En el marco del evento realizado en el Polo Judicial de Esteban Echeverría, la Procuradora General se refirió al estado del MPF al momento de su asunción y los logros de su gestión, mientras desde el Gobierno siguen presionando por su destitución.
La procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, se hizo presente ayer a la tarde en el Polo Judicial de Monte Grande para disertar en el 5º Congreso Antimafia convocado por la ONG La Alameda.
En un contexto de múltiples acusaciones en su contra y el latente intento del Gobierno de destituirla de su cargo, la titular del Ministerio Público Fiscal expuso sobre la lucha contra el crimen organizado y resaltó los cambios introducidos por su gestión.
“Hace cuatro años, cuando asumí como Procuradora General, lógicamente mi primera tarea fue hacer un diagnóstico de la situación del organismo, y uno de los aspectos principales de ese diagnóstico fue justamente determinar si el Ministerio Público Fiscal contaba con las herramientas y con las estructuras necesarias para hacer frente al crimen organizado para los tiempos que corren, que son los de la globalización”, mencionó Gils Carbó.
Al respecto, describió que “las organizaciones criminales aprovecharon los beneficios de la globalización que les permiten sofisticar sus medios para eludir la acción de la Policía y la Justicia, donde hay un centenar de paraísos fiscales que brindan servicios de impunidad, de instrumentos societarios, contables, para ocultar al verdadero destinatario de las operaciones”.
Cambios en el MPF.
Gils Carbó señaló que en 2013, año en que arribó a la Procuraduría, las fiscalías “estaban dispersas, aisladas y también el Ministerio Público Fiscal estaba aislado de la región”.
“¿Entonces, cómo se investigaba a las bandas criminales? Se resolvía por delegación policial y sólo la Policía investigaba los delitos del crimen organizado, de manera que en vez de haber una política criminal decidida por el Poder Judicial, la mayoría de las decisiones las adoptaban los agentes policiales de manera individual, que decidían qué delitos se investigaban, dónde estaban las pruebas, en definitiva, quién va a la cárcel y quién no”, cuestionó.
Por todo ello, explicó que “se trazó un plan estratégico en distintas etapas que incluyó en una primera la creación de las procuradurías especializadas, ya sea en crimen económico de lavado de dinero, en trata y explotación de personas, violencia institucional o narcotráfico, con equipos interdisciplinarios”.
“A partir ahí se sucedieron los golpes más grandes a la complicidad policial en materia de narcotráfico”, relató Gils Carbó en referencia a la condena y destitución del ex jefe de Policía de Santa Fe, Hugo Tognoli; y al ex jefe de Drogas Peligrosas de Córdoba, Rafael Sosa.
“También generamos una fuerte política en materia de acceso a la Justicia y colocamos oficinas del MPF en los barrios más pobres y marginales del país. Y estas oficinas también están compuestas de forma interdisciplinaria”, resaltó.
Junto a Gils Carbó, expusieron los fiscales federales Paloma Ochoa, Laura Mazzaferri (Mar del Plata) y Jorge Di Lello. (Inforegión).
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