(La Política OnLine). En los últimos días, el gobernador consiguió el apoyo de la UCR en la Legislatura a cambio de cargos y lugares estratégicos tanto en las Cámaras como en el Ejecutivo. El "Pacto de Olivos" bonarense que diseñó el gobernador para asegurar la gobernabilidad hasta el 2011.
Como anticipó LPO, Scioli le daría el cargo de adjunto del Defensor del Pueblo a una facción del radicalismo y para no ser menos con el otro sector, le entregaría en los próximos días una silla en el directorio del Banco Provincia a un hombre de la línea interna Superación Radical.
Los resultados electorales de junio tendrán su verdadero impacto político luego del recambio de bancas en la Legislatura bonaerense en tan sólo cuestión de días, teniendo en cuenta que la derrota del oficialismo cambiará la disposición de fuerzas en la provincia.
A tal efecto, Daniel Scioli decidió amortiguar el golpe y está tejiendo junto con el radicalismo un pacto de gobernabilidad, una tarea que no tendrá fácil durante los dos años que le restan en la gestión.
El gobernador sabe que con los resabios de la Coalición Cívica no hay acuerdo posible y que Unión Pro deberá resolver sus pujas internas antes de empezar a negociar con el Ejecutivo. Sin embargo, como afirman desde el oficialismo en la Legislatura a La Política Online, “entre peronistas todo es más fácil”.
Es por eso que Scioli encontró en la UCR –y sus distintas facciones- un aliado que le pueda asegurar la gobernabilidad, que se traduce en la fluidez en la Legislatura para sancionar leyes afines al Ejecutivo.
En los sucesos de los últimos días hay claras señales de la existencia de un pacto entre el gobernador y los diversos sectores del partido fundado por Leandro N. Alem. Una se dio ayer, en la sesión del Senado en la que la reforma política, fraguada por el PJ bonaerense y que introduce modificaciones a la Ley Electoral de la provincia, consiguió su media sanción, con el apoyo de la bancada radical.
Este apoyo lo lograron los delfines de Alberto Balestrini dándole lugar a un reclamo que el radicalismo sostenía desde los comicios de junio: la eliminación de las llamadas candidaturas testimoniales. Lo cierto es que el bloque oficialista hubiera conseguido los dos tercios requeridos para aprobar el proyecto sin necesidad de acordar con la UCR. Pero tanto Scioli como Balestrini saben que es hora de generar consensos.
Por otra parte, con la inminente designación del primer Defensor del Pueblo de la provincia, cargo que como explicó este medio caería en manos del diputado oficialista Carlos Bonicatto, pasa algo muy similar.
La UCR no tiene ni por asomo la cantidad de legisladores como para imponer a un candidato, pero propuso al senador Enrique Honores como Defensor adjunto y eso le viene bien al oficialismo para asegurarse los votos necesarios para designar a su candidato y fortalecer la relación con el radicalismo.
Como anticipó este medio, el principal promotor de ese acuerdo es el jefe de la bancada de diputados radicales, Ricardo Jano, que comparte línea interna con Honores en el partido centenario.
A Scioli no se le escapa el hecho de que Honores esté enfrentado con Jesús Porrúa, presidente del bloque radical en el Senado y referente de otra facción del radicalismo bonaerense llamada Superación Radical.
En ese sentido, el gobernador ya tiene pensada la solución para incluir en el acuerdo de gobernabilidad a esa pata de la UCR. Como confirmaron fuentes de Superación Radical a La Política Online, Scioli está en tratativas para designar a Porrúa o bien a su colega, el senador Diego Rodrigo, como uno de los directores del Banco Provincia, junto a los flamantes directores Alfredo Sivero y el ex ministro de Economía, Carlos Fernández.
El pacto con la UCR no termina allí, puesto que con el recambio legislativo también se eligen nuevamente las autoridades en ambas Cámaras. A sabiendas de que el oficialismo no podrá conservar todos los cargos que obtuvo por la enorme mayoría con la que contaba en Diputados y cuenta en la Cámara Alta, el justicialismo acordó con la UCR la cesión de una vicepresidencia, al menos en la Cámara Baja.
Como anticipó este medio, el presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González, conseguiría el consenso suficiente para conservar cómodamente la presidencia y la vicepresidencia, y mediante un acuerdo con Jano, la vicepresidencia primera sería ocupada por el radical Juan Gobbi.
Como anticipó LPO, Scioli le daría el cargo de adjunto del Defensor del Pueblo a una facción del radicalismo y para no ser menos con el otro sector, le entregaría en los próximos días una silla en el directorio del Banco Provincia a un hombre de la línea interna Superación Radical.
Los resultados electorales de junio tendrán su verdadero impacto político luego del recambio de bancas en la Legislatura bonaerense en tan sólo cuestión de días, teniendo en cuenta que la derrota del oficialismo cambiará la disposición de fuerzas en la provincia.
A tal efecto, Daniel Scioli decidió amortiguar el golpe y está tejiendo junto con el radicalismo un pacto de gobernabilidad, una tarea que no tendrá fácil durante los dos años que le restan en la gestión.
El gobernador sabe que con los resabios de la Coalición Cívica no hay acuerdo posible y que Unión Pro deberá resolver sus pujas internas antes de empezar a negociar con el Ejecutivo. Sin embargo, como afirman desde el oficialismo en la Legislatura a La Política Online, “entre peronistas todo es más fácil”.
Es por eso que Scioli encontró en la UCR –y sus distintas facciones- un aliado que le pueda asegurar la gobernabilidad, que se traduce en la fluidez en la Legislatura para sancionar leyes afines al Ejecutivo.
En los sucesos de los últimos días hay claras señales de la existencia de un pacto entre el gobernador y los diversos sectores del partido fundado por Leandro N. Alem. Una se dio ayer, en la sesión del Senado en la que la reforma política, fraguada por el PJ bonaerense y que introduce modificaciones a la Ley Electoral de la provincia, consiguió su media sanción, con el apoyo de la bancada radical.
Este apoyo lo lograron los delfines de Alberto Balestrini dándole lugar a un reclamo que el radicalismo sostenía desde los comicios de junio: la eliminación de las llamadas candidaturas testimoniales. Lo cierto es que el bloque oficialista hubiera conseguido los dos tercios requeridos para aprobar el proyecto sin necesidad de acordar con la UCR. Pero tanto Scioli como Balestrini saben que es hora de generar consensos.
Por otra parte, con la inminente designación del primer Defensor del Pueblo de la provincia, cargo que como explicó este medio caería en manos del diputado oficialista Carlos Bonicatto, pasa algo muy similar.
La UCR no tiene ni por asomo la cantidad de legisladores como para imponer a un candidato, pero propuso al senador Enrique Honores como Defensor adjunto y eso le viene bien al oficialismo para asegurarse los votos necesarios para designar a su candidato y fortalecer la relación con el radicalismo.
Como anticipó este medio, el principal promotor de ese acuerdo es el jefe de la bancada de diputados radicales, Ricardo Jano, que comparte línea interna con Honores en el partido centenario.
A Scioli no se le escapa el hecho de que Honores esté enfrentado con Jesús Porrúa, presidente del bloque radical en el Senado y referente de otra facción del radicalismo bonaerense llamada Superación Radical.
En ese sentido, el gobernador ya tiene pensada la solución para incluir en el acuerdo de gobernabilidad a esa pata de la UCR. Como confirmaron fuentes de Superación Radical a La Política Online, Scioli está en tratativas para designar a Porrúa o bien a su colega, el senador Diego Rodrigo, como uno de los directores del Banco Provincia, junto a los flamantes directores Alfredo Sivero y el ex ministro de Economía, Carlos Fernández.
El pacto con la UCR no termina allí, puesto que con el recambio legislativo también se eligen nuevamente las autoridades en ambas Cámaras. A sabiendas de que el oficialismo no podrá conservar todos los cargos que obtuvo por la enorme mayoría con la que contaba en Diputados y cuenta en la Cámara Alta, el justicialismo acordó con la UCR la cesión de una vicepresidencia, al menos en la Cámara Baja.
Como anticipó este medio, el presidente de la Cámara de Diputados, Horacio González, conseguiría el consenso suficiente para conservar cómodamente la presidencia y la vicepresidencia, y mediante un acuerdo con Jano, la vicepresidencia primera sería ocupada por el radical Juan Gobbi.
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