La inflación, las subas de tarifas y la caída del empleo juegan un factor determinante para deteriorar el poder adquisitivo de la gente. Se viene otro informe social de la UCA.
La pobreza sigue en aumento en la Argentina.
Así lo sostiene un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) que se difundirá en los próximos días.
El mayor riesgo de subocupación y empobrecimiento no afecta actualmente al sector formal de la economía (empleados registrados), sino a los trabajadores informales, alerta el estudio.
"Los incrementos en los precios y las tarifas y la menor actividad interna están generando un aumento de la pobreza. Estos nuevos pobres son, en general, familias de trabajadores de sectores populares no marginales o clase media baja que no cuentan con sistemas de protección social", precisó Agustín Salvia, director del observatorio de la UCA.
Dijo que "los incrementos en los precios y las tarifas y la menor actividad interna están generando un aumento de la pobreza".
En el primer trimestre de 2016 hubo 1,4 millón más de nuevos pobres en el país mientras todos los días más gente se suma a esa cruel estadística.
El avance de la pobreza afecta a "una amplia capa de trabajadores asalariados precarios, trabajadores independientes no profesionales, pequeños comerciantes y trabajadores eventuales (no menos de 3 millones de personas) los cuales, además de carecer de visibilidad y de representación política, o debido a ello, no han sido objeto de una especial protección social frente a la situación crítica generada por la caída del consumo, el aumento de los precios y el mayor riesgo de despido o caída de la actividad".
Alerta que "miles de pobres pueden sumarse si el derrame o la protección social tardan, son débiles o no llegan”.
Para el Observatorio de la Deuda Social, no hay todavía una crisis ocupacional, pero para estos sectores "en nada habría ayudado la ley antidespidos, pero sí una más clara decisión política a proteger, subsidiar y promover más fuertemente el empleo, el consumo y el nivel de actividad en los mercados donde estos segmentos se desenvuelven”.
La evaluación de la UCA además advierte sobre el riesgo de poner demasiadas expectativas en el supuesto derrame social que se generaría a partir de la llegada de las esperadas inversiones, por una serie de barreras estructurales que conspiran contra el desarrollo con inclusión social; entre ellas señala la concentración económica, la inserción internacional a partir de una fuerte especialización productiva basada en recursos primeros y la extranjerización de las empresas líderes.
El cierre tiene que ver justamente con el efecto contrario que podría observarse si no hay un plan alternativo: "Muy rápidamente pueden sumarse miles de nuevos pobres si el derrame o las medidas de protección social tardan más de lo previsto, resultan débiles o no llegan”. (Asteriscos TV).
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