El ex intendente de San Miguel ya analiza cómo se posicionará el cuadro político teniendo en cuenta las próximas legislativas.
Se vienen los comicios este año y Juntos por el Cambio necesita consolidar un frente opositor para renovar las 127 bancas que tiene en el Congreso. Liderazgos y posicionamientos están en juego, en una oposición que se encuentra en plena conformación. Allí también se inscribe Joaquín de la Torre, ex ministro de Gobierno en el mandato de María Eugenia Vidal que participa de esta construcción política en la provincia de Buenos Aires.
¿De qué manera deberían ser las alianzas en los espacios políticos?
“Los peronistas hablamos de frentes, somos frentistas. Yo creo en un frente opositor a La Cámpora. Después de la entrega genuflexa del presidente del peronismo de la provincia de Buenos Aires a La Cámpora, está claro que la opción del 2021 y 2023 es La Cámpora o un frente opositor, que creo que en la provincia tiene que estar conducido por peronistas”, dijo de la Torre.
Luego se refirió a cómo cree que debe ser el armado electoral en la provincia de Buenos Aires: “Hay que entender que en la provincia de Buenos Aires no se puede dejar de lado la mirada del peronismo, ni solamente una pata. Creo que la experiencia y las gestiones valiosas de un montón de hombres en la provincia debe ser aprovechada. El problema de la provincia no es que es inviable sino que vienen personas desde afuera sin conocer cómo funciona la provincia. En ese sentido, el gran problema de todos los argentinos es que se ha administrado mal la plata de la gente, en algunos casos por corrupción y, en otros, por desconocimiento. La política ha gastado más de lo que tenía que gastar y, en ese gastar más, está la gran cantidad de las crisis que hoy padecemos los argentinos. El no conocer ayuda a gastar más”.
De la Torre y el aborto
Consultado sobre en qué contribuyó el debate sobre la legalización de aborto en este armado político, el ex funcionario explicó que “lo mejor es seguir sosteniendo la posición y ver el discurso de Martín Lousteau, quien muestra tres cosas: algo que ya conocíamos, que es su inteligencia, algo que sospechábamos que es su honestidad intelectual, y lo tercero que es la diferencia entre lo que él cree que está bien y lo que yo creo que está bien. Lo que hizo Lousteau es determinar que esto era un juego de derechos, que había vida. Como el derecho de la vida no es un derecho absoluto había la posibilidad de limitarlo y, claramente, ahí tengo una gran disidencia con Lousteau: creo que el derecho a la vida es el primero de los derechos por lo que los límites a esos derechos tienen que ser lo más limitados posibles. Somos distintos, él se define como socialdemócrata y yo como socialcristiano, que es lo que siempre fue el peronismo”. (Aqui la Noticia).
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