Un tribunal de ese país condenó a seis militares considerados responsables de asesinatos de dos desaparecidos argentinos en el marco del juicio por el Plan Cóndor en Roma
Dos desaparecidos argentinos con doble nacionalidad italiana, Horacio Campiglia y Lorenzo Ismael Viñas, obtuvieron un acto de justicia al condenar a cadena perpetua un tribunal italiano a seis militares (dos bolivianos y cuatro peruanos) considerados responsables de sus asesinatos en el marco del juicio por el Plan Cóndor en Roma.
Ambos habían sido detenidos en Brasil.
La Operación Cóndor fue un plan criminal de las dictaduras militares sudamericanas que ideó el dictador chileno Augusto Pinochet. Los regímenes intercambiaron información y “grupos de tareas” que secuestraron a miles de personas.
La condena comprendió al ex presidente boliviano Luis Garcia Meza y su ministro del Interior, Luis Arce Gómez. Los peruanos enviados a prisión por vida fueron Martín Martínez Garay, Francisco Morales Bermúdez, Pedro Richter Prada y Germán Ruiz Figueroa.
El tribunal condenó también a cadena perpetua al ex canciller uruguayo de la dictadura militar, Juan Carlos Blanco, de 82 años, considerado un actor cómplice de estos actos criminales. Otro argentino, Luis Stamponi, y su madre lograron una justicia póstuma. En sus casos, el acusado era precisamente el ex canciller Blanco. Stamponi, compañero del Che, había sido atrapado en Bolivia y trasladado a Buenos Aires, a la cárcel clandestina Automotores Orletti.
Los otros dos italoargentinos en la lista de desaparecidos en este proceso son Alejandro Logoluso y Dora Landi, que habían sido secuestrados en Paraguay. No hubo condenas en estos casos porque sus verdugos murieron de muerte natural. Seis represores formaban parte de la lista de 34 acusados pero fallecieron antes del final del juicio de Roma.
La Corte absolvió a trece militares uruguayos procesados, entre ellos el marino Jorge Troccoli que fue el único acusado presente en el proceso, que duró casi un año.
Troccoli fugó de Uruguay y se refugio en Italia, gracias a su doble nacionalidad, y fue procesado en libertad. Uruguay presentó fuera del plazo el pedido de extradición.
Trece desaparecidos uruguayos integraban la lista de 23 víctimas. También seis argentinos.
El fiscal había pedido la cadena perpetua para los militares uruguayos y en un solo caso, el del piloto Ricardo Chávez Domínguez, pidió la absolución “por no haber cometido el hecho”.
Los familiares de los desaparecidos uruguayos se mostraron choqueados y entristecidos por la sentencia. “Vamos a apelar”, dijo Cristina Mihura, viuda del desaparecido Bernardo Arnone, secuestrado en el campo de exterminio porteño de Automotores Orletti en 1976.
El tribunal romano está presidido por la juez Evelina Canale, que dirigió las 61 audiencias del proceso. El caso duró casi una década y fue investigado por el fiscal Giancarlo Capaldo.
En la primera lista de acusados que presentó Capaldo figuraban 140 de Argentina, Uruguay, Perú, Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia. Argentina no quiso notificar a los acusados en el proceso italiano porque alegó que ellos iban a ser juzgados en nuestro país.(Asteriscos TV).
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