miércoles, julio 12, 2023

Rapanui abrirá una fábrica de chocolates en Pilar

La planta estará ubicada a la altura del kilómetro 66 de la Ruta 8, en la localidad de Fátima. Desde allí se abastecerá al mercado de América Latina.

La fábrica de chocolates Rapanui sumará una planta más de producción a la original que funciona en la ciudad de Bariloche. La inversión se concretará en Pilar, más precisamente en la localidad de Fátima, donde está previsto que la compañía fundada en 1996 se instale en el mediano plazo.

Propiedad de Diego Fenoglio, Rapanui es una empresa familiar de la que también forman parte sus hijos, Aldo y Leticia, y que en los última década fue ganando mercado a fuerza de calidad y precios competitivos.

De acuerdo con información a la que accedió El Diario, la futura planta estará ubicada en el kilómetro 66 de la autopista Pilar Pergamino, a metros del peaje de la Ruta 6. Si bien el proyecto lleva ya algunos años, los trámites para poder avanzar con el desarrollo ya se encuentran avanzados.

El principal objetivo de la nueva fábrica es abastecer al mercado de América Latina. Así lo confirmaba Diego Fenoglio en una entrevista publicada por Forbes en 2021, donde afirmó que "estamos armando una planta en Buenos Aires, porque nos cuesta muchísimo la logística desde Bariloche, y para llegar a la región tenemos que salir desde el puerto de Buenos Aires".

En este sentido, por entonces adelantó que la nueva locación de Fátima "es un lugar lindísimo al lado de un arroyo, no dentro de un parque industrial".

Por otra parte, en 2023 la empresa accedió a una financiación por parte del Banco Argentino de Desarrollo (BICE) para adquirir una máquina proveniente de Suiza que le permitirá sumar una línea completa de elaboración de chocolates, triplicando su producción y generando 250 empleos.

El propósito de la compañía es triplicar la producción hacia fines de 2025, además de abrir otras 20 sucursales en los próximos años. La apertura de la planta en Pilar es parte de ese plan de crecimiento.

Además, el distrito también se encuentra en el radar de la empresa para abrir un negocio de venta al público. Así lo confirmó Leticia Fenoglio, CEO de la empresa, durante la apertura de la sucursal del complejo Nordelta, en el partido de Tigre, en abril de 2022.

En la actualidad, Rapanui cuenta con 12 locales en la Argentina. A su vez, exporta sus productos a Chile, Brasil, Ecuador, Perú, México, Colombia y Uruguay. En 2020 decidió expandirse al viejo continente a través de la apertura de una planta productora en Valencia (España) que demandó una inversión de 3,5 millones de euros.

En este caso, la producción se centra únicamente en las frambuesas bañadas en chocolate, denominadas "Franuí", que se comercializan en España, Italia, Grecia, Alemania, Austria, Francia y nada menos Suiza, país sinónimo del chocolate, y con las que buscan seguir creciendo en el mercado internacional. En este sentido, el producto estrella de la marca también arribó a Israel, Estados Unidos y Canadá.

¿A qué hora cierra Rapanui?

En el 2021, en plena sesión de Senado mientras se trataba la ley Ley Pandemia, el descuido de un micrófono abierto hizo que de una pregunta de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, una frase viral. "¿A qué hora cierra Rapanui?", quiso saber la mandataria y con su interrogante, le otorgó una impensada publicidad a la marca.

No obstante, el prestigio de Rapanui es, en realidad, un camino de hormiga ganado a pulso a través de la incesante búsqueda de la calidad.

La firma es propiedad de Diego Fenoglio, el "Willy Wonca argentino", hijo de Aldo, un inmigrante italiano que se instaló en Bariloche en 1947, luego de administrar una bombonería en su Turín natal. Junto a su esposa Inés fundaron en la ciudad rionegrense la confitería chocolatería "Tronador", la primera de la Patagonia.

En 1970 Aldo murió repentinamente de un infarto y la empresa, que para entonces ya se llamaba Fenoglio, quedó en manos de su esposa y de sus tres hijos, Diego, Laura y Bruno, que falleció a sus 33 años.

En 1996, por diferencias familiares acerca del rumbo que debía tomar la compañía, Diego decidió fundar su propia fábrica de chocolate, denominada Rapanui en honor al nombre de la casa de su infancia que todavía sigue conservando en Bariloche. En ella trabajan sus hijos Aldo y Leticia, CEO de la firma.

El primer local Rapanui se abrió sobre la calle Mitre en el centro de la ciudad de San Carlos de Bariloche y en 2012 abrieron el primer negocio en la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de la Recoleta. De la mano de esta expansión llegó la incorporación de los helados, a propósito de la necesidad de ofrecer un producto acorde a las altas temperaturas del verano porteño.

En cuanto al origen de los productos, todos los chocolates son elaborados en la planta de Bariloche y los helados en cada sucursal y en el día. En el Mercado Central Rapanui cuenta con una planta procesadora de pulpa y cada mañana se eligen allí las mejores frutas, se procesan y se envían a cada uno de los locales.

En tanto que la empresa Fenoglio continuó en manos de su madre y de su hermana hasta que en el año 2000, cuando tras una importante crisis que la llevó a una convocatoria de acreedores, la empresa Havanna terminó por comprarla.

Por su parte, Rapanui logró consolidarse en el mercado local primero a través de los chocolates y luego con la incorporación de los helados, y luego expandirse fronteras afuera. Reacio a franquiciar el negocio, cada sucursal que funciona en el país es administrada por la empresa, es decir por la familia.

"Tenemos integrada toda la cadena de valor -explicaba Diego Fenoglio a Forbes en 2021- , desde la materia prima hasta el consumidor, por eso el precio es competitivo: un chocolate de kiosco es más caro que un bombón nuestro. Si tuviese que tener que un franquiciado, tendría que aumentar el precio al público un 10%. Nuestros clientes son fieles porque la relación precio/calidad que tenemos es excelente". (Pilar a Diario).

 

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