(De la edición gráfica Nº 569 de Punto Cero). Cuando hablamos de la doctrina peronista hablamos de una corriente ideológica que expresa y desarrolla el bienestar del conjunto de la sociedad, expresa la forma de desarrollar de manera efectiva el bien común.
Para ello Perón desarrollo una serie de postulados básicos que se entrelazan entre sí con coherencia, prudencia y equilibrio en pos del bien común.
Y todo lo que un peronista tiene que decidir desde el lugar que le toque tiene que estar referenciado a esos postulados básicos y no correrse de ellos para tener coherencia.
Ser un dirigente político te lleva a ocupar espacios de poder, espacios que el hombre que lo ocupa debe honrar. Porque uno nos es más que un eslabón más dentro de esa masa sistémica que “fabrica” bienestar y justicia.Digo esto porque el peronismo está viviendo épocas de mucha turbulencia, donde estamos dejando fuera de foco a nuestra doctrina.
Sabía decir Perón en una de sus frases célebres, “No se le puede errar si se está del lado de la Justicia Social».
Estar del lado de la Justicia Social…. Entonces debemos preguntarnos qué es la Justicia Social?
El concepto de justicia social surgió a mediados del siglo XIX para referirse a la necesidad de lograr un reparto equitativo de los bienes sociales. En una sociedad con justicia social, los derechos humanos son respetados y las clases sociales más desfavorecidas cuentan con oportunidades de desarrollo.
Perón proclamaba, una y otra vez, el surgimiento de una Argentina “nueva”, que asegurara la instauración de la justicia social sobre la base de la soberanía política y la independencia económica. Llamaba justicia social a la acción retributiva del Estado a través de los derechos sociales, es decir una organización política que armonizara los intereses individuales con los del bien general.
Podríamos decir que si la Justicia Social es el vehículo para concretar el fin último que es el bien común es correcto debemos estar siempre del lado de la justicia social.
El peronista que ocupe un espacio de poder debe abstraerse de personalismos y objetivamente actuar para que cada una de sus decisiones conduzca a la efectiva realización en el área que le toque del bien común.
Perón sabía decir que el cargo no honra al hombre sino que el hombre debe honrar al cargo.
Quien ocupe el cargo de presidente, de gobernador, de algún área gobierno o de la justicia debe tener el entendimiento de este fin último que es el bien común.
Que es el bien común. En sentido amplio es bienestar, Al ser una Nación debemos decir e identificar que es el mejor bienestar que podremos lograr para el pueblo argentino.
Para lograr el bienestar tenemos que tener en primer lugar un sentido de pertenencia. Levantar la bandera argentina, sentir orgullo de la misma y en pos de este sentimiento de amor y pertenencia diseñar mecanismos de protección y cuidado para los habitantes de la nación
Convencidos de que es la ideología correcta. Las tres banderas gloriosas del peronismo son el vehículo que llevan al bien común. A esa protección y cuidado de cada uno de los argentinos.
Sabía decir Perón que el peronismo es un movimiento que va cambiando y adaptándose a los cambios sociales y culturales; y yo interpretaría un movimiento hacia adelante, que aprende de los errores del pasado, y que como tiene un sentimiento noble y bueno mejora los errores para alcanzar de una manera mejor los postulados del bien común.
Frente a las turbulencias que el peronismo está viviendo que hacen a las divisiones, es necesario refrescar, redefinir y actualizar o mejor dicho adaptar a los nuevos tiempos conceptos ideológicos del movimiento dentro de los cuales debe enfilarse un dirigente peronista..
Quieren dividir. Quieren dividir para debilitar y reemplazar por “algo” que no tiene ni rumbo ni planificación.
Unidad del Peronismo
Estudiar, refrescar, interpretar y por sobre todas las cosas honrar la doctrina peronista, convencidos de que llevará inevitablemente al éxito de nuestra Nación. Porque es esto el éxito de nuestra Nación lo que debe buscar un peronista.
Y ahora preguntemos cual sería el éxito de nuestra Nación, tener a todos sus habitantes cuidados y protegidos.
Para ello hay que desarrollar un plan cuyas bases las dio Perón.
Justicia Social, Independencia económica y Soberanía Política.
Se debe desarrollar un plan que exprese el equilibrio. Donde las necesidades básicas de los argentinos estén satisfechas, donde los argentinos tengas posibilidades económicas y desarrollos personales, donde los argentinos cada uno y todos juntos vayamos hacia adelante y nonos estanquemos una y otra vez en el mismo lugar!
La grieta debe ser ideológica, la grieta social no sirve para una Nación porque los argentinos, todos queremos lo mismo. El éxito de nuestra Nación, de nuestra Patria. La grieta debe ser ideológica
Dentro de esta propuesta de actualización doc-trinaria debemos escuchar al pueblo argentino, es decir no hacer oídos sordos a los reclamos sociales.
Sabía decir Perón que el trabajo dignifica, creo que dentro de esta grieta hay un sector del pueblo que no ha sido escuchado, debemos escuchar los reclamos populares. Por lo que en este sentido debo decir que los beneficios sociales no deben ser desnaturalizados, deben ser utilizados para proteger y cuidar a los más necesitados. Y debemos entender que mientras menor sea el porcentaje social que requiera de estos beneficios sociales extremos mayor habrá sido el éxito de prosperidad propuesta por el peronismo.
Debemos sentar bases para establecer posibilidades de crecimientos personales iguales en igualdad de circunstancias. Debemos crear ámbitos para que los argentinos puedan desarrollarse económica y personalmente que los lleve a la prosperidad mediante la cultura del trabajo. Sin descuidar la protección y cuidado a los más necesitados entendiendo una vez más que mientras menor sea el porcentaje asistencial es mayor el éxito alcanzado por la Justicia social, el trabajo que dignifica al hombre, el crecimiento personal en retribución a su esfuerzo y el derecho a la prosperidad son también derechos sociales básicos dentro del marco de los derecho humanos.
Es aquí donde el movimiento se actualiza, se transforma, e interpreta la cuestión social. Escuchando, interpretando, transformando y subsanando errores en la convicción de este fin último que es el bien común.
Por último, levantando las tres banderas del peronismo honrándolas y respetándolas tanto como a nuestra bandera argentina no se le puede errar cuando hablamos de un plan de gobierno.
El segundo punto es la necesidad de la formación doctrinaria para que los jóvenes puedan transformarse en dirigentes con bases sólidas, con un rumbo cierto y verse convertidos en verdaderos cuadros políticos.
Necesidad de la formación doctrinaria de la juventud.
Porque el peronismo es un movimiento de permanente transformación, porque son los jóvenes los factores primordiales de los cambios sociales, porque son quienes mejor saben captar e interpretar el rumbo social y las necesidades que se avecinan, son quienes conjuntamente con la experiencia de los mayores deben tomar las riendas para forjar el futuro de la Nación Argentina para ellos mismos.
Para esto para que la inmediatez generacional de los nuevos tiempos tenga un mejor análisis social, político, económico y en definitiva un mejor resultado traducido en el desarrollo fructífero de nuestra argentina es que deben capacitarse, desde todo punto de vista, desde una profesión para ser hombres útiles dentro de las esferas de gobierno y también deben empaparse de la doctrina peronista que es el alma, el motor y la herramienta para llevar adelante la realización de una sociedad de éxito.
Y para qué hace falta estudiar la doctrina peronista?
Porque dentro de nuestra ciencia, de la que elijamos para desarrollarnos en las distintas esferas de gobierno y de poder, nos vaya marcando un lineamiento objetivo de fin que no es otro que el bien común, la doctrina guía hacia un rumbo cierto y si no hay desviamos de ese rumbo necesariamente se llegará al éxito.
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