Dentro del espacio de Unidad Ciudadana y el peronismo se debaten dos posturas para enfrentar a Cambiemos en la legislatura bonaerense.
A partir del 10 de diciembre el escenario legislativo en la provincia de Buenos Aires será diferente. Cambiemos contará con autonomía en el Senado y una importante mayoría en Diputados, por lo que los ojos posarán sobre el peronismo, la nueva primera minoría. Ese debate de la oposición tendrá su round más fuerte la Cámara baja.
Dentro del amplio arco peronista se enfrentarán dos posturas: los que buscan adoptar un perfil confrontativo al gobierno de María Eugenia Vidal y aquellos que quieren bregar por una oposición responsable. Por allí pasará el debate y una posible unidad.
En la Cámara alta Cambiemos tendrá quórum propio con 29 de los 46 senadores. Por su parte en el FpV-PJ continuarán ocho de los diez senadores que había y se le sumarán seis más, de los cuales podría haber solamente dos díscolos en esta encrucijada que tiene el peronismo: Gustavo Soos y Luis Vivona, quienes responden a los intendentes de Merlo y Malvinas Argentinas, respectivamente.
Es que la postura que plantean los intendentes es la de tener un bloque que construya una oposición “responsable”; confrontando con la idea del kirchnerismo duro (Unidad Ciudadana) que busca plantarse en la vereda opuesta al oficialismo.
En cambio en Diputados, de los 92 legisladores, Cambiemos tendrá a partir de diciembre 43, más la posible incorporación de un aliado, por lo que necesitaría solo tres votos para quórum propio. El massimo dejará de ser primera minoría (perdió cinco bancas) y ese lugar lo ocupará Unidad Ciudadana, que contará con 28 diputados. En ese bloque, además, existe la posibilidad de que seis diputados PJ, con mandato hasta 2019, puedan negociar su regreso.
Ese posible bloque de 35 de Unidad Ciudadana y PJ podría contrarrestar fuertemente al oficialismo, aunque ahí entrará en juego las diversas estrategias que dichos sectores pregonan y el perfil optado será la clave para ver si logran consolidarse como una oposición uniforme o si finalmente estarán dispersos, pudiéndose provocar además rupturas en el mismo bloque de 28 de Unidad Ciudadana, aunque esto sería menos probable.
Uno de los factores que incidirá directamente en esta disputa será lo que suceda con la conducción del PJ y allí, el rol que elija jugar Unidad Ciudadana será estratégico para ver qué pasa finalmente. Eso también ayudará a dilucidar un panorama en cuanto a la presidencia del o los bloques que se conformen.
Lo sabido hasta el momento es que Cambiemos ya no tendrá la necesidad de negociar con el massimo, espacio con el que selló un acuerdo de gobernabilidad desde el 2015 a la fecha, aunque en el último tiempo ya sin el mismo pulso que al inicio, y contará con una holgura impensada hace dos años.
Por eso ahora, quien tiene la necesidad de erigirse como máxima oposición es el peronismo que en los próximos días comenzará a delinear estrategias y dilucidará si trabajarán unidos o separados; y luego también veremos qué postura prevaleció, si la de los intendentes o la del kirchnerismo más duro. (Parlamentario.com).
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