Al pasar al vecino país, a los turistas les sellan el pasaporte con la inscripción de "Prohibido Trabajar y Estudiar" en el tiempo que dure la visita. La carta de un argentino que vive en Bolivia.
Mientras en la Argentina se estudian medidas que pretenden limitar el ingreso irrestricto de extranjeros, revisando sus antecedentes penales, entre otras medidas, Bolivia ya está aplicando medidas que condicionan la presencia de quienes ingresan a ese país.
Así, a quienes llegan a Bolivia, en las oficinas migratorias, además de un sello en el que queda constancia del día de ingreso, le sobreimprimen un sello que reza: "Turista prohibido trabajar y estudiar".
La medida tomada por Bolivia promete polémica, habida cuenta de que, en sentido inverso, Argentina es destino irrestricto para esas dos actividades, no para con los bolivianos, sino con inmigrantes de todo el mundo. Y además, porque los partidarios del gobierno de Evo Morales en Argentina, mayoritariamente enrolados en el kirchnerismo, se oponen a medidas inclusive menos limitantes que pretende tomar el gobierno de Macri y dirigidas solo a impedir la comisión de delitos.
La medida de Bolivia impactó en Salta, provincia que mantiene (como Mendoza con Chile) una fluida relación con el país limítrofe al norte en la localidad de Salvador Massa. El portal Qué pasa Salta lo difundió, señalando que ese sello ya fue colocado a personas que habitualmente van y vienen por la frontera con Bolivia.
La carta de un argentino en Bolivia
El ciudadano argentino radicado en Bolivia Carlos Alberto Alderete publicó una carta en la que critica el sistema burocrático que legaliza la residencia de extranjeros en ese país y, entre otras cosas, afirmó con ironía que los argentinos son "los giles del continente".
Alderete vive en el país vecino desde hace un año y medio por motivos laborales, y el centro de sus quejas radican en los sucesivos trámites que debe realizar para que su estadía en Bolivia no sea ilegal.
La controvertida publicación no tardó en viralizarse a través de las redes sociales y no faltaron quienes se mostraron a favor y en contra de la postura de Alderete.
Promediando la misiva, exclamó: "En ningún país de la región te dan facilidades para que te quedes, salvo en nuestro querido país" y agregó: "Cada país cuida y defiende a sus ciudadanos, menos el nuestro, que posterga a los propios en beneficio ajeno".
La carta completa:
"Por un contrato laboral resido en Bolivia desde hace un año y medio; les cuento que para residir en Bolivia es necesario contar con pasaporte, aunque no sea necesario para ingresar a este territorio.
El certificado de Interpol requerido para trabajar tarda 3 meses. El trámite por un año, con gestor - (porque sin gesto es imposible) - cuesta unos 600 dólares.
Cuando se vence hay que hacer todos los trámites de nuevo, es por dos años y cuesta unos 700 dólares. Al vencer hay que hacer el de tres años, y recién el de radicación definitiva (o sea luego de 6 años), que dura ¡¡¡lo que dura el vencimiento del pasaporte!!! y luego hacerlo de nuevo. Entendieron?, no hablo de EE.UU, hablo de Bolivia !!!
Cada vez que viajás al exterior hay que pagar 10 dólares (por ser extranjero). No hay atención médica gratuita para ningún extranjero, ni educación pública, ni nada parecido.
En cuanto levantás la voz te dicen, con todas las letras: "UD. ES EXTRANJERO", aunque estés residiendo en forma permanente, si no tenés un padrino ningún banco te presta ni un centavo, ni siquiera te abre una cuenta, por cualquier cosa te sacan fotocopia del documento, sólo porque sos extranjero.
Es importante que los argentinos sepamos que los giles del continente somos nosotros.
En ningún país de la región te dan facilidades para que te quedes, salvo en nuestro querido país, y ni se te ocurra tratar de quedarte con un terreno en forma ilegal, porque podés terminar muerto o preso.
Compañeros míos de Siemens vivieron situaciones similares en Brasil y en Chile (Ecuador, peor).
Cada país cuida y defiende a sus ciudadanos, menos el nuestro, que posterga a los propios en beneficio ajeno. Argentina debe abrirle las puertas al mundo como lo ha hecho a lo largo de su historia, pero con condiciones razonables que exijan antecedentes policiales y judiciales, trabajo asegurado, certificado de salud y no abrir indiscriminadamente las puertas para el ingreso de indigentes y en algunos casos hasta delincuentes. Esto no es xenofobia, entiendase bien.
Esto es defensa de la soberanía nacional y del trabajo nacional.
No se puede permitir que una veintena de personas ingresen de Perú sin inconveniente ninguno en nuestras oficinas de Migraciones, a pesar de ser ex convictos en su país, o cientos que vienen de Bolivia y Paraguay, se instalan dos o tres meses en casas de parientes o paisanos, se operan en hospitales públicos de la Capital, a costa del esfuerzo de nuestra sociedad que ya no sólo banca a los conciudadanos del GBA, sino a todos los hermanos Sudamericanos que tengan ganas de venir aquí.
SOLIDARIDAD SI, BOLUDISMO NO!"
Lic. Carlos Alberto Alderete.
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