LUJAN, Enero 07, (PUNTO CERO-El Civismo) Detrás del reclamo de los trabajadores de “MJ Materiales” se esconde una feroz lucha entre las cúpulas sindicales que hoy divide a la CGT.
Una decena de corralones decidió cerrar el viernes en repudio a las acciones llevadas a cabo por el gremio de Choferes de Camiones y en solidaridad con el corralón de los hermanos Peroni.
Comerciantes temen que la medida de fuerza se extienda a otros rubros y solicitarían reunirse con la intendenta Graciela Rosso.
La puja sindical desatada en la cúpula de la CGT por tener el poder y el control de los trabajadores se divide en dos sectores bien diferenciados: uno liderado principalmente por Camioneros y el otro representado por Gastronómicos y Empleados de Comercio. En esta feroz interna, todo conflicto laboral que se desate en cualquier punto de país es propicio para librar una “batalla” como parte de una “guerra” que en el mes de junio puede dejar vencedores y vencidos. Y, en ese marco, un escenario de “combate” por estos días es Luján, a partir de la situación desatada en el corralón “MJ Materiales”, donde el 20 de diciembre trabajadores iniciaron una medida de fuerza.
Inesperado por los dueños de “MJ”, el día menos pensado se encontraron con un conflicto laboral que ahora amenaza con extenderse a una decena de corralones de esta ciudad que cerraron filas con los hermanos Peroni y no están dispuestos a ceder a las exigencias que plantea el Sindicato de Camioneros.
Como todo comercio, los corralones cuentan con el apoyo del Centro de Empleados de Comercio, (CEC) aunque también y contrariamente a lo que dicen en Camioneros, aseguran que el sindicato mercantilista siempre estuvo junto a los trabajadores.
En tal sentido, recuerdan en Comercio que el 10 de abril de 2007 “MJ Materiales” debió pagar una multa de 1.500 pesos al ser detectadas algunas irregularidades en la relación laboral que tenía la patronal con sus trabajadores. Más allá de esto, 14 trabajadores “aportan voluntariamente” a Comercio y tienen “una amplia participación en la vida del mismo”, dicen en el sindicato con sede en calle Alsina.
A su vez, recuerdan en el CEC que en los primeros días de noviembre comenzaron tratativas con 10 corralones de Luján con el objetivo de implementar un aumento salarial de los trabajadores que superaba el básico establecido por el convenio. Las partes llegaron a un acuerdo y así quedó asentado en el Ministerio de Trabajo.
Cuando todo parecía encarrilarse por el camino de la normalidad, apareció en escena el Sindicato de Choferes de Camiones que entiende que las personas que transportan materiales de un corralón a una obra en construcción -como así también todo aquel que cumpla funciones en lo que se denominan “tareas de logística”- deben afiliarse al gremio de Hugo Moyano que garantiza un salario no menor a los 4.000 pesos, tal como sucede con los camioneros de larga distancia en relación de dependencia.
Tanto para Comercio como para los dueños de corralones, este reclamo de re-encuadramiento sindical carece de sustento legal, jurídico y hasta ponen en duda la legalidad institucional del pedido. Sin embargo, Camioneros no está dispuesto a retroceder en su postura ya que estaría sembrando un peligroso antecedente que sería utilizado como jurisprudencia ante futuros reclamos laborales que tengan como protagonistas al sector mercantil y al transportista.
Con la medida de fuerza declarada, los trabajadores ahora ven peligrar su fuente laboral, al tiempo que los corralones analizan seriamente dejar de prestar este servicio tan común para el rubro.
LEJOS DE UN ACUERDO
La semana pasada se hizo presente una comitiva de funcionarios designados por el Ministro de Trabajo de la Provincia para que medie en el conflicto pero la mediación arrojó resultado negativo.
La situación empeoró con el correr de las horas y el aguinaldo que Camioneros denunció no haber sido pagado, desde el martes está a disposición de los trabajadores de “MJ Materiales” para que pasen a cobrarlo por el CEC Luján. El cambio de lugar obedece a que los empleadores entienden que no están dadas las condiciones de seguridad para abonar los salarios en el lugar habitual de trabajo y porque consideran a Comercio como el único sindicato que representa a sus trabajadores.
En tanto, la decena de corralones que funcionan en Luján decidió ayer realizar un paro de actividades con la intención de solidarizarse con “MJ Corralones” e intentar frenar las presiones que en varias reuniones recibieron desde el Sindicato de Camioneros. Este “lock-out” patronal, al menos inicialmente, no se extendería en esta semana, aunque varios propietarios de corralones que dialogaron con este medio adelantaron que de mantenerse esta situación podrían cerrar sus comercios definitivamente o realizar una fuerte suba de precios para intentar amortizar el traspaso de gremio.
Por otra parte, comerciantes dedicados a otros rubros estarían por solicitar una entrevista con la intendenta Graciela Rosso ante la posibilidad de que el reclamo de Camioneros se extienda a distintos sectores comerciales de la ciudad.
En Cartocor
Una decena de corralones decidió cerrar el viernes en repudio a las acciones llevadas a cabo por el gremio de Choferes de Camiones y en solidaridad con el corralón de los hermanos Peroni.
Comerciantes temen que la medida de fuerza se extienda a otros rubros y solicitarían reunirse con la intendenta Graciela Rosso.
La puja sindical desatada en la cúpula de la CGT por tener el poder y el control de los trabajadores se divide en dos sectores bien diferenciados: uno liderado principalmente por Camioneros y el otro representado por Gastronómicos y Empleados de Comercio. En esta feroz interna, todo conflicto laboral que se desate en cualquier punto de país es propicio para librar una “batalla” como parte de una “guerra” que en el mes de junio puede dejar vencedores y vencidos. Y, en ese marco, un escenario de “combate” por estos días es Luján, a partir de la situación desatada en el corralón “MJ Materiales”, donde el 20 de diciembre trabajadores iniciaron una medida de fuerza.
Inesperado por los dueños de “MJ”, el día menos pensado se encontraron con un conflicto laboral que ahora amenaza con extenderse a una decena de corralones de esta ciudad que cerraron filas con los hermanos Peroni y no están dispuestos a ceder a las exigencias que plantea el Sindicato de Camioneros.
Como todo comercio, los corralones cuentan con el apoyo del Centro de Empleados de Comercio, (CEC) aunque también y contrariamente a lo que dicen en Camioneros, aseguran que el sindicato mercantilista siempre estuvo junto a los trabajadores.
En tal sentido, recuerdan en Comercio que el 10 de abril de 2007 “MJ Materiales” debió pagar una multa de 1.500 pesos al ser detectadas algunas irregularidades en la relación laboral que tenía la patronal con sus trabajadores. Más allá de esto, 14 trabajadores “aportan voluntariamente” a Comercio y tienen “una amplia participación en la vida del mismo”, dicen en el sindicato con sede en calle Alsina.
A su vez, recuerdan en el CEC que en los primeros días de noviembre comenzaron tratativas con 10 corralones de Luján con el objetivo de implementar un aumento salarial de los trabajadores que superaba el básico establecido por el convenio. Las partes llegaron a un acuerdo y así quedó asentado en el Ministerio de Trabajo.
Cuando todo parecía encarrilarse por el camino de la normalidad, apareció en escena el Sindicato de Choferes de Camiones que entiende que las personas que transportan materiales de un corralón a una obra en construcción -como así también todo aquel que cumpla funciones en lo que se denominan “tareas de logística”- deben afiliarse al gremio de Hugo Moyano que garantiza un salario no menor a los 4.000 pesos, tal como sucede con los camioneros de larga distancia en relación de dependencia.
Tanto para Comercio como para los dueños de corralones, este reclamo de re-encuadramiento sindical carece de sustento legal, jurídico y hasta ponen en duda la legalidad institucional del pedido. Sin embargo, Camioneros no está dispuesto a retroceder en su postura ya que estaría sembrando un peligroso antecedente que sería utilizado como jurisprudencia ante futuros reclamos laborales que tengan como protagonistas al sector mercantil y al transportista.
Con la medida de fuerza declarada, los trabajadores ahora ven peligrar su fuente laboral, al tiempo que los corralones analizan seriamente dejar de prestar este servicio tan común para el rubro.
LEJOS DE UN ACUERDO
La semana pasada se hizo presente una comitiva de funcionarios designados por el Ministro de Trabajo de la Provincia para que medie en el conflicto pero la mediación arrojó resultado negativo.
La situación empeoró con el correr de las horas y el aguinaldo que Camioneros denunció no haber sido pagado, desde el martes está a disposición de los trabajadores de “MJ Materiales” para que pasen a cobrarlo por el CEC Luján. El cambio de lugar obedece a que los empleadores entienden que no están dadas las condiciones de seguridad para abonar los salarios en el lugar habitual de trabajo y porque consideran a Comercio como el único sindicato que representa a sus trabajadores.
En tanto, la decena de corralones que funcionan en Luján decidió ayer realizar un paro de actividades con la intención de solidarizarse con “MJ Corralones” e intentar frenar las presiones que en varias reuniones recibieron desde el Sindicato de Camioneros. Este “lock-out” patronal, al menos inicialmente, no se extendería en esta semana, aunque varios propietarios de corralones que dialogaron con este medio adelantaron que de mantenerse esta situación podrían cerrar sus comercios definitivamente o realizar una fuerte suba de precios para intentar amortizar el traspaso de gremio.
Por otra parte, comerciantes dedicados a otros rubros estarían por solicitar una entrevista con la intendenta Graciela Rosso ante la posibilidad de que el reclamo de Camioneros se extienda a distintos sectores comerciales de la ciudad.
En Cartocor
El jueves, el Sindicato de Choferes de Camiones abrió otro frente de conflicto, aunque a diferencia de la crisis de los corralones, la situación se destrabó ese mismo día. Pablo Osuna, secretario general del gremio de la seccional Luján, explicó que la empresa reconoció que habría fleteros en situación laboral irregular y accedió a firmar un acta acuerdo donde se comprometió a registrar a todos sus choferes. La medida de fuerza en la planta de la ruta 6 duró poco más de dos horas. (PUNTO CERO-El Civismo).
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