Ante el escaso interés de los inversores en renovar los vencimientos de corto y mediano plazo, y la fuerte caída en la cotización de los bonos, se busca como alternativa "reperfilar" los vencimientos con los grandes prestamistas, incluido el FMI.
El Gobierno busca patear la pelota para adelante con los vencimientos de deuda, en una medida que podría caer como balde de agua fría en los mercados, por la historia de incumplimiento en los pagos que tiene la Argentina. La decisión refleja un dato que puede evolucionar en forma dramática: el país quedó un paso más cerca de repetir su historia negra de defaults recurrentes.
No se sabe a cuántos pasos está, pero sí que está más cerca de esa posibilidad.
Con sangre fría, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, trató de mostrar la mayor tranquilidad posible -eligió leer buena parte de su presentación-, pero traducido a un lenguaje más crudo, lo que dijo el funcionario es que el país está teniendo severos problemas en pagar sus obligaciones de deuda.
Lacunza dio otro dato: dijo que apenas se están pudiendo renovar el 10% de las letras de corto plazo, un nivel bajísimo, que no estaba en los planes del programa financiero.
Ante el escaso interés de los inversores en renovar los vencimientos de corto y mediano plazo, y la fuerte caída en la cotización de los bonos, se busca como alternativa "reperfilar" los vencimientos con los grandes prestamistas, incluido el FMI.
Reperfilar es un término relativamente nuevo en el mundo de la economía, inventado por aquellos que pretenden alejar el fantasma de términos temidos como la cesación de pagos o el default.
La Argentina protagonizó el default más grande de la historia en el 2001, por más de 130.000 millones de dólares, y entró en la lista negra de los inversores internacionales por casi 15 años.
Mauricio Macri estaba convencido de que uno de los principales logros de su gobierno sería normalizar la relación del país con el mundo, pero la debilitada situación financiera argentina echa un manto de dudas sobre si esa expectativa se terminará cumpliendo.
La fuerte suba del dólar y la caída en el valor de los títulos públicos está vinculada con que los inversores ven cada vez más complicada la posibilidad de que la Argentina cumpla en tiempo y forma con los vencimientos de deuda.
También con que suponen que con un gobierno de Alberto Fernández se endurecerá la posibilidad de cobrar, y que el país podría ensayar otro canje de títulos, con quita, como hizo Néstor Kirchner en dos oportunidades.
Esos explica que los títulos públicos hayan ido barranca abajo tras la derrota electoral del Gobierno en las PASO.
Es que, como se preocupó en aclarar Lacunza, este reperfilamiento de la deuda buscará alargar los plazos de pagos, pero sin quita de capital, ni de intereses.
Ver para creer... (Asteriscos TV).
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