Las epidemias anuales de gripe pueden afectar gravemente a todas las personas y en particular a los niños pequeños que son un grupo de riesgo.
Las epidemias anuales de gripe pueden afectar gravemente a todas las personas y en particular a los niños pequeños que son un grupo de riesgo.
La gripe o influenza es una enfermedad viral respiratoria, contagiosa que se presenta en los meses más fríos del año, se transmite principalmente al toser, estornudar o mediante el contacto cercano con una persona enferma.
En los niños, la gripe es más peligrosa que el resfriado común. Cada año millones de niños contraen gripe estacional; algunos de estos casos derivan en hospitalización y otros niños incluso mueren por esta enfermedad.
Habitualmente, los niños necesitan atención médica a causa de la gripe, especialmente antes de que cumplan los 5 años. Los menores de 2 años, corren un riesgo alto de sufrir complicaciones graves y aquellos con problemas de salud crónicos tales como asma, diabetes y trastornos del sistema nervioso también corren un alto riesgo de tener complicaciones graves por la gripe.
La forma más eficaz de prevenir la gripe y sus consecuencias graves es la vacunación. Todas las personas de 6 meses de edad o más deberían vacunarse contra la gripe cada temporada. El Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la prevención de Enfermedades (CDC), votó el 24 de febrero del 2010 a favor de la vacunación "universal" contra la gripe en los Estados Unidos para que más personas estén protegidas contra la enfermedad.
Los niños son uno de los grupos más vulnerables. Los mayores de 6 meses y menores de 9 años que no han sido vacunados contra la gripe previamente, deberán recibir una segunda dosis con un intervalo de 4 semanas. Todos los niños que hayan recibido anteriormente dos dosis de la vacuna (en cualquier momento) solo necesitan una dosis de la vacuna esta temporada. La primera dosis debe administrarse tan pronto como la vacuna esté disponible para garantizar la protección antes de que la gripe comience a circular en la comunidad.
La segunda dosis debe administrarse al menos 28 días después de la primera dosis. La primera dosis "prepara" al sistema inmunitario y la segunda, ofrece protección inmunitaria. Los niños que sólo reciben una dosis de la vacuna cuando necesitan dos pueden tener protección reducida o ninguna protección con sólo una dosis de la vacuna contra la influenza.
“Es importante tener en cuenta que la vacunación contra la gripe debe realizarse todos los años ya que los virus cambian rápidamente. En el caso de los niños, es importante completar el esquema de vacunación, ya que se requieren dos dosis para que estén bien protegidos”, señaló el Dr. Eduardo Vainstein, Jefe de la unidad 5 del Hospital de Niños.
La mayoría de los adultos sanos que contraen la gripe quizás puedan infectar a otros desde un día antes de manifestar síntomas y hasta 5 a 7 días después. Algunas personas, en particular los niños y quienes tienen debilitado el sistema inmunológico, quizá puedan contagiar a otros durante un periodo más largo.
Además de la prevención mediante la vacunación, buenos hábitos de higiene pueden ayudar a detener la propagación de los microbios y prevenir la gripe, al igual que otras enfermedades respiratorias:
Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el brazo.
Lavarse las manos de forma frecuente.
No llevarse las manos a la nariz, los ojos o la boca luego de tocar otras superficies.
Mantener los ambientes limpios y ventilados.
Los niños menores de 6 meses son demasiado pequeños para ser vacunados. La mejor manera de protegerlos es asegurarse que las personas que los rodean reciban la vacuna para evitar contagiarlos. Mientras más personas se vacunen, menos podrá propagarse el virus a través de esa comunidad. (Asteriscos TV).
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