lunes, diciembre 13, 2010

El Parque Indoamericano, un problema político. Por Sofía Wachler.

La intrusión en el Parque Indoamericano es un conflicto sobre el cual nadie tiene certeza alguna de cuándo y cómo se va a solucionar.
Se ha visto y escrito mucho en estos días y lo cierto que el tema principal no es la falta de vivienda, ni la ocupación del espacio público.
A los políticos no les interesa ni tienen la mayoría de ellos en su agenda el tema vivienda porque está comprobado que no genera réditos, ni votos, tanto a nivel nacional como internacional, cuando les hace falta.
Una verdad de Perogrullo, una vivienda tarde muchos meses en ser construida, pero requiere contar con una infraestructura de servicios, sanitaria, educativa, comercial, de recreación. Es de alta complejidad.
El déficit habitacional argentino lleva décadas. La única receta para comenzar a paliarlo es una verdadera Política de Estado extendida en el tiempo y no que abarque uno o dos períodos gubernamentales. Disminuir el actual, llevaría al menos entre diez y quince años construyendo viviendas sociales en un promedio que supere las 100.000 anuales, en todo el país, sostenidamente.
En la Argentina el primer asentamiento data de la década del 30. Se denominó la Villa de Desocupados, cuyos habitantes eran en su gran mayoría inmigrantes polacos. Hacia 1940, se crearon la Villa de la Esperanza y el Barrio de los Inmigrantes.
En 1960, la población villera ascendía a 78.000 habitantes y hoy supera los 400.000 habitantes, dato que se acrecienta cada día.
Actualmente, hay distintos tipos de villas y asentamientos irregulares: villas de emergencia, núcleos habitacionales transitorios, nuevos asentamientos urbanos y campamentos. El más reciente es el del Parque Indoamericano, apenas unos días de existencia.
Estos hábitat precarios vienen teniendo promesas de soluciones desde hace más de 50 años, pero hasta ahora ningún gobierno lo ha logrado.
Conviene recordar que durante el gobierno de las juntas militares se los ocultaba con paredones para tapar lo “vergonzante”, como el tristemente célebre Muro de Berlín o los guettos.
En 1984 se derogaron todas las ordenanzas que impulsaron la erradicación de villas, lo que marcó el comienzo de una tendencia oficial sobre radicación y urbanización de las villas de emergencia.
Las villas de emergencia son de residencia permanente y crecen de manera gradual y espontánea. Tienen en común una infraestructura deficitaria, vivienda informal, hacinamiento, condiciones de vida insalubres.
El 85 % de las existentes están localizadas en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
Los nuevos asentamientos urbanos datan del 2000/ 2001 producto de la crisis y están ubicados en espacios pequeños, los intersticios de los corredores ferroviarios bajo las autopistas. No han cesado de crecer. (Asteriscos Tv).

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