MALVINAS ARGENTINAS, Diciembre 27, (PUNTO CERO) En los tiempos que vivimos muchos problemas tienen en vilo a la comunidad, a las autoridades y a sus diversos estamentos.
Cuando llega la temporada estival, por ejemplo, empiezan a proliferar las campañas de prevención del dengue, sólo por citar un ejemplo y se apela a la conciencia ciudadana y colectiva, para que se tome conciencia de los diversos riesgos que no tomar los recaudos necesarios provoca.
Pero no todos se hacen eco de los riesgos. Allá por los años 90, la Municipalidad de Malvinas Argentinas, encaro una feroz campaña en contra del arrojo de agua a la vía pública, que incluyó la clausura de varios comercios y multas a vecinos por hacerlo.
El tiempo ha pasado y muchos parecen que se han olvidado de eso y todo cayo en saco roto.
En Grand Bourg, más precisamente en Batalla de Chacabuco 932, esta instalada una fábrica de soda, El Abastito, que, de manera cotidiana arroja agua a través de un caño instalado al efecto a la calle, agua que se desparrama por varias cuadras y donde ya es un milagro llegar a ver algún día seco el pavimento por ejemplo en la intersección de Av. María Eva Duarte de Perón (dicho sea de paso, nombre simplemente legal, porque para toda la comunidad, sigue siendo la avenida Grand Bourg).
Llama poderosamente la atención que a pesar de los años transcurridos ninguna autoridad se haya percatado de eso y que todo sigue como entonces.
En su momento ya muchos levantaron su voz de indignación en el barrio cuando se habilito en una zona de viviendas una industria que alteraría la fisonomía del lugar y causo sorpresa su habilitación, pero eso es otro tema.
La realidad hoy indica que con total falta de sensibilidad social y desprecio por las campañas de prevención sanitarias, para los respònsables de esa empresa, el agua se tira a la calle como si la responsabilidad comunitaria a ellos no les cabiera y mientras tanto las autoridades no lo ven.
El lunes 17 de diciembre dialogamos con uno de los titulares de la empresa y esto nos decía:
«Es la parte de higiene, yo lleno bidones de agua y se baldea y la tiramos afuera. Bueno, yo la tiro con desodorante, lavandina, que es con lo que higienizo la sala de elaboración, Bueno... es así.
Es toda agua de higiene, con desodorante... con lo que se lava la planta a la tarde cuándo terminamos y bueno, esa es agua que arrojamos... nada más.
Lo mío es fábrica de soda y agua.
Si o si, tengo que higienizar, a última hora, una vez que se termina, se lava todo lo que es acero inoxidable. cinta transportadora, los pisos, que se yo... es un producto comestible... entendes?
Hay que tener la mayor seguridad en higiene, sino que estamos haciendo? Además es un producto aprobado, entonces hay que tener la planta como corresponde. Hay que lavar las vidrieras, no podemos tener las vidrieras manchadas.
Lo que pasa... es que... acá... la gente es mala... viste... ¿Un chorro de agua qué te puede hacer? ¿Cuándo llueve qué haces? ¿Le ponés un paraguas a la calle?
Cuando llega la temporada estival, por ejemplo, empiezan a proliferar las campañas de prevención del dengue, sólo por citar un ejemplo y se apela a la conciencia ciudadana y colectiva, para que se tome conciencia de los diversos riesgos que no tomar los recaudos necesarios provoca.
Pero no todos se hacen eco de los riesgos. Allá por los años 90, la Municipalidad de Malvinas Argentinas, encaro una feroz campaña en contra del arrojo de agua a la vía pública, que incluyó la clausura de varios comercios y multas a vecinos por hacerlo.
El tiempo ha pasado y muchos parecen que se han olvidado de eso y todo cayo en saco roto.
En Grand Bourg, más precisamente en Batalla de Chacabuco 932, esta instalada una fábrica de soda, El Abastito, que, de manera cotidiana arroja agua a través de un caño instalado al efecto a la calle, agua que se desparrama por varias cuadras y donde ya es un milagro llegar a ver algún día seco el pavimento por ejemplo en la intersección de Av. María Eva Duarte de Perón (dicho sea de paso, nombre simplemente legal, porque para toda la comunidad, sigue siendo la avenida Grand Bourg).
Llama poderosamente la atención que a pesar de los años transcurridos ninguna autoridad se haya percatado de eso y que todo sigue como entonces.
En su momento ya muchos levantaron su voz de indignación en el barrio cuando se habilito en una zona de viviendas una industria que alteraría la fisonomía del lugar y causo sorpresa su habilitación, pero eso es otro tema.
La realidad hoy indica que con total falta de sensibilidad social y desprecio por las campañas de prevención sanitarias, para los respònsables de esa empresa, el agua se tira a la calle como si la responsabilidad comunitaria a ellos no les cabiera y mientras tanto las autoridades no lo ven.
El lunes 17 de diciembre dialogamos con uno de los titulares de la empresa y esto nos decía:
«Es la parte de higiene, yo lleno bidones de agua y se baldea y la tiramos afuera. Bueno, yo la tiro con desodorante, lavandina, que es con lo que higienizo la sala de elaboración, Bueno... es así.
Es toda agua de higiene, con desodorante... con lo que se lava la planta a la tarde cuándo terminamos y bueno, esa es agua que arrojamos... nada más.
Lo mío es fábrica de soda y agua.
Si o si, tengo que higienizar, a última hora, una vez que se termina, se lava todo lo que es acero inoxidable. cinta transportadora, los pisos, que se yo... es un producto comestible... entendes?
Hay que tener la mayor seguridad en higiene, sino que estamos haciendo? Además es un producto aprobado, entonces hay que tener la planta como corresponde. Hay que lavar las vidrieras, no podemos tener las vidrieras manchadas.
Lo que pasa... es que... acá... la gente es mala... viste... ¿Un chorro de agua qué te puede hacer? ¿Cuándo llueve qué haces? ¿Le ponés un paraguas a la calle?
Eso si, hay que reconocer que los productos son aptos para el consumo humano porque tienen su debida aprobación por la Dirección de Bromatología, por lo menos, eso es lo que manifiesta su publicidad televisiva. (PUNTO CERO).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario