo indica que la novela de la comisión evaluadora esta a punto de concluir y que para Selva tendrá un final feliz.
El hombre que derrotó a Gioscio, pero cuyo poder pareció licuarse rápidamente al ritmo de renuncias, rupturas y peleas internas, podría encarar la campaña con una angustia menos. La oposición se quedará mascullando bronca. A menos que –como en los relatos de García Marquez– la concejal devota, de un día para otro, le caiga del cielo. (PUNTO CERO-El Nuevo Cronista).
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