El predio del basural de Villa Dominico estuvo activo entre 2004 y 1997. Recibía 6.500 toneladas diarias de basura, procedentes de la Capital Federal y ocho municipios del sur del Gran Buenos Aires (Avellaneda, Lanús, Quilmes, Esteban Echeverría, Lomas de Zamora, Berazategui, Almirante Brown y Florencio Varela). Hoy esos residuos van al relleno Norte III, ubicado en José León Suárez. Durante su etapa de actividad recibió varias denuncias por contaminación y condiciones insalubres en los barrios aledaños. El relleno fue cubierto hace 13 años y comenzó una etapa de tratamiento que dura 30 años posteriores al cierre, en la que se deben realizar controles periódicos en la emisión de gases y líquidos lixiviados.
En 2017, CEAMSE junto con la sociedad Central de Arquitectos, lanzaron un concurso de ideas para la creación de un bioparque metropolitano en 343 de las 400 hectáreas que ocupa el relleno. La intención es que sea un parque público que aproveche el predio cerrado a la comunidad por muchos años. El concurso se desarrolló desde agosto hasta octubre de 2017 y ya se han elegido los ganadores y el plan maestro.
El Acto de Entrega de Premios y Exposición del Concurso Nacional de Ideas para el Plan Maestro General del Bioparque Metropolitano se llevó a cabo el 4 de diciembre de 2017 en el Salón Auditorio de la SCA. Allí se anunciaron a los ganadores del primer premio Trabajo clave U cuyos autores fueron los arquitectos Raúl Antonio Allegrotti, Roberto Luis Colombo y Luciano Dimaio con la colaboración de Javier Deyheralde, Fabián Dejtiar, Victoria Cuadrado, Gabriel Safranchik, Agustin Passerini, Delfina Colombo, Noelia Belén Sera, Florencia Bellocchio y Sabina Tiemroth. Y asesores Arq. Manuela Garcia Faure (Paisajismo), Arq. Fernando Néstor Murillo (Urbanismo).
2Los beneficiados con el segundo premio fueron los arquitectos Ezequiel Martinez y Gisela Hidde. Autores del Trabajo clave B, que contaron con la colaboración de Belen Bonaz, Martín Simonyan, Celeste Iglesias y Elizabeth Vergara.
Y por último en el tercer puesto autores del trabajo clave Q fueron Roberto Frangella, Bárbara Berson, Horacio Sardín y Valeria del Puerto.
Al acto de entrega de premios asistieron: Gustavo Coria presidente del CEAMSE, Rosalba Sarafian, gerenta de saneamiento y mantenimiento del complejo Villa Dominico, el intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi y el intendente de Quilmes, Martiniano Molina, entre otras autoridades y público interesado.
El presidente de la CEAMSE, Gustavo Coria, aseguró que el proyecto ganador “tiene el concepto primario de concientización ambiental y, por sobre todas las cosas, contiene la impronta de interfaz entre el espacio urbano y los vecinos para que puedan disfrutar del parque”. Además hizo hincapié en el trabajo interjurisdiccional de los municipios “Quiero agradecer al intendente de Quilmes y al de Avellaneda. Esto no se puede hacer de otra manera más que trabajando en conjunto, de manera integrada, con consenso y diálogo. Nosotros percibimos que teníamos 350 hectáreas a 10 minutos del obelisco y a 20 minutos de la capital de la Provincia de Buenos Aires, con un espacio que le estaba dando la espalda al tejido urbano y nosotros necesitábamos devolvérselo a los vecinos.”.
También enfatizó en la capacidad de los concursantes para llevar a cabo un plan maestro que satisfaga sus demandas y expectativas “A los ganadores mi agradecimiento especial es porque lograron sintetizar las ideas que teníamos en el CEAMSE. Una idea que se basa en que las ciudades son proyectos colectivos y permanentemente dinámicos. Y lograron entender un poco la idea que nosotros teníamos en la cabeza, que no sabíamos plasmar pero que había que respetar el ecosistema natural. Que debía tener una impronta primaria de concientización ambiental, y sobre todas las cosas, una interfaz con el espacio urbano que facilitara el acceso de los vecinos para que puedan disfrutar el parque”.
3Finalizó su intervención haciendo referencia a los nuevos paradigmas de gestión de residuos y la economía circular “Para crecer es necesario tener la humildad de seguir aprendiendo, y en ese proceso de aprendizaje entendimos que los residuos tiene un valor, tenemos que empezar a recuperar el valor de los residuos. Pero también entendimos los principios de la economía circular, tenemos que evitar generar residuos. Debemos tratar los residuos y minimizar lo que mandamos a disposición final. Y cuando ya no podemos hacer eso, la economía circular también es regenerativa como en este caso en este proyecto en particular.
Por último también intervino el intendente de Quilmes Martiniano Molina “Sé que el desafío es enorme y seguramente lo supera a todos los otros. Quilmes es una zona que sabemos tiene muchas necesidades y es un distrito con muchos desafíos. Y va a tener un espacio que va a poder compartir con todos los vecinos de la Provincia de Buenos Aires y realmente eso es un orgullo porque realmente necesitamos los espacios públicos porque son los espacios por definición más democratizadores”.
Desde la perspectiva socioterritorial el área a intervenir con este proyecto es compleja. Los diferentes actores sociales que lo habitan son heterogéneos y se encuentran poco o nada integrados a la trama metropolitana además de provenir de capas sociales medias y bajas. Desde la arista ambiental, el entorno natural se encuentra altamente afectado por la presencia del relleno sanitario. A su vez, las trazas de las autopistas entran en la trama dividiéndola y demandando que la escala del parque responda no ya a un barrio sino a toda el área metropolitana.
En qué consiste el proyecto ganador.
El análisis cronológico y territorial que hacen los autores en la memoria del proyecto enumera y caracteriza a los actores que habitan el espacio. Además, describen cómo se convierte un sector de periferia alrededor del ferrocarril a un territorio metropolitano.
Imagen1En las décadas del 40 y 50, Quilmes y Avellaneda comienzan a constituirse como un sector urbano alrededor del ferrocarril y de la población inmigrante europea que se ubica en terrenos suburbanos. También los sectores medios de Buenos Aires utilizan la ribera como espacio de recreación para luego darle este protagonismo a las localidades de la costa atlántica. En los 70, el gobierno de la ciudad de Buenos Aires comienza a requerir la reubicación de parte de su población dentro de grandes conjuntos de viviendas sociales en las periferias.
Con la apertura de la autopista Buenos Aires – La Plata, se termina de conformar la infraestructura de transporte actual del sector, dotándolo de escala metropolitana. Hacia fines de los 70, se funda el relleno sanitario de villa Dominico, el cual transforma en forma definitiva gran parte del terreno de las márgenes y el sector de bañados del rio de la Plata. A su vez, en la década del 90 en los terrenos bajos a lo largo de la autopista se formaron barrios marginales habitados por clases bajas en situación de emergencia. Por lo que es un proyecto de intervención del territorio habitado por sectores vulnerables de la sociedad y el proyecto responde a esta particularidad.
La iniciativa de convertir rellenos sanitarios en lugares de esparcimiento público, tiene pocos antecedentes en el mundo (Nueva York, Copenaghe y Barcelona). Las obras se realizarían por etapas, a partir del 2018 y se espera contar con financiamiento público y privado para la concreción del proyecto.
Hoy en día, el complejo ambiental Villa Dominico se encuentra abierto a las visitas de organizaciones sociales y escuelas. Funciona hace un año y medio un laboratorio de cultivos in vitro cuyo objetivo es conservar, reproducir y multiplicar especies de plantas nativas en extinción, un vivero (el primero en Argentina localizado sobre un relleno sanitario) que produce 50.000 ejemplares de distintas especies por año. Un centro de investigación y desarrollo (CIDEC) y finalmente una reserva natural que funciona como un paseo para las escuelas que visitan el predio ofreciendo un recorrido que se articula como una clase de biología por un humedal. “El master plan del bioparque metropolitano implica el desafío de intervenir en la complejidad del tejido metropolitano donde se inserta. Tal desafío demanda transformar tanto el medio antropizado como el social con una lógica de sustentabilidad ambiental. Es decir, que la propuesta de uso y usufructo del medio transforme a sus usuarios, y no al revés como suele suceder en las intervenciones urbanas tradicionales” indican los autores.
El proyecto consta de una red de miradores distribuidos, en las cimas de los rellenos, dentro del espacio que el bosque de especies autóctonas que delimita el parque. Actúan puntos panorámicos que buscan promover la educación y generar concientización ambiental. El mirador del agua, del viento, del bosque, del laberinto de basura, del cielo estrellado y el mirador de la ciudad. Dos de ellos tienen la intención de ser centros de energía renovable en el bioparque.
Entrega de premios CEAMSE_-30El mirador del Sol se compone de una periferia de especies vegetales de escala baja y color amarillo, las mismas proponen la primera caracterización cromática del mirador. Llegando a la cima se extiende un manto horizontal de colectores solares que abastecen ciertos sectores del parque con la energía generada. “El transitar por esta secuencia pone al visitante en cuenta que el Sol da vida a las plantas, genera energía para el parque y que es el principal motor del paso del tiempo” remarcan los autores del proyecto.
El mirador del Viento también se compone de especies vegetales y genera un paisaje peinado en la dirección del viento que se divide en tres sectores. Un sector para remontar barriletes. Uno compuesto por una serie de elementos escultóricos que reaccionarán al paso del viento emitiendo sonidos musicales. Y un tercer lugar de mangas y veletas poblado por elementos que miden intensidad y dirección del viento. Este mirador no tiene la ambición de generar energía para todo el parque, pero sí de reforzar el sentido educativo y concientizador del mismo.
Se proyectan otros sectores como El corredor del canal en torno al canal Santo Domingo desde los cuales se puede experimentar la contaminación del mismo: “proponemos que los visitantes tengan una mirada crítica sobre el impacto negativo de la contaminación de los cursos de agua y así desarrollen una participación activa en la limpieza de los mismos”. También un cañaveral y un área experimental, en la cual se desarrollan especies y se estudia su capacidad de adaptación al entorno.
En todo el proyecto está presente la vocación de educación ambiental, de reflexión sobre las intervenciones humanas sobre la naturaleza y su impacto y la intención de integrar y restituir a los sectores postergados un área para su disfrute y esparcimiento.
“Fue un proceso de dos meses y medio aproximadamente para terminar la primer etapa de entrega de concurso, actualmente estamos desarrollando la segunda etapa” explican los autores al ser consultados sobre el diseño del proyecto.
802A4017El diseño del parque tiene la intención de “derramarse” hacia la periferia una vez ya consolidado. Se pretende que el entorno se vea beneficiado por la aparición de nuevos espacios verdes, logrando de esta manera una integración a ambos lados de la autopista Buenos Aires – La Plata y a su vez expandiéndose sobre las márgenes del río. “El derrame se manifiesta en forma de puentes verdes que cruzan la autopista y prosiguen dentro de la trama con la inserción de especies autóctonas a lo largo de las avenidas que dirigen hacia el Bioparque y lo conectan con el acceso sudeste y las estaciones de tren. De la misma manera, el parque posibilita la ampliación más allá de los límites del canal Santo Domingo y también en dirección hacia la costanera de Quilmes, proponiendo una ciudad más allá de los límites de la autopista y en relación con el Río de la Plata”.
Esta nueva oferta de parque es inédita en la provincia de Buenos Aires afirman sus creadores y esto se debe a tres razones: su accesibilidad desde los centros urbanos. Su escala, 350 hectáreas de parque, un oasis dentro de la condición urbana. Y su contenido, el parque sirve como lugar de reflexión, proponiendo así una mirada crítica sobre nuestro estilo de vida y la necesidad de generar conciencia ambiental. (Informe Digital Metropolitano).
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