lunes, enero 07, 2008

UNLU, LA UNIVERSIDAD PERSEGUIDA. Primera parte. Por Fabián Domínguez


LUJAN, Enero 07, (PUNTO CERO-Diarionp) Hace treinta y cinco años se creaba el centro de estudios que fue el primer espacio universitario laico de la región. Luego la dictadura quiso hacerla desaparecer.
La Universidad Nacional de Luján (UNLu)camina a la celebración de los 35 años de su creación, que será el próximo 20 de diciembre y que tendrá una serie de actividades para recordarlo. La UNLu fue creada a través de la Ley 20.031 de 1972, durante el gobierno de militar de la autodenominada Revolución Argentina, con el general Alejandro Agustín Lanusse como Presidente de la Nación, en pleno proceso de democratización del país ya que las fuerzas políticas y sociales venían presionando para que la dictadura diera un paso al costado.
Curiosamente otra dictadura, esta vez más sangrienta, impulsó el cierre de la misma universidad, cosa que ocurrió durante el año 1979, situación resistida y repudiada por los sectores más disímiles de la sociedad. La democracia que Argentina comenzó a transitar a partir de 1983 pronto recuperó a la UNLu, con la reapertura en julio de 1984, con un crecimiento incesante desde entonces.

Primeros pasos
Al finalizar la década del ´60 la región noroeste de la provincia de Buenos Aires venía reclamando por una universidad y el gobierno de facto tenía proyectado crear cinco nuevas universidades regionales distribuidas por el país. A mediados de julio de 1969 hubo una reunión en Luján entre el entonces decano de la facultad de Farmacia y Bioqímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Taquini, los intendentes de General Rodríguez y Luján, y más de una docena profesionales de la región.
El doctor Tarquini era el autor del proyecto de las nuevas universidades estatales, y el objetivo de crear un centro de estudios en la zona apuntaba a descentralizar la creciente población estudiantil que desembarcaba año tras año en la UBA. El eje elegido era las zonas comprendidas entre Luján y Pilar, ya que allí estaba el vértice geográfico del movimiento de población hacia el norte de la provincia, que se veía favorecida por los accesos carreteros que se construían en ese momento y las tres líneas ferroviarias que circulaban por el eje mencionado.
El mismo Tarquini planteó la necesidad de un espacio de 200 hectáreas, y que la orientación de la nueva universidad apuntara a las ciencias biológicas, agronómicas y de la alimentación. Luego de intercambiar opiniones entre los presentes, se acordó promover una movimiento de opinión pública, crear una comisión encargada de encauzar las gestiones a fin de obtener la sanción de la ley de creación. Un mes más tarde, el 9 de agosto, se creó en Luján la Comisión Pro Universidad Nacional, que tuvo como objeto difundir la propuesta de creación de una casa de altos estudios en el eje Pilar- Luján, sumar adhesiones y realizar reuniones con personalidades e instituciones de la región.
Poco a poco el nombre de la localidad de Pilar fue desapareciendo, y en 1970 la bandera de la universidad local la levantó con fuerza la comunidad de Luján, con reuniones periódicas, con subsidios del municipio a la Comisión Pro Universidad, e incluso señalando el espacio donde debería instalarse el nuevo centro de estudios una vez creado. Al finalizar 1971 se logró la creación, por parte del Ministerio de Educación de la Nación, de una Comisión Nacional para que estudiara la factibilidad de crear dicho organismo educativo. La mencionada Comisión Nacional presentó en 1972 el estudio al ministro Gustavo Malek, el cual lo aprobó en agosto del mismo año.

La creación
El 20 de diciembre de 1972, el presidente de facto Lanusse firmó el decreto ley 20.031 por el cual crea la Universidad Nacional de Luján, designando a su vez al delegado organizador. Aunque la Comisión Pro Universidad había propuesto una terna integrada por los doctores Alceo Barrios, Alberto Jech y el profesor Omar Peláez, el Poder Ejecutivo Nacional decidió nombrar en el cargo al doctor Ramón Rossel, especialista en Química y entonces decano del Departamento de Agronomía de la Universidad Nacional del Sur. La ley le otorgaba al organizador un plazo de 30 días para elevar el proyecto de estructura y el plan de desarrollo de la nueva universidad.
El año 1973 fue muy agitado para la vida institucional de la Argentina, con la elección del nuevo presidente constitucional, que recayó en el delegado de Juan Perón, el dentista Héctor J. Cámpora. De tal manera que en la primera semana de junio se dispuso la intervención de las universidades, siendo designado como rector interventor el doctor Emilio Fermín Mignone, quien pronto convocó a elecciones para conformar el Consejo de Gobierno de la UNLu.
No solo se iniciaron las actividades académicas, sino que pronto se abrieron delegaciones de distintas regionales, siendo creada en 1974 la de General Sarmiento, que tuvo el edificio de la Facultad Luterana como lugar donde se cursaban las diversas carreras. La mencionada sede, ubicada en Gaspar Campos y Coronel Arias, fue sacudida en el mes de agosto por la violencia que reinaba en el país cuando hieren y secuestran al capitán (retirado) Carlos Eduardo Arteaga. El 24 de agosto, el ex suboficial se retiraba del edificio donde cursaba la carrera de Ciencias Agrarias y Zootecnia, cuando fue interceptado por tres personas que quisieron subirlo a un Peugeot 504 blanco, pero el hombre, de 50 años, se resistió, siendo herido de dos balazos, a la vez que una de sus compañeras, María Ruiz, recibía un impacto de bala. Malherido, el hombre fue subido al vehículo, el cual fue encontrado horas después con manchas de sangre pero sin el secuestrado, quien sería hallado muerto en un baldío cercano al Cruce de José C. Paz el 29 de agosto, luego de que lo remataran de varios tiros.

Otra dictadura

El año 1976 fue muy significativo para la UNLu ya que renuncia del rector normalizador. Apenas se produjo el golpe de Estado, el 24 de marzo de 1974, el doctor Emilio Mignone presentó su renuncia, como para manifestar su desacuerdo con el nuevo gobierno de facto. A partir de aquel momento Mignone lucharía por el respeto de los derechos humanos en la Argentina a través del CELS, sufriendo además la desaparición de su hija Mónica. No será el único golpe fuerte que recibirá la gente vinculada con la UNLu, ya que la misma dictadura, como parte del terrorismo de Estado que implementó, decidió cerrar la casa de estudios en 1979. Continuará. (PUNTO CERO-Diarionp).


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