El precandidato presidencial de Juntos por el Cambio (JxC) Horacio Rodríguez Larreta expresó hoy que “no es momento para líderes mesiánicos”, pidió a su equipo no entrar en “chicanas y politiquería” y resaltó que las reformas no se hacen “gritando desde la tribuna” sino “trabajando”. Lo afirmó al presentar propuestas de campaña rumbo a las PASO junto a su compañero de fórmula, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales.
“Vamos a hablar de los temas que le preocupan a la gente. No nos enganchemos en la politiquería, en las chicanas y las críticas”, dijo Larreta en el microestadio del Club Almagro, en el partido bonaerense de Tres de Febrero.
En el primer acto de la fórmula que comparte con Morales luego del cierre de listas del pasado sábado, Larreta le dedicó un pasaje de su discurso a la interna que mantiene con la otra precandidata y titular en licencia del PRO, Patricia Bullrich.
“Nosotros defendemos la unidad, hagan lo que hagan los otros o las otras”, resaltó el alcalde porteño.
Al hablar sobre seguridad, uno de los tres ejes de campaña junto a educación y trabajo, Larreta remarcó que no la mejorará “gritando desde la tribuna”, en alusión a Bullrich, quien mantiene un perfil más duro sobre estos temas.
“El miedo paraliza a la gente. Eso es lo que vamos a cambiar, con decisión política. No es solo gritando desde la tribuna que vamos a meter a todos presos. Los vamos a meter presos, pero trabajando”, resaltó.
El precandidato señaló que se viene “preparando hace muchos años para este desafío” y ponderó sus “años de experiencia en el sector público” y su capacidad de “liderar equipos”.
“Tengo años de algo muy importante, que es construir y liderar equipos. Esto no es para un líder mesiánico, ni para un carismático”, subrayó.
En ese sentido, admitió que no es “buen discursista” y que “de chico” le decían que “no tenía carisma”, pero valoró que en el desafío de aspirar a la Presidencia lo respalda “un equipo”.
“Todos me conocen, yo no soy un buen discursista. De chico me decían que no tenía carisma y no tenía chance. No pasa por ahí, esto es un equipo”, insistió Larreta.
Además, señaló que no busca “sólo un cambio de gobierno” sino “terminar con el kirchnerismo para siempre”, y recordó con cierto pesar la “experiencia” de la administración del expresidente Mauricio Macri entre 2015 y 2019.
“Ya tuvimos una experiencia, iniciamos un proceso de cambio en la buena dirección y no lo pudimos sostener, volvieron. Eso no nos va a volver a pasar”, remarcó y destacó que “la gran diferencia” será que “el cambio lo vamos a mantener en el tiempo”.
Sobre sus propuestas de campaña, el jefe de Gobierno porteño dijo: “Nos van a escuchar los próximos 45 días con nuestras propuestas en trabajo, educación y seguridad”.
“A partir de hoy vamos a hacer una propuesta por día en los próximos 45 días. Dos veces por semana vamos a profundizar todo un plan de gobierno de cada una de las áreas. Pero no con títulos, vamos a ir al detalle”, agregó.
En cuanto al trabajo, afirmó que va “bajar los impuestos al trabajo” y a agilizar “la burocracia que hoy complica contratar a un trabajador”.
“Vamos a modernizar el sistema laboral y terminar con la industria del juicio que es una catástrofe”, añadió.
Sobre la educación, aseguró que garantizará “los 190 días de clase, como en la ciudad de Buenos Aires” y promoverá “la infraestructura y la conectividad”.
En referencia a la seguridad nuevamente, remarcó que hará un “plan urgente desde el 10 de diciembre” para paliar “el avance del narco”.
“Vamos a mandar los gendarmes a la zonas calientes de la droga”, explicó.
Morales, quien lo antecedió en su discurso, planteó un mensaje similar al indicar que el país necesita “experiencia y carácter” y no “andar a los gritos ni hacerse el bravo”.
“Lo que necesita Argentina es experiencia y carácter, que no es andar a los gritos, ni hacerse el bravo, sino experiencia, capacidad en la toma de decisiones”, expresó el precandidato a vice y titular de la Unión Cívica Radical (UCR).
Además, Morales hizo hincapié en que integra una fórmula de “dos dirigentes de JxC que nos toca gobernar todos los días”, diferenciándose de sus competidores en la interna, Bullrich y el radical Luis Petri, que no tienen cargos ejecutivos.
“Hace unos días tuve que parar el embate de golpe de Estado institucional que quisieron hacer en la provincia de Jujuy”, dijo Morales en referencia a cómo intentó aplacar la protesta docente y en contra de la reforma constitucional provincial, que dejó decenas de detenidos y heridos y tuvo en vilo a la provincia durante varios días.
Además, se refirió a la presencia de dirigentes de los otros partidos que conforman JxC y reiteró que la coalición no busca “convertirse en una secta”, un concepto con el que defendía el frustrado ingreso al frente del gobernador de Córdoba Juan Schiaretti.
“Acá estamos reunidos distintas expresiones en el marco de la diversidad. Eso necesita la Argentina. No tomamos el camino de achicarnos y convertirnos en una secta sino sumar voluntades que quieren lo mejor para le pueblo argentino”, subrayó.
Morales también cargó contra el Gobierno por dejar “altos niveles de inflación y pobreza”, algo que calificó “inaceptable en un país tan potente y rico” y apuntó contra los precandidatos de Unión por la Patria (UxP).
“Sergio Massa es el Alberto Fernández de 2019. Son los mismos; atrás está Hugo Moyano, Eduardo “Wado” De Pedro, Máximo Kirchner y Juan Grabois, Están todos”, enumeró.
Entre los dirigentes presentes estuvieron los presidentes de los otros tres partidos que integran la alianza, como Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica), José Luis Espert (Avanza Libertad), y Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Republicano Federal).
También estuvieron el precandidato a gobernador bonaerense Diego Santilli, su compañero de fórmula Gustavo Posse, el intendente local Diego Valenzuela, el precandidato a intendente de La Matanza Héctor “Toty” Flores, la precandidata a senadora Cynthia Hotton y la precandidata a diputada Silvia Lospennato; entre otros.
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