El intendente de Pehuajó, Pablo Zurro advirtió sobre la urgencia de avanzar con los trabajos en la cuenca del Salado-Río V ya que hay un "riesgo de inundación".
Si bien se anunció el plan de obras para la cuenca del Salado-Río V, en Pehuajó aún se advirte una gran preocupación por los avances de la misma. Así lo hizo saber el intendente Pablo Zurro, quién apuntó a los técnicos que están llevando adelante el plan de obras hídricas.
El subsecretario de Hidráulica provincial, Rodrigo Silvosa había destacado sobre el proyecto que “las obras serían un complemento y se tienen que hacer de forma simultánea. Además, no incluye el terraplén de laguna La Salada”, por lo cual señaló que los vecinos del lugar se encontrarían en peligro ante una crecida.
Si el plan de obras continúa de esa forma, el intendente del municipio señaló “Nuestro distrito va quedar en muchísimo riesgo”, dando a entender que existe “una espada de Damocles en la cabeza a Pehuajó”.
“Cuando la cota de La Salada esté en 84,50, los vecinos pehuajenses que están cerca del terraplén van a estar en cota 83, a un metro y medio de diferencia. La única forma de solucionarlo es corriendo esta defensa 800 metros. No puede ser una obra complementaria, tiene que ser simultánea” detalló Zurro sobre el proyecto.
“No queremos ser como Epecuén”, remarcó Zurro en alusión a la localidad del distrito de Adolfo Alsina que en la década del 80 quedó bajo agua tras la crecida del lago lindante. El intendente de Pehuajó advirtió que “la obra del Salado va a tardar ocho años” hasta su ejecución final, y que si las obras no se realizan en simultáneo estarán “corriendo riesgos ocho años”.
Otro elemento no menor y que Zurro recordó debe ser tenido en cuenta, son las características geográficas en el entorno de Pehuajó “no es un pueblo común” agregó, ya que está “rodeado por dos terraplenes. Somos un pueblo muy sufrido. Somos un pueblo inundable”. (La Provincia).
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