BUENOS AIRES, Marzo 13, (PUNTO CERO-La Política OnLine) La posible candidatura presidencial de Cristina de Kirchner, como se sabe causa profundas depresiones e incertidumbres entre los más destacados miembros del gabinete nacional, que imaginan el temible futuro de tener que salir a buscar "un trabajo de verdad", o como dirían los norteamericanos "a real job".
La Política Online ya informó que el ministro del Interior Aníbal Fernández, es número puesto para abandonar la Casa Rosada, pese a que cotidianamente se desgañita en demostrar su "cristinismo" con frases de antología del estilo "Cristina es el cuadro más brillante de la política argentina de los últimos 50 años".
Aunque pensando mal se podría creer que el elogio, por la obvia desmesura, busca en realidad que en la mente de los atribulados ciudadanos se forme la imagen opuesta. No hay que olvidar después de todo que Fernández se pasó varios años del mandato presidencial afirmando que iba a ser el "próximo gobernador" y que sería un lujo competir con la Primera Dama por ese cargo. Finalmente, como diría Soriano, ni el tiro del final se le dio, y tuvo que someterse a la humillación de aceptar mansamente al porteñísimo Daniel Scioli, que nunca gastó un peso en punteros bonaerenses.
Ahora, la nueva tortura del ministro del Interior comparte su apellido. Se trata del senador por Santa Cruz, Nicolás Fernández, quien comparte con la Primera Dama las tardes es ese distinguido cuerpo legislativo, así como largos años de militancia en la provincia presidencial.
"Nicolás Fernández es mucho más cercano de Cristina que de Néstor, y ya se habla de su posible desembarco en el Ministerio del Interior", afirmó a La Política Online una fuente con acceso habitual a la Primera Dama, que no suele ser muy dada a la hora de aceptar cercanías. Sus secretarías, que habitualmente lloran ante los arranques de ira de Cristina de Kirchner, pueden dar cuenta del carácter de la esposa del presidente.
Fernández sin embargo, es uno de los pocos políticos de Santa Cruz en quien la Primera Dama confía, y lo que es más importante, que siente como "tropa propia", para envidia de hombres todavía poderosos como Julio de Vido.Como aquí se informó oportunamente, en principio Aníbal Fernández habría rechazado la sugerencia presidencial de ir en busca de una candidatura legislativa en las próximas elecciones, y se sentiría más a gusto en alguna Embajada "de las buenas".
La Política Online ya informó que el ministro del Interior Aníbal Fernández, es número puesto para abandonar la Casa Rosada, pese a que cotidianamente se desgañita en demostrar su "cristinismo" con frases de antología del estilo "Cristina es el cuadro más brillante de la política argentina de los últimos 50 años".
Aunque pensando mal se podría creer que el elogio, por la obvia desmesura, busca en realidad que en la mente de los atribulados ciudadanos se forme la imagen opuesta. No hay que olvidar después de todo que Fernández se pasó varios años del mandato presidencial afirmando que iba a ser el "próximo gobernador" y que sería un lujo competir con la Primera Dama por ese cargo. Finalmente, como diría Soriano, ni el tiro del final se le dio, y tuvo que someterse a la humillación de aceptar mansamente al porteñísimo Daniel Scioli, que nunca gastó un peso en punteros bonaerenses.
Ahora, la nueva tortura del ministro del Interior comparte su apellido. Se trata del senador por Santa Cruz, Nicolás Fernández, quien comparte con la Primera Dama las tardes es ese distinguido cuerpo legislativo, así como largos años de militancia en la provincia presidencial.
"Nicolás Fernández es mucho más cercano de Cristina que de Néstor, y ya se habla de su posible desembarco en el Ministerio del Interior", afirmó a La Política Online una fuente con acceso habitual a la Primera Dama, que no suele ser muy dada a la hora de aceptar cercanías. Sus secretarías, que habitualmente lloran ante los arranques de ira de Cristina de Kirchner, pueden dar cuenta del carácter de la esposa del presidente.
Fernández sin embargo, es uno de los pocos políticos de Santa Cruz en quien la Primera Dama confía, y lo que es más importante, que siente como "tropa propia", para envidia de hombres todavía poderosos como Julio de Vido.Como aquí se informó oportunamente, en principio Aníbal Fernández habría rechazado la sugerencia presidencial de ir en busca de una candidatura legislativa en las próximas elecciones, y se sentiría más a gusto en alguna Embajada "de las buenas".
El futuro develará si sus deseos se cumple. Mientras tanto y para no perder la costumbre, seguirá castigando la sensibilidad de los desafortunados escuchas de algunas radios que encuentran un raro placer en entrevistarlo, con sus habituales elogios al matrimonio presidencial. (PUNTO CERO-La Política OnLine).
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