Villa San Alberto queda a 114 kilómetros de Capital Federal. Loris Giazzon llegó hasta allí casi por casualidad hace 10 años, después de vender una remisería. "Queremos ser pioneros de un pueblo con 100 familias, chicos jugando en las calles de tierra, sin asfalto, bocinazos y el griterío de las ciudades", señaló el hombre de 46 años, quien ya consiguió que 18 propietarios se instalen en el lugar.
Villa San Alberto es una referencia estampada en viejos mapas de San Andrés de Giles. Los GPS no lo registran con nitidez. Pero el sueño de un artesano, ex remisero, que llegó hasta ese paraje por casualidad, apuntala una refundación del pueblo para transformarlo en refugio apacible de familias abrumadas por la rutina urbana. Aplastado por las crisis de principios de siglo, la inseguridad y el vértigo del Conurbano, Loris Giazzon decidió alejarse y comprar hace casi 10 años unos lotes cerca de Giles. Con la venta de una remisería consiguió un lote de poco más de siete hectáreas sobre el kilómetro 114 de la ruta 7.
Según publicó el diario Clarín, Giazzón había dejado el rubro transporte para dedicarse a fabricar y vender cuchillos de plata artesanales. Recorría festivales con su esposa Vanesa Cappelletti y sus dos hijo. Una vez bajaron en el viejo almacén que está a la vera de la ruta 7, cerca de Giles y quedaron deslumbrados por el lugar. Así dejaron todo en Laferrere, partido de La Matanza para empezar la aventura rural. Cuando le entregaron las escrituras llegó la sorpresa: el predio era en realidad un pueblo abandonado, 10 manzanas perfectamente demarcadas de un proyecto urbanístico que había quedado trunco en 1943.
"Queremos ser pioneros de un pueblo con 100 familias, chicos jugando en las calles de tierra, sin asfalto, bocinazos y el griterío de las ciudades", señaló el hombre de 46 años, quien ya consiguió que 18 propietarios (algunos de Giles, otros también del gran Buenos Aires) se instalen en San Alberto. Las primeras casas se levantan con planes Procrear. Giazzon asegura que ya tiene los candidatos para convertir a San Alberto en una villa de sueño: "Quiero que mis hijos crezcan acá, que jueguen y que puedan dejar la bici en la vereda sin candado. Hay más de medio centenar de lotes en venta, pero falta la infraestructura básica".
Cabe remarcar que San Alberto figura en el digesto municipal como una de las ocho localidades que integran el partido. Sin embargo nunca pasó de proyecto comunal. Solo se mantiene la escuela 23, una capilla a medio hacer y un viejo almacén de ramos generales. "Acompañamos esta iniciativa porque nuestra idea es mantener el arraigo de la población", reconoce el Intendente municipal Carlos Puglielli (FR). Para avanzar, se firmó un convenio por el que Giazzón cede 10 terrenos a la comuna para planes sociales. "Sería una oportunidad para desarrollar un proyecto de turismo rural", aseguró el jefe comunal en declaraciones publicadas en Nexofin. (Lanoticia1).
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