PERGAMINO, Diciembre 27, (PUNTO CERO-La Opinión) La Celp dio a conocer las ventajas de las denominadas compactas por sobre las tradicionales incandescentes. Las primeras son las que el Gobierno recomendó utilizar para lograr ahorro de energía. Estas ofrecen mayor cantidad de luz con un consumo muy inferior al que precisan otras fuentes. Las de 15 W tienen un costo aproximado de 16 pesos.
La Cooperativa Eléctrica Limitada de Pergamino dio a conocer detalles acerca de las lámparas de bajo consumo que el Gobierno recomendó utilizar en los anuncios realizados el pasado viernes por el Ministro de Planificación Federal, Julio de Vido como una de las medidas para lograr ahorro de energía. Cabe recordar que además se solicitó moderar la temperatura de los aparatos de aire acondicionado en el sector público, apagar los equipos eléctricos al final del día, suprimir la iluminación nocturna de las oficinas. Todo esto junto, más el adelanto de 60 minutos a partir del próximo domingo y hasta el 30 de marzo de 2008 busca evitar una crisis energética durante el presente verano.
En el informe brindado por la Celp y respondiendo a la pregunta de por qué es necesario el uso de lámparas “ahorradoras” o de bajo consumo explica “que en la actualidad las llamadas lámparas “ahorradoras” no sólo han reducido su contenido de mercurio, sino que al mismo tiempo ofrecen mayor cantidad de luz con un consumo de energía muy inferior al que precisan otras fuentes, como las tradicionales lámparas incandescentes. Además desde el punto de vista medioambiental, las lámparas ahorradoras son más respetuosas con el entorno que las lámparas incandescentes, gracias a que su depreciación luminosa es muy pequeña (10% a las 20.000 horas) y a que durante su uso se produce una disminución considerable en la emisión de anhídrido carbónico (CO2) a la atmósfera. Las lámparas fluorescentes son una de las fuentes de luz blanca más eficiente”.
A la hora de comparar una lámpara incandescente (tradicional) con una compacta (bajo consumo), esta última arroja un ahorro por mes con un uso de 5 horas diarias de 9 KW (para muchos entre el 5% y el 10%), que traducido en pesos por 6 meses equivale a 12,40 pesos. Además, una lámpara incandescente de 75 W tiene una duración estimativa de 1.000 horas (cambio cada 6 ó 7 meses) frente a las 8.000 (cada cuatro años) de una compacta de 15 W. Por otra parte, la bombita tradicional tiene un consumo de KW por mes de 11,25 contra los 2,25 de la de bajo consumo. Estas ventajas son las que llevaron al Gobierno a alentar a la población a que se vuelque a la compra de las “ahorradoras”, que tienen un costo aproximado de 16 pesos (15W) contra los 2 pesos (75W) de la tradicional.
¿Qué es una Lámpara?
El informe dado a conocer por la Cooperativa incluye un pormenorizado detalle de lo que es una lámpara explicando que “es la fuente de luz artificial más utilizada en nuestros días, cuya función básica es generar energía luminosa mediante la transformación de energía eléctrica. Existen muy variados tipos de lámparas que cubren diferentes necesidades según las aplicaciones y condiciones de uso que, en cada caso, se quieran cubrir.
“La evolución de los diferentes tipos de lámparas así como su uso ha sufrido grandes cambios con el paso de los años. De este modo, las lámparas han evolucionado con el principal objetivo de ofrecer una mayor cantidad de luz, una mejor reproducción cromática con el menor consumo de energía eléctrica posible y, por tanto, con un mayor respeto al medio ambiente”.
Sobre las principales tipos de lámparas explica que “en la actualidad existen muy variados tipos de fuentes de luz alimentadas por energía eléctrica, cuya clasificación suele basarse en sus distintos principios de funcionamiento. Las más utilizadas son: fluorescentes compactas, de descarga de mercurio, de incandescencia, de halogenuros metálicos, de incandescencia halógenas, de vapor de sodio a baja y alta presión, fluorescentes tubulares y sin electrodos”.
Vida de las lámparas
En la gran mayoría de las lámparas utilizadas resulta difícil señalar un instante concreto en el que la lámpara deja de funcionar, ya que ello depende en gran medida de las condiciones de su funcionamiento. El concepto de vida media es, habitualmente, un dato suministrado por los fabricantes de lámparas, e indica el número de horas de funcionamiento de éstas en condiciones normales. La vida útil de una lámpara es su vida económica. Esto corresponde al momento en el cual el flujo luminoso de la lámpara ha descendido a un valor tal, para el cual la fuente de luz ya no es rentable, aunque esté en condiciones de seguir funcionando.
¿Por qué es necesario el uso de mercurio en ciertas lámparas?
La Cooperativa Eléctrica Limitada de Pergamino dio a conocer detalles acerca de las lámparas de bajo consumo que el Gobierno recomendó utilizar en los anuncios realizados el pasado viernes por el Ministro de Planificación Federal, Julio de Vido como una de las medidas para lograr ahorro de energía. Cabe recordar que además se solicitó moderar la temperatura de los aparatos de aire acondicionado en el sector público, apagar los equipos eléctricos al final del día, suprimir la iluminación nocturna de las oficinas. Todo esto junto, más el adelanto de 60 minutos a partir del próximo domingo y hasta el 30 de marzo de 2008 busca evitar una crisis energética durante el presente verano.
En el informe brindado por la Celp y respondiendo a la pregunta de por qué es necesario el uso de lámparas “ahorradoras” o de bajo consumo explica “que en la actualidad las llamadas lámparas “ahorradoras” no sólo han reducido su contenido de mercurio, sino que al mismo tiempo ofrecen mayor cantidad de luz con un consumo de energía muy inferior al que precisan otras fuentes, como las tradicionales lámparas incandescentes. Además desde el punto de vista medioambiental, las lámparas ahorradoras son más respetuosas con el entorno que las lámparas incandescentes, gracias a que su depreciación luminosa es muy pequeña (10% a las 20.000 horas) y a que durante su uso se produce una disminución considerable en la emisión de anhídrido carbónico (CO2) a la atmósfera. Las lámparas fluorescentes son una de las fuentes de luz blanca más eficiente”.
A la hora de comparar una lámpara incandescente (tradicional) con una compacta (bajo consumo), esta última arroja un ahorro por mes con un uso de 5 horas diarias de 9 KW (para muchos entre el 5% y el 10%), que traducido en pesos por 6 meses equivale a 12,40 pesos. Además, una lámpara incandescente de 75 W tiene una duración estimativa de 1.000 horas (cambio cada 6 ó 7 meses) frente a las 8.000 (cada cuatro años) de una compacta de 15 W. Por otra parte, la bombita tradicional tiene un consumo de KW por mes de 11,25 contra los 2,25 de la de bajo consumo. Estas ventajas son las que llevaron al Gobierno a alentar a la población a que se vuelque a la compra de las “ahorradoras”, que tienen un costo aproximado de 16 pesos (15W) contra los 2 pesos (75W) de la tradicional.
¿Qué es una Lámpara?
El informe dado a conocer por la Cooperativa incluye un pormenorizado detalle de lo que es una lámpara explicando que “es la fuente de luz artificial más utilizada en nuestros días, cuya función básica es generar energía luminosa mediante la transformación de energía eléctrica. Existen muy variados tipos de lámparas que cubren diferentes necesidades según las aplicaciones y condiciones de uso que, en cada caso, se quieran cubrir.
“La evolución de los diferentes tipos de lámparas así como su uso ha sufrido grandes cambios con el paso de los años. De este modo, las lámparas han evolucionado con el principal objetivo de ofrecer una mayor cantidad de luz, una mejor reproducción cromática con el menor consumo de energía eléctrica posible y, por tanto, con un mayor respeto al medio ambiente”.
Sobre las principales tipos de lámparas explica que “en la actualidad existen muy variados tipos de fuentes de luz alimentadas por energía eléctrica, cuya clasificación suele basarse en sus distintos principios de funcionamiento. Las más utilizadas son: fluorescentes compactas, de descarga de mercurio, de incandescencia, de halogenuros metálicos, de incandescencia halógenas, de vapor de sodio a baja y alta presión, fluorescentes tubulares y sin electrodos”.
Vida de las lámparas
En la gran mayoría de las lámparas utilizadas resulta difícil señalar un instante concreto en el que la lámpara deja de funcionar, ya que ello depende en gran medida de las condiciones de su funcionamiento. El concepto de vida media es, habitualmente, un dato suministrado por los fabricantes de lámparas, e indica el número de horas de funcionamiento de éstas en condiciones normales. La vida útil de una lámpara es su vida económica. Esto corresponde al momento en el cual el flujo luminoso de la lámpara ha descendido a un valor tal, para el cual la fuente de luz ya no es rentable, aunque esté en condiciones de seguir funcionando.
¿Por qué es necesario el uso de mercurio en ciertas lámparas?
Dentro de la tipología de lámparas, existen algunas de ellas que contienen polvos fluorescentes, que son compuestos químicos purificados que manifiestan la fluorescencia y determinan las características de la luz emitida. Las lámparas fluorescentes son unas de las más eficientes. El contenido de mercurio en las lámparas fluorescentes (aprox. 0,3 miligramos) aunque, cada vez es menor, se hace todavía imprescindible para lograr la suficiente luminiscencia y conductividad dentro de la lámpara para su correcto funcionamiento. La evolución del contenido de mercurio en ciertas lámparas ha disminuido drásticamente. (PUNTO CERO-La Opinión).
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