Ante cualquier acto repetitivo en nuestra vida diaria, solemos decir erróneamente que tenemos un TOC. La mayoría desconoce que se trata de una enfermedad y, como tal, necesita ser tratada.
Ante cualquier acto repetitivo en nuestra vida diaria, solemos decir erróneamente que tenemos un TOC. La mayoría desconoce que se trata de una enfermedad y, como tal, necesita ser tratada.
Gabriela Ferretti, médica clínica, médica neuróloga, auditora médica y médica legista y vicepresidente de APERCA, Asociación de Peritos de la Salud de la Ciudad de Buenos Aire, afirmó que "quien padece un TOC ve afectada su vida social, laboral y familiar".
"El apoyo de los especialistas en la materia y del entorno socio familiar son pilares fundamentales en la mejoría", indicó Ferretti.
1. ¿Qué es un Trastorno Obsesivo Compulsivo?
El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es una enfermedad que se encuadra dentro de los trastornos de ansiedad.
Quien padece de este trastorno, manifiesta obsesiones y compulsiones, que son reconocidas por el mismo individuo que los padece como de naturaleza “excesivas e irracionales”, pero ante las cuales no puede oponerse, y se presentan como un malestar que interfiere en su rutina del día a día (vida laboral, familiar, social, etc.).
Justamente, la calidad de vida y el relacionamiento con el entorno de una persona con TOC será el termómetro que determinará la gravedad del cuadro.
2. ¿Qué son las obsesiones?
Las obsesiones son pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan como intrusos e inapropiados, y causan estrés, ansiedad o malestar significativos. Estos pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real.
La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos (compulsiones).
Quien los padece reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente
3. ¿Y las compulsiones?
Las compulsiones son comportamientos (lavado de manos, puesta en orden de objetos, comprobaciones) o actos mentales (rezar, contar o repetir palabras en silencio) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente.
El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos. Sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos.
4. ¿Cuáles son las obsesiones y compulsiones más comunes?
Las obsesiones más comunes son el miedo a la suciedad, los gérmenes o a lastimarse. También el temor a actuar con impulsos agresivos o violentos o bien tener una exagerada preocupación por el orden y la simetría de las cosas.
Entre las compulsiones, se incluye lavarse las manos de manera exagerada, contar, revisar una y otra vez las cosas (controlar si están cerradas cerraduras, llaves de gas o de luz) o limpiar.
5. ¿Qué le genera a una persona padecer TOC?
El personaje Sheldon Cooper, protagonista de la reconocida serie televisiva The Big Bang Theory, nos puede resultar hilarante, simpático y hasta enternecedor.
Pero, a diferencia de lo que vemos en la televisión, convivir con un Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) puede resultar un verdadero calvario. Miedos e inseguridades, ansiedad y sufrimiento son constantes en la vida de quien padece un TOC. La ecuación es simple. No se puede tener una buena calidad de vida sin tratarse el TOC.
La gran mayoría de las personas que conviven con este trastorno de ansiedad no saben qué es lo que tienen, por qué lo tienen o si tiene tratamiento.
6. ¿Tener TOC afecta en la vida diaria?
Sí, y bastante. Los ritos y pensamientos pueden interferir en la vida diaria de quienes los padecen y muchas veces perjudican las relaciones sociales, los estudios y el trabajo. De hecho, las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo y representan una pérdida de tiempo que suponen más de una hora al día.
El grado de impedimento puede ser leve, moderado o severo según el tipo de obsesiones y compulsiones, el tiempo que les obliga a consumir, el grado de vergüenza o aflicción o la vivencia de descontrol. Algunas veces el grado de deterioro es tal que los pacientes requieren ser hospitalizados.
No obstante, la realidad dista bastante de lo que suele ser la ficción. En la serie, Sheldon no oculta su trastorno y lo toma como algo natural, lo cual suele estar lejos de la realidad.
Por lo general, las personas desean esconder lo que viven, se sienten avergonzadas o simplemente niegan la existencia de una enfermedad y prefieren sufrir a ser señaladas por la mayoría.
Quien padece este problema tiene, en general, un comportamiento prácticamente normal ante los demás. Las manías, ansiedades y rituales suelen ser solo apreciables por su círculo más íntimo. Esta necesidad de no mostrar el padecimiento, en muchas ocasiones los aísla socialmente.
7. ¿Quién puede padecer TOC?
No existe una edad determinada para la aparición de un TOC. Es tan frecuente en niños como en adultos, con una tasa de prevalencia a lo largo de la vida de 2% al 4%.
Algunos estudios consideran que el inicio se da por lo general durante la niñez o adolescencia. El 50% desarrollan el TOC antes de los 15 años y el 65% antes de los 25 años.
8. ¿Se puede tratar el TOC?
Por supuesto. El TOC es una verdadera enfermedad neuropsiquiátrica y como tal puede ser tratada con medicamentos y psicoterapia. El tratamiento farmacológico por sí solo no resultará efectivo.
De hecho, la terapia cognitiva-conductual (TCC) es una estrategia de primera línea en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en general y tiene por meta alcanzar la funcionalidad de la persona.
9. ¿Puede una persona curarse sola?
No, ya que por lo general quien padece TOC muchas veces desconoce que tiene una enfermedad o bien suele tener vergüenza de su situación. Por lo tanto, el tratamiento debe comenzar en el entorno. Como en cualquier problema de salud, es imprescindible la comprensión y el apoyo de quienes rodean al afectado.
Pero, para esto, es necesario que se conozca de qué se trata la enfermedad y comprender que los “rituales” y obsesiones no son manías o costumbres caprichosas. Para el que lo sufre, realizar estos actos es superior a sus fuerzas y no puede evitar pensar lo que piensa o hacer lo que hace. (Asteriscos TV).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario