El hecho ocurrió en 2019 en la localidad de Manuel Alberti cuando el malviviente interceptó al efectivo con fines de robo. Al advertir que era policía, emprendió la huida efectuándole varios disparos, aunque no logró herirlo.
El Tribunal Oral en los Criminal N°1 de San Isidro condenó a 13 años y 4 meses de prisión a un joven que intentó matar a un agente perteneciente a la Policía Local en Pilar.
Se trata de Diego Sebastián Villalba, de 22 años de edad, quien protagonizó el hecho que ocurrió el pasado 17 de septiembre de 2019 en la localidad de Manuel Alberti.
Ese día, según se detalló en el fallo firmado por el Juez Alberto Ortolani, cerca de las 16 horas, en la intersección de las calles Santa Isabel y Cattaneo, Villalba interceptó a José Daniel Acevedo - efectivo de la Policía Local que en ese momento se encontraba de civil -.
Villalba intimidó al efectivo exhibiéndole un arma de fuego. Según las declaraciones tomadas en el proceso, el delincuente increpó a Acevedo para robarle sus pertenencias diciéndole «Estás Puesto».
Pero no logró su cometido ya que Acevedo opuso resistencia. Primero amagó a cumplir con las exigencias del delincuente, pero de inmediato sacó su arma reglamentaria. En ese momento, Villalba emprendió su huida corriendo y efectuando disparos hacia la humanidad de Acevedo quien, según el fallo, dio la voz de «alto» que fue desobedecida por el ahora condenado.
Los disparos no llegaron a lesionarlo «pero fueron con claras intenciones de matarlo para garantizar su impunidad», expresa el texto al que tuvo acceso Pilar de Todos.
Tras el hecho, Acevedo pidió refuerzos y pocos minutos después, Villalba fue detenido a escasos 40 metros del lugar, en una vivienda donde intentó ocultarse.
En el allanamiento posterior, dispuesto por el Fiscal Germán Camafreitas, se hallaron en esa casa varias armas de fuego - 4 en total - y municiones que estaban escondidas en el cielo raso de una habitación en la que residía la pareja de Villalba con su bebé de 8 meses.
En el juicio, el acusado intentó defenderse argumentando que entre él y el efectivo policial existía un conflicto en el que el policía lo amedrentaba, versión que intentó reforzar con testimonios de allegados.
Sin embargo, dichos testimonios incurrieron en varias contradicciones por lo que no lograron «torcer la historia».
Finalmente, Villalba fue condenado a 13 años y 4 meses de prisión por lo delitos de “robo agravado por el empleo de arma de fuego apta en grado de tentativa, y homicidio calificado por cometerse para procurar su impunidad y por la condición de la víctima de ser miembro de las fuerzas de seguridad pública en grado de tentativa y por tenencia de arma de fuego de uso condicional de guerra sin la debida autorización legal emitida por la autoridad competente”. (Pilar de Todos).
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