miércoles, mayo 30, 2007

CRISTINA VETO A RUDY EN MENDOZA

BUENOS AIRES, Mayo 30, (PUNTO CERO-La Política On Line) Si alguien del entorno del Presidente tenía dudas acerca de la independencia política de Cristina Kirchner –o al menos de su voluntad de manejarse con soltura en el poder-, el viernes pasado las cosas le quedaron claras. La Primera Dama en persona vetó cualquier participación visible de la agrupación Compromiso K en el acto que encabezó junto a su marido y el gobernador Julio Cobos en el anfiteatro Frank Romero Day de Mendoza.
Una aclaración: Lo que a continuación se relata puede ser libremente usado por la revista Noticias –como hizo en su última edición con la crónica de la caída de Sancho y la correspondiente interna de Rudy Ulloa con Cristina Kirchner, pero esta vez se agradecería el buen gusto de citar la fuente.
Como se sabe, Cristina Kirchner es hoy el proyecto real y concreto de sucesión de Kirchner, y forma parte del dispositivo electoral que ha encontrado el Presidente para eludir la maldición de los segundos mandatos, que los norteamericanos definen como el mal del “Pato Rengo”.
Kirchner sabe que al otro día de asumir un nuevo período presidencial y sin una reelección más en el horizonte, los salvajes peronistas empezarán a perderle el temor que combina con el dinero, a la hora de domesticarlo. Y el dinero, nunca será suficiente sino le temen.
Por eso mismo gobernadores, intendentes del Conurbano y dirigentes peronistas en general quieren que Kirchner sea el candidato. “Así este proceso se agota hasta su última gota con el próximo mandato. Sino después de Cristina nos van a tener con el regreso de Néstor”, explicó a La Política Online un destacado dirigente del PJ bonarense. Esta es en definitiva la pulseada de fondo que hoy atraviesa el poder, y no la supuesta interna entre el Presidente y su mujer. Aunque algo hay.

Gritos en la noche
“Si ustedes insisten en aparecer con una bandera yo los mató en público y listo”, palabras más palabras menos, gritó la Primera Dama por teléfono, el jueves previo al acto del 25 de Mayo. Es que desde hace días soportaba el sordo asedio de los huestes de Rudy Ulloa en Compromiso K, que a través de distintos emisarios, buscaban garantizarse un lugar expectante en el anfiteatro mendocino.
Cristina Kirchner arrastra sordos rencores con Rudy Ulloa Igor, que sólo ella conoce, y que se matizan con diferencias profundas respecto a la política de Santa Cruz, como en su momento informó este medio, y semanas después reiteró Noticias, sin citar la fuente.
Este fastidio también se extiende a otro destacado integrante de Compromiso K, el radical de corrientes Roberto Porcaro, a quien cuestiona su debilidad para “exponerse” en los medios “mas de la cuenta”.
Lo cierto es que esta anécdota aparentemente superficial sirve para confirmar algunas cosas. Como ser: Compromiso K más temprano que tarde dejará de existir como instrumento político electoral destacado del oficialismo, y ya pueden ir olvidándose de su idea de transformarse en “el partido” de una nueva era kirchnerista, o dicho de otra manera, el sello que represente esa famosa “fuerza de centroizquierda, superadora del peronismo”, que dice que va a construir el Presidente cuando abandone la Casa Rosada.
En segundo lugar una serie de decisiones en una misma dirección hacen presumir un plan más que una casualidad. Y el brusco apartamiento de Rudy Ulloa Igor, habría que enmarcarlo en la más general debacle de Julio de Vido y otros “pinguinos”, al parecer poco presentables para el paladar de la Primera Dama.
De ahí que el más sofisticado, en términos intelectuales, secretario Legal y Técnico, Carlos Zanini, haya optado por retroceder en puntillas de pie, de su inicial liderazgo en Compromiso K, liderazgo que en los hechos nunca ejerció, y prudente –o informado-, prefirió dejar en manos de Rudy Ulloa.
Se trata en definitiva de la mutación que por estas horas se está desarrollando en el seno del poder, y que más allá de las habituales desmentidas, implica un corrimiento hacia el centro del kirchnerismo. Para decirlo de manera esquemática. Cristina Kirchner se sentiría más cómoda con un gobierno de estética socialdemócrata europea, rodeda de ministros de aspecto prolijo y buena dicción, que en la variante más “populista” y “chavista” de su marido, Julio de Vido y el resto de los muchachos que se embarraron para permitir que fuera posible, entre otras cosas, el proyecto Cristina Presidenta.
Muchachos peronistas que hoy tienen que soportar que los hagan a un lado, como indeseables perros de la calle. Nada nuevo, la política después de todo, sigue siendo el arte de la traición.(PUNTO CERO-La Política On Line).

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