La Universidad Nacional de San Isidro – Raúl Scalabrini Ortiz abrirá una nueve sede en la estación San Isidro del Tren de la Costa, para lo que se aprovechará el espacio del ex centro comercial en las inmediaciones de dicha parada.
El edificio, que cuenta con una superficie de 14.000 metros cuadrados, se encuentra prácticamente sin uso desde que la cuarentena de 2020 redujo drásticamente el caudal de pasajeros de la línea. Hoy sólo funcionan un supermercado, una oficina y una radio local, que deberán abandonar el espacio para que la universidad pueda tomar posesión de la estructura.
La decisión de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, tomada a través de la resolución 109/2021, forma parte de una serie de medidas que se adoptaron recientemente para mejorar el atractivo del Tren de la Costa y su integración al resto de la red de ferrocarriles metropolitanos.
En ese sentido, Trenes Argentinos Operaciones renovó la estación terminal Delta y anunció un programa de puesta en valor del resto de las estaciones del trazado. Además, se decidió reducir la tarifa de sus actuales $21 (para residentes) y $42 (para no residentes) a $12, aproximándola a los valores de la primera sección del resto de la línea Mitre.
Anteriormente, la empresa estatal ya había modificado los horarios para cumplir con dos objetivos: mejorar la combinación con la línea Mitre ramal Mitre, una histórica demanda de los usuarios que no siempre fue bien atendida, y aumentar la frecuencia -hoy los trenes corren cada 30 minutos, cuando durante la cuarentena lo hacían cada una hora-.
Sin embargo, la falta de material rodante impide reducir los intervalos entre trenes aún más. El Tren de la Costa posee una flota de cinco duplas CAF de tipo tranviario, por lo que en diciembre pasado se firmó con CRRC la adquisición de diez duplas cero kilómetro que se espera permitan ampliar la oferta de servicios.
Auge y ocaso del Tren de la Costa
En 1995, el antiguo ramal Mitre-Delta del ferrocarril Mitre volvió a prestar servicio público luego de 34 años de abandono. La Sociedad del Plata, del Grupo Soldati, restauró las estaciones originales y agregó otras nuevas a un trazado concebido más como un emprendimiento comercial que como un servicio público de pasajeros. El tren funcionaría, así, como una suerte de “cinta transportadora” de clientes entre diferentes shoppings a cielo abierto hasta llegar, en la estación Delta, a los juegos del Parque de la Costa.
Tras unos primeros años exitosos, la aparición de nuevas alternativas de entretenimiento empezaron a plantearle una competencia cada vez más dura a medida que la década de 1990 se acercaba a su fin. La construcción de las salas de cine como parte de la ampliación del shopping Unicenter en Martínez y la posibilidad cada vez más extendida de poder viajar al exterior -sobre todo en la zona cubierta por la línea, de alto poder adquisitivo- hicieron que para 1998 las cifras de pasajeros comenzaran un descenso que se profundizaría con el estallido de la crisis de 2001.
Luego de que el final de la Convertibilidad destruyera el modelo de negocios del Tren de la Costa, la calidad del servicio comenzó a decaer fuertemente al no recibir subsidios operativos; para el Estado, se trataba de un emprendimiento comercial y no de un tren de pasajeros, por lo que la Sociedad del Plata debió solventar su operación con tarifas que se volvieron inaccesibles mientras que en la vía a Tigre del ferrocarril Mitre -que corre a pocas cuadras- se podía viajar por una fracción del costo y llegar a Retiro sin combinación.
El agravamiento de la situación financiera de la empresa llevó a que para 2013, cuando se decidió su estatización, el servicio se prestase con niveles de calidad muy bajos en comparación con los objetivos delineados en su época de esplendor. Esta realidad es la que, desde entonces, se busca trabajosamente revertir en un ramal aún en busca de su justificación. (enelsubte.com).
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