El arreglo del paso a nivel de la calle Don Bosco, en Belén de Escobar, trajo consigo un daño colateral en el tránsito de la ciudad. En los últimos días la circulación para ingresar se volvió más caótica de lo habitual, con demoras y bocinazos por doquier.
La obra, que comenzó este lunes y demorará al menos tres semanas, cortó una de las arterias más utilizadas por los vehículos que ingresan desde la Panamericana o la Colectora Este y profundizó las complicaciones habituales que padecen los conductores.
A pesar de ser un dato positivo, ya que evitará futuros daños en los vehículos que transiten por allí, los trabajos a cargo de la Administración de Infraestructura Ferroviaria -dependiente de Trenes Argentinos- pusieron a prueba el humor de los vecinos que suelen usar la calle Don Bosco y no tuvieron otra alternativa que tomar otro camino.
Los mayores congestionamientos se dan principalmente en tres puntos: Don Bosco, entre Rivadavia y Sarmiento; Rivadavia, entre Don Bosco y 25 de Mayo; y 25 de Mayo, entre Sarmiento y Rivadavia, donde los vehículos se acumulan y, por momentos, los bocinazos se transforman en una sinfonía sin final.
“No ingresen a Escobar en auto, es una trampa. Mejor venderlos, ponernos de acuerdo entre varios vecinos y comprar un helicóptero”, protestó un conductor, en tono humorístico, en un grupo de Facebook especializado en los problemas de tránsito de Escobar.
Otra vecina aseguró que tardó más de media hora en llegar desde Don Bosco y Mitre a la avenida Tapia de Cruz, distante 400 metros. “Un caos. Muchos agentes, pero nadie soluciona nada”, reclamó. Y es que la presencia de inspectores de tránsito en distintas esquinas sirve para coordinar las esperas y los pases, pero no evita las filas de varias cuadras ni los consecuentes malhumores.
La obra que actualmente se está llevando a cabo sobre el paso a nivel de la calle Don Bosco es similar a la que ya se realizó en la avenida Tapia de Cruz y la calle Estrada. Consiste en la remodelación completa del paso a nivel, con nueva calzada, laberintos e iluminación, tal como ocurrió en los dos que ya fueron intervenidos.
Próximamente también se remodelarán los otros tres cruces de vías en Belén de Escobar: el de avenida 25 de Mayo y los de las calles Travi y César Díaz.
Muchos vecinos cuestionaron la planificación de los trabajos sobre las vías: “Podrían haber terminado el paso bajo a nivel (de la calle Podestá) antes de cerrar Don Bosco”, disparó uno de ellos en el mismo grupo de Facebook.
Como si fuera poco, muchos conductores llevan varias semanas protestando también por la falta de sincronización de los semáforos ubicados sobre la ruta 25. Otro factor que contribuye al caos vehicular de todos los días en Belén de Escobar. Para salir a las calles de la ciudad, no queda otra: hay que tener mucha paciencia. (El Día de Escobar).
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