miércoles, abril 07, 2021

Tandil: Desalojaron a artistas callejeros que querían formar un centro cultural en una propiedad privada.

 

Las fuerzas policiales procedieron a cumplir con una orden de allanamiento para evacuar una vivienda tomada hace aproximadamente un mes. Allí se habían instalado cuatro personas que aseguraron no bajarán los brazos ni se irán del lugar. Advirtieron que presentarán un recurso de amparo porque la casa está abandonada hace más de 30 años y quieren hacer allí un centro cultural comunitario.

Ayer cerca del mediodía, efectivos de la comisaría Segunda y de la Departamental de Investigaciones (DDI) concurrieron con una orden de allanamiento a una vivienda ubicada en Alem 919, donde cuatro personas estaban viviendo ilegalmente.

El despliegue del operativo buscó desbaratar la usurpación que llevaban adelante cuatro artistas callejeros que residían en la edificación, pero donde permanecían al momento de la inspección alrededor de una decena de ellos.

El procedimiento, a pesar de la negativa de los desalojados, transcurrió sin mayores inconvenientes. Sin embargo, los artistas advirtieron que no se moverían del lugar y que persistirían allí, porque su intención era formar un espacio cultural abierto para la ciudad en ese sitio.

La casa es antigua y aseguraron que está abandonada hace mucho tiempo, es amplia, consta de dos pisos y un fondo extenso, de su interior la policía sacó una notable cantidad de muebles y otros artículos a la vereda.

Las fuentes oficiales, confirmaron que se trata de una causa que ya lleva cierto tiempo y ahora salió el desalojo, por lo que procedieron a actuar.

Querían hacer un centro cultural
“Empezamos una toma con un fin cultural en un inmueble que está abandonado hace más de 30 años”, explicó a El Eco de Tandil Celso Martínez, uno de los desalojados del sitio.

Si bien manifestó comprender la acción de las fuerzas, expresó enojo con respecto a la forma dominadora en que la llevaron adelante y la falta de papeles certeros.

Dijo que, en primer instancia, los intentó sacar la policía con “medidas arbitrarias” acusando que el dueño de la propiedad había hecho la denuncia para que se fueran de allí. “La abogada fue escoltada, pero vino sin ningún papel, así que desde ahí en adelante ya no está bien ejecutado el procedimiento”, determinó.

Finalmente al rato de esa situación sí les acercaron una orden de allanamiento, donde se hace referencia a la casa de al lado, con otra numeración, no indicando Alem 919 que es donde estaban realizando la toma.

“Vinieron con un papel que no tenía código QR ni número de folio, donde figuraba que tenían que actuar sobre la parcela 15 y nosotros estamos en la 16”, destacó.

Martínez relató que los efectivos entraron por la fuerza, rompieron cerraduras y empezaron a sacar a la gente. Explicó que en la vivienda habitan cuatros personas desde hace un mes.

La intención de los artistas es presentar un recurso de amparo y hacer una denuncia por el mal actuar de la policía, sin ningún propósito a la vista de dejar realmente el predio. “Vamos a seguir, nos volveremos a meter y esto va a hacer un centro cultural porque hace falta en la ciudad”, aseveró.

“No vamos a bajar los brazos”
Mientras retiraban del interior de la casa camas, colchones, bicicletas, sillas, cocina y muchos tarros de pintura, entre otras cosas, en la puerta aguardaba un camión de la Municipalidad de Tandil.

Los desalojados no sabían si es que llevarían sus pertenencias a ese dispositivo comunal o qué pasaría, pero advirtieron al menos sorpresa que justamente hubiera un transporte con el logo de la Municipalidad en un operativo de esas características.

Tratando de cuidar sus cosas y preparándose para no moverse de allí, Celso Martínez junto a sus pares aseguraron que no tenían intención de convertirse en dueños del espacio o ser titulares del mismo.

“Sabemos que eso nunca va a pasar, solo queremos activar una casa que está tirada hace más de tres décadas para un fin común, para la comunidad, donde se haga arte y sea abierto y liberado para todos”, expresó con tranquilidad, a pesar de lo que estaba sucediendo.

Finalmente, reafirmó que más allá de la presión “o represión” que puedan ejercer sobre ellos, no se van a mover. “Ya llevamos más de un mes habitando el espacio y no vamos a bajar los brazos”, concluyó. (El Eco).


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