El dolor de espalda es una afección muy frecuente: 8 de cada 10 personas lo experimentarán en algún momento de su vida. Cuando permanece más de tres meses y afecta la calidad de vida, puede deberse a una enfermedad autoinmune por lo que se aconseja consultar con un médico reumatólogo.
El dolor de espalda es una afección muy frecuente; 8 de cada 10 personas la podrían padecer en algún momento de su vida. No obstante, si permanece más de tres meses, afectando la calidad de vida, podría deberse a una enfermedad crónica autoinmune denominada espondilitis anquilosante (EA).
El Dr. Marcos Rosemffet, médico de planta del “Instituto de Rehabilitación Psicofísica” (IREP), declaró que la espondilitis anquilosante “es una enfermedad reumática que compromete las articulaciones, principalmente de la columna, generando rigidez y limitación funcional”. También, puede repercutir en otras articulaciones y “por ser una enfermedad sistémica puede afectar a otros órganos como los ojos, el intestino, el corazón y el pulmón, así como en los lugares donde los tendones y los ligamentos se unen a los huesos”, detalló.
Esta enfermedad autoinmune tiene un componente hereditario: se detectó una fuerte asociación con el gen HLA B27, además de factores ambientales, entre otros. Un trabajo publicado en la “Revista Argentina de Reumatología” del grupo del IREP demostró que el 90% de los pacientes estudiados tiene dicho gen.
Es importante diferenciar en forma precoz esta enfermedad de otros tipos de dolor de espalda, ya que el abordaje terapéutico para el padecimiento de origen mecánico (el más frecuente) es muy diferente al indicado para el de origen inflamatorio. En la espondilitis anquilosante se produce un dolor inflamatorio que “es habitualmente en reposo y mejora con la actividad, por lo tanto, en un individuo joven con dolor de espalda que dure más de tres meses, y que presente estas características, se le aconseja realizar la consulta con un especialista (reumatólogo)”, recomendó el Dr. Rosemffet, quien además es presidente del “Comité Científico de la Sociedad Argentina de Reumatología” (SAR).
También se presenta dolor e inflamación en las articulaciones y/o en la unión del tendón con el hueso, y rigidez en la parte baja de la espalda (la zona lumbar) por la mañana.
Se estima que un dolor de espalda puede ser inflamatorio si perdura en principio más de 3 meses y si se contesta positivamente a al menos cuatro de las cinco preguntas precedentes.
El diagnóstico se confirma con cuestionarios, mediciones, pruebas de laboratorio (estudios genéticos) y estudios de imágenes que “en conjunto permiten arribar al diagnóstico y hacer un seguimiento muy bueno de su evolución”, afirmó el especialista. El tratamiento incluye antiinflamatorios no esteroides (AINES), corticoides y drogas modificadoras del curso de la enfermedad, complementadas con un plan de rehabilitación. “En el caso de falla en la respuesta o cuando se encuentra comprometida la columna con inflamación, demostrada por estudio de imágenes, se utilizan, con muy buena respuesta, las terapias biológicas”, declaró el Dr. Rosemffet, y concluyó que “en general se cree erróneamente que las enfermedades reumáticas sólo afectan a gente de edad avanzada.
Existe compromiso desde la niñez, por lo que siempre se debe estar alerta, sobre todo en los casos en donde la genética juega algún rol”, como en el caso de la espondilitis anquilosante.
El dolor de espalda
o Es muy frecuente: 8 de cada 10 personas lo experimentarán en algún momento de su vida.
o Es una significativa causa de discapacidad.
o Es una de las principales causantes de ausentismo laboral.
o Más de la mitad de pacientes con dolor de espalda crónico pueden sufrir insomnio.
o Los pacientes con dolor de espalda pueden sufrir severo estrés emocional y afectar sus relaciones interpersonales por esta condición. (Asteriscos TV).
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