Luego de la denuncia difundida por EL CIVISMO Digital, la Municipalidad informó que tomó intervención la jefatura del CPC “separando del cargo a dicho personal y, al mismo tiempo, haciendo la denuncia al Departamento de Asuntos Internos”.
La Jefatura de Comando de Prevención Comunitaria decidió separar de la fuerza al personal policial que se negó a aprehender a dos menores que habían sido atrapados por vecinos y entregados a la Policía tras romper la vidriera de un centro de estética con la finalidad aparente de cometer un robo.
Así se lo comunicó el mando del CPC a la Subsecretaría de Seguridad de la Municipalidad que a su vez lo dio a conocer, horas después que el caso tomara estado público a través de EL CIVISMO Digital.
Además de ser separados de la fuerza, la Jefatura del CPC hizo la denuncia al Departamento de Asuntos Internos que deberá determinar si los policías que acudieron la madrugada del jueves a Alsina 1455 pero dejaron ir a los jóvenes causantes del daño con el aparente argumento que por ser menores y esto implicaba hacer un "papeleo bárbaro" –tal como dijo una vecina a este medio-, no cumplieron con su deber. En caso de ser encontrados responsables, deberá aplicar las sanciones correspondientes para que puedan o no continuar con su actividad como policía.
Como informó este medio, la Secretaría de Seguridad de la Municipalidad de Luján también señaló que "en el día de la fecha (por el jueves), siendo las 2.30 se recibe a través del 911, una llamada de emergencia a raíz de un ilícito que se estaba cometiendo en un comercio ubicado en la calle Alsina esquina Avellaneda de la ciudad de Luján".
"Al llegar al lugar un móvil policial, comprueba que los vecinos habían aprehendido a dos menores delincuentes que estaban apedreando el local comercial. En tales circunstancias, el personal policial interviene, habla con los menores y, ante la sorpresa de los vecinos presentes, los deja en libertad sin llevar a cabo actuación alguna".
Si bien es de público conocimiento que los menores que son aprehendidos -salvo que hayan cometido un grave delito- recuperan la libertad a las pocas horas al ser entregados a sus progenitores previa intervención de la Justicia, en el comercio damnificado por el hecho guardaban ciertas expectativas de que los padres o progenitores al menos se hicieran cargo del daño cometido por sus hijos.
En tal sentido, pusieron como ejemplo un caso similar ocurrido en un comercio cercano donde menores rompieron los vidrios y los padres asumieron los costos, algo que ahora difícilmente suceda debido a la inexplicable actitud que tuvo el personal policial de una de las patrullas del CPC Luján que llegó al lugar. En particular, señalaron al encargado de la unidad 15 como el policía que impidió que uno de los menores, casi por voluntad propia, ingresara al vehículo policial y junto al cómplice que habría participado del hecho, les ordenó que se alejaran del lugar sin tomar ningún temperamento. (El Civismo).
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