Lo dijo Luciana Migueiz, presidenta de la Sociedad de Fomento de Zelaya. Hace casi un mes no pasa el tren. Y desde el año pasado, el colectivo cambió su recorrido por el estado de las calles.
A comienzos del año pasado, vecinos de distintos barrios de Zelaya aunaron fuerzas para pedir mejoras en los accesos a la localidad y el mantenimiento de los caminos de tierra que llevaron a que los colectivos dejen de circular por la calle Patricios.
Ya a un mes del inicio del 2019, los vecinos siguen teniendo el mismo problema y a ese se le sumó otro: desde comienzos de enero el tren del Ramal Victoria-Capilla del Señor, de TBA, suspendió el servicio después de descarrilar.
Por esta razón, y en representación de los cientos de vecinos afectados, la presidenta de la Sociedad de Fomento de Zelaya, Luciana Migueiz, habló con El Diario y explicó que, aunque siempre eligen la vía pacífica para reclamar ya no saben qué hacer para que escuchen sus pedidos.
“Estamos bastante enojados con esto que pasa con el tren porque al menos mientras están en obra tendrían que haber puesto un servicio de colectivos que aunque sea conecte Zelaya con Matheu, por donde el ferrocarril sigue pasando. Además, la frecuencia de los colectivos tampoco es muy buena y con los aumentos a los vecinos económicamente los afecta un montón tener que cambiar su modo de transporte”, contó Migueiz.
Asimismo, agregó: “Supuestamente plantearon obras para que vuelva a circular en junio pero no está muy claro si va a ser así porque no se ve mucho avance en las obras”.
En este punto, cabe destacar que desde el área de Transporte de la Comuna le informaron que se comprometieron a llamar a TBA para ver cómo son las obras “y les pedimos también que se fijen el plan de obras para la calle Patricios porque es fundamental que vuelva el colectivo”.
Sin solución
Otro inconveniente que arrastran hace casi un año es el de los colectivos que dejaron de circular por la calle Patricios desde abril del 2018.
En este sentido, Migueiz aclaró: “Cuando dejó de circular fue porque supuestamente la calle estaba en obra y en realidad lo único que hicieron fue levantarla pero ni emparcharon ni asfaltaron y cambiaron el recorrido para no volver a restablecerlo”.
“La calle está igual de arruinada, no es que se hizo alguna mejora. El año pasado después de que levantaron la calle, llovió y volvió a ser un barrial cuando en su momento los colectivos cambiaron el recorrido precisamente porque un interno casi vuelca”, añadió.
Finalmente, concluyó: “Ya de por sí Zelaya no tenía demasiada accesibilidad de transporte y encima lo poco que hay ahora no funciona y no lo restablecen. Lo que se siente es desidia, es que no somos una localidad del partido, que estamos, pero olvidados. Todo son promesas que no llegan a cumplirse”. (Pilar a Diario).
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