miércoles, septiembre 30, 2020

IVERMECTINA: PRUEBAN QUE ES EFECTIVA PARA ENFRENTAR AL CORONAVIRUS

 Los resultados del estudio son categóricos. La mortalidad de los casos moderados y severos cae de 23 a menos de 3 cada cien pacientes. En los casos leves, la cantidad de personas que necesitan internación baja de 10% a cero, y, como método de prevención, la efectividad alcanza al 100 por ciento, al menos eso ocurrió con unos 1200 agentes de salud sometidos a esta investigación. Así de contundentes son los números que ofrece Héctor Carvallo, ex director del hospital de Ezeiza y docente universitario de medicina interna en varias universidades argentinas, al dar cuenta de una investigación que lideró junto al médico infectólogo Roberto Hirsch sobre el uso de Ivermectina y otras drogas asociadas contra el coronavirus.


En rigor, se trata de dos protocolos, uno orientado a la prevención y otro al tratamiento compasivo de contagiados por el SARS-cov-2, como se denomina a este nuevo coronavirus que tiene en jaque al planeta. La investigación fue encabezada por este médico vecino de Ezeiza junto al profesor Hirsch, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital Muñiz, y están basadas en la farmacodinamia que desarrollaron con el profesor Marcelo Nacuccio, presidente de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica.

Entre abril y junio, el equipo de investigación trabajó en paralelo una estrategia preventiva destinada fundamentalmente al personal médico y auxiliares de la salud de varios centros asistenciales de la región y de CABA, con la intención de disminuir el impacto de la enfermedad entre quienes tienen la responsabilidad y exposición más grande en esta crisis sanitaria.

ESTRATEGIA PREVENTIVA
“Para las personas sanas hemos desarrollado dos líneas de trabajo con Ivermectina como instrumento para evitar el contagio con coronavirus. La primera implica usarla a razón de 12 miligramos una vez por semana durante 8 semanas y después continuar con la carragenina (conocida comercialmente en Argentina como Nasitral) por vía nasal y oral por el tiempo que haga falta. La segunda opción es usarlas simultáneamente”, explica Carvallo a InfoRegión con la serenidad y claridad propia de un buen docente.

Esa es la propuesta profiláctica que consiguió que ni uno solo de los casi 1200 agentes de salud que aceptaron participar del estudio se contagiaran de coronavirus. En paralelo, contrajo la enfermedad la mitad de los 600 trabajadores de esos mismos centros asistenciales que no formaron parte del estudio.

IDEA, UN TRATAMIENTO TAMBIÉN EXITOSO
Tanto o más alentadores son los datos que ofrece IDEA, la propuesta terapéutica para los enfermos, tanto leves como moderados y severos, que elaboraron los mismos profesionales. El nombre del procedimiento surge de las drogas que forman parte de esta exitosa experiencia contra el coronavirus: Ivermectina, Dexametasona, Enoxaparina y Aspirina, cuya combinación según la gravedad del cuadro clínico permite resultados esperanzadores.

Se trata de un conjunto de medicamentos relativamente económicos, accesibles, aprobados tanto por FDA (organismo regulador de medicamentos y alimentos en EEUU), como por su homólogo en Argentina, ANMAT y que, usados del modo en que proponen estas nuevas estrategias terapéuticas, parecen acorralar al coronavirus.

Debido al éxito obtenido, ambos procedimientos se han protocolizado en la provincia de Corrientes y en Salta, y en los próximos días se oficializarán en Jujuy y Río Negro. En tanto que en la ciudad de Buenos Aires se emplean en el Hospital Muñiz y en el José María Penna, de Pompeya.

CON AVAL DE VARIAS PROVINCIAS
A pesar de que es conveniente, no es indispensable que los estados provinciales o nacionales lo homologuen, porque el trabajo realizado y publicado entra dentro de lo que la medicina considera “medidas compasivas”. “Son aquellas que el médico considere el mejor abordaje posible frente a una enfermedad que no tenga un tratamiento definido y en la medida que tenga la menor cantidad de riesgo posible”, explica Carvallo.

– ¿En qué punto están sus investigaciones?

– Nosotros hicimos dos ensayos que ya fueron concluidos, y los resultados fueron presentados y elevados a Clinical Trials en Estados Unidos, que es donde se resumen todos los protocolos en el mundo. Es decir que ahora son terapéuticas a las que cada médico puede adherir o no según su criterio.

– ¿Ambos apuntan a tratar el Covid-19?

– En realidad, tenemos un ensayo que apunta a la prevención y otro al tratamiento. El primero orientado a personas sanas y el segundo a enfermos. En ambos casos los hemos desarrollado con el profesor Roberto Hirsch, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital Muñiz, basadas en la farmacodinamia, para lo cual fue importante la colaboración del profesor Marcelo Nacuccio, presidente de la Academia Nacional de Farmacia y Bioquímica.

– ¿Qué es exactamente lo que proponen en términos preventivos?

– Hemos desarrollado dos líneas de trabajo con Ivermectina para abordar el coronavirus. La primera es usarla a razón de 12 mg una vez por semana durante 8 semanas y después reemplazarla por la carragenina por vía nasal y oral, por el tiempo que haga falta. La segunda opción es utilizar las dos drogas simultáneamente durante ocho semanas, para luego continuar sólo con la carragenina.

IVERMECTINA Y CORONAVIRUS
– ¿Por qué decidieron estudiar los efectos de la Ivermectina en relación con el coronavirus?

– Es una droga que se usa mucho en África para prevenir y curar la oncocercosis, que es una parasitosis que se conoce como Ceguera de los ríos. Allí les dan una dosis masiva inicial, que tiene sus riesgos, y después la repiten cada 6 meses. Si se fija en el mapa de Covid a nivel global, va a ver que en África hay solo 3 países afectados, que son Libia en el norte y Namibia y Sudáfrica en el sur. Esos tres son los únicos que no tienen en su calendario el uso de Ivermectina para prevenir la oncosarcosis. No es casualidad.

– ¿Por qué ustedes proponen suministrarla durante ocho semanas y no en una sola dosis como allá?

– La decisión se remonta a la experiencia desarrollada en el Muñiz hace décadas en el tratamiento de pacientes con VIH. Antes de que apareciera el AZT, muchos enfermos se morían de una forma gravísima de sarna que se llama Sarna Costrosa de Noruega. En aquel momento se dieron cuenta que después de suministrarla durante ocho semanas se había acumulado en el tejido adiposo del individuo de tal modo que le confería –en total- medio año de protección.

LOS CAMINOS PARA ACORRALAR AL VIRUS
– En el caso del coronavirus, ¿cómo funciona la ivermectina?

– La Ivermectina tiene dos mecanismos de acción para detener al coronavirus. El más conocido es intracelular y lo que hace es impedir que el virus llegue al núcleo de la célula porque lo tiene que hacer sobre unos carriers que se llaman importinas. Lo que hace la droga es impedir el acoplamiento del virus con las importinas, es decir que les corta el paso hacia el núcleo. Hay también un mecanismo de acción extracelular que consiste en la formación de ionóforos, que son poros dentro de la nucleocápside del virus, es decir, pequeños agujeritos, que permiten la entrada de oxígeno, lo que desnaturaliza al virus.

– ¿Y qué función tiene el Nasitral?

– La carragenina tiene carga negativa y el virus tiene una nucleocápside con carga positiva, por lo tanto actúa como lo hace un imán frente al metal. De ese modo envuelve al virus en forma férrea y reduce o hasta anula la posibilidad de que el virus actúe, porque impide que entre a la célula. Es lo mismo que hace con otros virus, como el rinovirus, que es el más común de los virus respiratorios del invierno, el herpes y la encefalitis japonesa.

IVERMECTINA COMO TRATAMIENTO PALIATIVO
– ¿Para las personas que ya se contagiaron con coronavirus también proponen un tratamiento con Ivermectina?

– Apostar a un fármaco para lograr solucionar un problema de esta magnitud es apelar al pensamiento mágico. Eso no existe. Lo que hay que hacer es estudiar la fisiopatogenia del germen, cómo actúa, cómo daña, y obstaculizarlo para evitar que dañe. Lo que sabemos es que el virus mata por dos mecanismos: hiperinflamación y de hipercoagulación: que produce una tormenta de citoquinas, émbolos, trombos, etc.

– ¿Cómo es el tratamiento?

– Nosotros a los pacientes con cuadros leves de coronavirus le damos la Ivermectina más aspirina. La Ivermectina cumple la misma función que en el caso de la prevención, aunque se suministra otra dosis, y la aspirina funciona como antiagregante o anticoagulante. Ya en la década de los ochenta del siglo pasado se descubrió que la aspirina sirve para la prevención secundaria en los infartos y los accidentes cerebrovasculares. Es decir que como antiagregante tiene un efecto beneficioso, para lo cual se usa en dosis muy pequeñas de 200 a 250 mg, algo así como dos aspirinetas de las que toman los niños. A la vez funciona también como antiinflamatorio. Es decir que es útil para las dos cosas.

UNA OPCIÓN PARA CASOS SEVEROS
– ¿Y para los casos más graves?

– Cuando el paciente presenta un cuadro moderado o severo, que requiere internación, hacemos algunas modificaciones. En el caso de los moderados, además de la Ivermectina y la aspirina le damos dexametasona que es un corticoide para actuar más enérgicamente contra la hiperinflamación. Y le agregamos oxígeno no invasivo. Si el paciente es severo, reemplazamos la aspirina por la heparina, que es el más potente anticoagulante que hay. En realidad, utilizamos una variante que es la más cómoda y segura para utilizar que es la enoxaparina, y en ese caso le suministramos asistencia respiratoria mecánica. Por eso el nombre que le pusimos a este tratamiento es IDEA, por Ivermectina, Dexametasona, Enoxaparina y Aspirina. Aunque no sea el orden en que se utilizan, nos pareció el acrónimo más lindo y fácil de recordar.

– ¿Cuáles fueron los resultados de ambas experiencias?

– En lo que respecta a la profilaxis, hay que decir que estas drogas nunca reemplazan las medidas de protección personal que se usan habitualmente. Nosotros lo que hicimos fue suministrar Ivermectina y carragenina a agentes de la salud de centros ubicados en distintos lugares del país. En total sumamos más de 1200 personas que lo recibieron, tanto de forma simultánea como sucesiva. A ese grupo lo comparamos con otro de unos 600 agentes de salud de los mismos centros con las mismas medidas de protección personal pero que no emplearon Ivermectina y carragenina. El resultado fue que al cabo de 3 meses de este segundo grupo se contagió la mitad, en tanto que en el grupo que usó esas drogas como profilaxis el contagio fue cero.

LOS NÚMEROS QUE PRUEBAN LA EFICACIA
– ¿En el caso del tratamiento para personas enfermas los resultados también fueron tan exitosos?

– En el caso de los pacientes ambulatorios o con cuadros leves sabemos que según las estadísticas internacionales un 10 por ciento empeora y se vuelve internable. Contra esos datos, vimos que en el grupo al que lo tratamos con Ivermectina más aspirina todos se recuperaron sin necesidad de internación, es decir que ningún cuadro se agravó.

– ¿Y cómo fue la mortalidad para los casos más severos?

– Hemos observado una reducción de la mortalidad, no contra un placebo, que sería más fácil de obtener, sino contra un grupo control al que se le brindaron otros tratamientos como la hidroxocloroquina, el plasma, Kaletra o cualquier otro disponible.

– ¿Qué niveles de reducción de la mortalidad?

– Registramos una reducción de la letalidad de 7 a 1. O sea, 7 veces menos letalidad en el grupo tratado con este protocolo IDEA respecto del grupo tratado con otros procedimientos. Hay que destacar que hablamos de pacientes que ya ingresaron a la prueba con criterios de internación, es decir que ya no eran leves cuando los atendimos. En esos casos demostramos la reducción de la letalidad de 7 a 1.

SIN CONSECUENCIAS NEGATIVAS
– ¿Pudieron detectar efectos secundarios ante el tratamiento?

– El efecto adverso en algunos casos es que produce dolor de panza y eso se produce porque algunos pacientes están parasitados y eso puede producir dolor de barriga como consecuencia del efecto primario de la Ivermectina. Está contraindicado en embarazadas y en menores de 5 años.

– ¿Cuál es el nivel de aceptación que ha tenido hasta el momento este tratamiento?

– Ambos se han protocolizado en la provincia de Corrientes y en la de Salta. Entre hoy y mañana se oficializan en Jujuy y hacia fin de semana en Río Negro. En la ciudad de Buenos Aires en el Muñiz y en el José María Penna de Pompeya, pero hay una iniativa del Gremio de Médicos Municipales (CABA), para que se extienda a todos los hospitales de la Ciudad que deseen adherir.

– ¿Es imprescindible esa aprobación o los médicos pueden recurrir a ella de todos modos?

– Ambas se pueden utilizar a criterio médico. Entra dentro de las medidas compasivas, es decir tratamientos que el médico considere el mejor posible frente a una enfermedad que no tenga un tratamiento definido y lo que se utilice tenga la menor cantidad de riesgo posible. La ANMAT en sus consideraciones sobre esta pandemia, en marzo de este año ratificó las disposiciones de 2005 con respecto al uso de medios compasivos, en tanto figuren en la farmacopea nacional, tengan escasos o nulos efectos secundarios, y no haya una medicación específica al respecto. Además, la semana pasada el presidente de la ANMAT, Manuel Limeres, explicó que, hasta ahora, el único fármaco que ha dado resultados promisorios es la Ivermectina. (InfoREGION).

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