BUENOS AIRES, Mayo 30, (PUNTO CERO) La bajísima temperatura hizo operar al sistema al límite de su capacidad. El consumo llegó a 18.150 megavatios y hubo apagones por la falla de una central generadora
En un día con temperaturas que en la Capital Federal arrojaron una sensación térmica de tres grados bajo cero, el consumo de energía eléctrica alcanzó un nuevo récord, al totalizar 18.150 Megavatios, lo que puso al límite las posibilidades del sistema interconectado.
El récord se produjo en el día más frío del año, lo que dio lugar a un uso mayor al habitual de artefactos de calefacción eléctrica.
Por otra parte, la capacidad del sistema de generación de electricidad se vio hoy limitada por la escasez de gas natural en usinas térmicas de ciclo combinado y su reemplazo progresivo por diesel oil como insumo para producir electricidad.
Además, en las primeras horas de esta noche se produjeron algunos cortes parciales del suministro eléctrico en algunas zonas del área metropolitana de Buenos Aires, por un desperfecto técnico ocurrido en una máquina de la empresa generadora Central Puerto.
El sistema de generación se ha visto limitado en su capacidad en las últimas horas también por la salida temporaria de servicio de la central nuclear de Atucha I.
La semana pasada, las bajas temperaturas –que se dieron sobre todo entre el lunes y el jueves- habían vuelto a poner en evidencia que el sistema eléctrico sigue funcionando al límite. Por ese entonces, no hubo mayores inconvenientes por los atípicos niveles de importación de electricidad que se registraron de Uruguay y Brasil.
La falta de gas para las usinas térmicas, la paralización que había sufrido la central nuclear de Embalse y la salida de servicio del transformador de Ezeiza que recibe buena parte de la energía del Comahue habían dejado al sistema eléctrico sin una provisión de casi 2.000 MW.
Para cubrir ese bache, la CAMMESA –la compañía administradora del mercado –resolvió incrementar las compras de energía a Brasil y Uruguay. Los despachos desde el sistema uruguayo promediaron los 550 MW, mientras que por la red de interconexión con Brasil el ingreso diario osciló entre los 500 y 640 MW.
Con esos niveles simultáneos de importación que hasta ahora no se habían registrado, el Gobierno logró atender entre el 5% y 7% de la demanda nacional. En tanto, para cubrir los restantes 1.000 MW que faltaban, el sistema volvió a operar al límite de su capacidad y con una reserva técnica mínima. (PUNTO CERO).
En un día con temperaturas que en la Capital Federal arrojaron una sensación térmica de tres grados bajo cero, el consumo de energía eléctrica alcanzó un nuevo récord, al totalizar 18.150 Megavatios, lo que puso al límite las posibilidades del sistema interconectado.
El récord se produjo en el día más frío del año, lo que dio lugar a un uso mayor al habitual de artefactos de calefacción eléctrica.
Por otra parte, la capacidad del sistema de generación de electricidad se vio hoy limitada por la escasez de gas natural en usinas térmicas de ciclo combinado y su reemplazo progresivo por diesel oil como insumo para producir electricidad.
Además, en las primeras horas de esta noche se produjeron algunos cortes parciales del suministro eléctrico en algunas zonas del área metropolitana de Buenos Aires, por un desperfecto técnico ocurrido en una máquina de la empresa generadora Central Puerto.
El sistema de generación se ha visto limitado en su capacidad en las últimas horas también por la salida temporaria de servicio de la central nuclear de Atucha I.
La semana pasada, las bajas temperaturas –que se dieron sobre todo entre el lunes y el jueves- habían vuelto a poner en evidencia que el sistema eléctrico sigue funcionando al límite. Por ese entonces, no hubo mayores inconvenientes por los atípicos niveles de importación de electricidad que se registraron de Uruguay y Brasil.
La falta de gas para las usinas térmicas, la paralización que había sufrido la central nuclear de Embalse y la salida de servicio del transformador de Ezeiza que recibe buena parte de la energía del Comahue habían dejado al sistema eléctrico sin una provisión de casi 2.000 MW.
Para cubrir ese bache, la CAMMESA –la compañía administradora del mercado –resolvió incrementar las compras de energía a Brasil y Uruguay. Los despachos desde el sistema uruguayo promediaron los 550 MW, mientras que por la red de interconexión con Brasil el ingreso diario osciló entre los 500 y 640 MW.
Con esos niveles simultáneos de importación que hasta ahora no se habían registrado, el Gobierno logró atender entre el 5% y 7% de la demanda nacional. En tanto, para cubrir los restantes 1.000 MW que faltaban, el sistema volvió a operar al límite de su capacidad y con una reserva técnica mínima. (PUNTO CERO).
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