Se trata de Araucaria Energy, planta que pese a estar clausurada
por el organismo violó esa medida. Vecinos insisten en que de todos
modos siguen funcionando.
El Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) denunció
ante la justicia a una de las polémicas termoeléctricas, por haber
violado una clausura preventiva.Se trata de Araucaria Energy, ubicada a la vera de la ruta 25 en Villa Rosa, en el límite con Escobar, firma que había sido cerrada por la cartera ambiental bonaerense días atrás de manera preventiva, lo mismo que APR Energy.
Según habían señalado fuentes del OPDS a Pilar de Todos, la medida respondía a que “Araucaria fue clausurada por ruidos molestos e incumplimiento del Certificado de Aptitud Ambiental, mientras que APR fue cerrada también de manera preventiva por incumplimiento de condicionamientos del Certificado de Aptitud Ambiental”.
No obstante, desde ese mismo día vecinos de la zona, tanto de Villa Rosa como de Matheu (Escobar) denunciaron que las plantas seguían en marcha, sobre todo Araucaria, aunque otros vecinos aseguran que solo fue Araucaria la que violó la medida del OPDS.
En ese sentido, el organismo volvió a realizar un operativo en la zona para constatar la violación de clausura: "En APR estaba todo en orden, cuando fuimos, pero se constató la violación de clausura por parte de Araucaria, por lo que se denunció en la Justicia", señalaron fuentes del organismo.
La presentación se habría radicado en la Fiscalía General de San Isidro el viernes pasado, y desde allí se derivó a la Unidad Fiscal de Instrucción N° 3 de Pilar.
Las usinas de APR y Araucaria fueron siempre rechazadas por los habitantes de la zona, ya que se radicaron, por medio de un polémico cambio de zonificación de la mayoría del Concejo Deliberante en un área rodeada de espacios residenciales, comercios y colegios.
Los ruidos molestos, que comenzaron a hacerse sentir en octubre del año pasado, además de grandes vibraciones, fueron uno de los puntos que encendió la voz vecinal, pero además exponen que los motores hacen un uso intensivo del agua de pozo, lo que podría secar las napas, acopian millones de litros de gasoil, utilizan redes de gas de alta presión, y emanan al aire gases potencialmente dañinos.
Es por eso que los frentistas insisten en que las plantas deben ser trasladadas a áreas industriales especiales, alejadas de la población.
Para controlar las emisiones de ruido, el OPDS instalará una guardia permanente durante un mes aproximadamente en el área, con mediciones durante las 24 horas, para determinar el impacto sonoro que generan en la zona.
Si bien las firmas fueron emplazadas a que realicen medidas que mitiguen los ruidos, estas acciones, aseguran los vecinos, "no sirven para nada".
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