Informe “Radiografías Metropolitanas”, documento del Centro de Estudios Metropolitanos que indaga el estado de las finanzas públicas a nivel municipal. En promedio, los distritos aplicaron el 43 % de sus erogaciones para cubrir gastos de personal.
El Centro de Estudios Metropolitanos (CEM), consorcio de cooperación entre la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), la Universidad Nacional Arturo Jauretche y la Universidad Nacional de Hurlingham, presentó el sexto informe de “Radiografías Metropolitanas”, documento que indaga el estado de las finanzas públicas a nivel municipal en el Gran Buenos Aires, de manera comparativa.
En base a información de 20 municipios (sobre 24 posibles) del GBA se encontró, una vez más, que no existe una política común para el gasto entre las diferentes administraciones. Una situación donde claramente predomina la heterogeneidad.
En promedio, los municipios del GBA aplicaron el 43,4 % de sus erogaciones para cubrir gastos de personal. Este valor está en línea con el porcentaje que le destinó a esta partida la administración provincial (AP, 45,7 %).
En algunos casos, el elevado nivel del gasto en personal caracteriza la gestión municipal (por ejemplo, Moreno, Merlo o Quilmes), mientras que en otros, se otorga alguna mayor prioridad a la obra pública (por ejemplo, Lanús, San Fernando, José C. Paz, Malvinas Argentinas o Ezeiza).
En Moreno el gasto en personal llega al 68,5 % del presupuesto, le sigue el municipio de Merlo (68,2 %) y Quilmes (60,4 %).
Lanús (en gran medida, gracias a los aportes nacionales) muestra un mayor dinamismo inversor con el 32,9 % de sus gastos concentrados en inversión de capital; le sigue San Fernando (26,5 %), José C. Paz (26,5 %), Malvinas (25,2 %), y Ezeiza (23,2 %), que completa el conjunto de los cinco municipios con mayor incidencia inversora.
“Estilizadamente, podemos decir que existe una relación negativa entre el pago de salarios y la ejecución de obra pública, aunque esta realidad debe ser tomada con alguna precaución”, afirma Juan Cuattromo, coordinador del área Fiscal del CEM.
Otro de los puntos a los que arriba el informe es que para algunos municipios (como Lanús) el impulso inversor parece provenir fundamentalmente de los aportes que realiza el Gobierno nacional, lo que da espacio a un marco institucional débil a la hora de discutir mecanismos de asignación de recursos.
En base a los datos recolectados, se observa que la realidad fiscal del Conurbano bonaerense luce compleja, trazada por inequidades productivas y sociales, en un contexto de abiertas divergencias en la estrategia fiscal de las diferentes comunas.
“Definir un marco adecuado para las finanzas municipales implica necesariamente rediscutir la relación fiscal entre provincias y municipios, las potestades de recaudación a nivel comunal y las obligaciones de gasto que recaen sobre el mismo”, concluye Cuattromo. (ANDigital).
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