martes, mayo 09, 2023

Y ahora quien le pone el cascabel al gato? Por Lic. Amalia Pasten.

 

(De la edición gráfica Nº 634). En estos momentos de angustia y desesperación para la mayoría de los ciudadanos vemos impávidos como nuestros dirigentes juegan con nuestros magros ingresos, sin inmutarse por nada.
Hablan muy sueltos de cuerpo que se necesitan miles de millones de dólares para tal o cual cosa, dicen que el billete de 2.000 pesos, que aún no conoce la luz ya no vale eso, sino mucho menos.
Los ciudadanos van al mercado y ven con asombro que los precios de las mercaderías básica cambian de hora en hora y nadie sabe responder por qué. O si llego una nueva lista de precios.
Vemos también como algunas organizaciones sociales copan la ciudad con militantes obligados a ir de día, de noche a cualquier hora y en cualquier lugar. Deben acampar con criaturas haya la temperatura que haya.
La ciudad se ha convertido en un cambalache, los que necesitan transitar por ella hacen un curso de laberinto, ya que los colectivos no saben por dónde ir y además ahora los subtes tampoco funcionan debidamente.
Y los dirigentes que han ganado las elecciones hace algo más de tres años, no gobiernan, no ejecutan, ni siquiera prueban a ver si aciertan. Se la pasan discutiendo quien se hace cargo de este desastre (el gato, la guerra, la pandemia, la sequía Etc.) y viendo quien se queda con algo de lo que se haya salvado; ergo quien nos gobernara en los próximos cuatro años. Todos tienen algún muerto en el ropero, o mucha mugre debajo de la alfombra. Si no es así ¿cómo proliferan los narcos en distintas ciudades del país, quienes hacen la vista gorda en los barrios, en las cárceles, en las fronteras?
Nos hablan de dólares, cuando la gran mayoría del pueblo no los conoce, apenas por fotos con suerte. Podrían cambiar el acento y hablar de los dolores en especial de los adultos mayores, que no consiguen sus remedios, que hacen largas y tediosas colas en la calle para conseguir una receta de su médico de cabecera y luego en las farmacias.
Y en muchas farmacias cuando se dice que es jubilado, hacen las cosas más lentas, no es responsabilidad toda del que atiende, también de la burocracia de PAMI.
Con este panorama, ¿con que cara los padres les piden a sus hijos que se esmeren, que estudien, que se preparen? ¿Para qué? para irse del país, aquí los que mandan debiera haber repetido el jardín de infantes, no saben compartir, ni transmitir ni poner en práctica lo que dicen saber.
A la vista esta, hoy nadie sabe, ni siquiera quien le pondrá el cascabel al gato.
Que Dios nos ayude, a conservar la paciencia y la sabiduría, que no hay mal que dure 100 años.

No hay comentarios.: