Es domingo, es temprano y llueve. Las calles de San Isidro están vacías. Sin embargo, en la dirección de Tránsito se vive un clima distinto. Ruido de fotocopiadoras, empleados acomodados en sus puestos de trabajo y un reducido grupo de gente -acorde con lo que permite el protocolo- listas para tramitar la primera licencia de conducir.
Durante la cuarentena, las licencias ya obtenidas se fueron renovando automáticamente, pero quienes no tuvieron nunca el registro de conducir, no pudieron sacarlo ya que el trámite no estaba permitido.
Sin dudas, los nervios al momento de rendir el examen para obtener el primer registro es una sensación por la que todos pasan. Ramiro Gulino no es la excepción. Su lapicera tiembla mientras completa el formulario para iniciar el trámite.
"La verdad que estoy un poco nervioso. Pensé que faltaba para esto pero acá estamos", confiesa Gulino, vecino de Martinez, el primero en realizar el trámite. Es que inicialmente tenía turno para enero de 2021, pero todo cambió a partir del nuevo sistema de atención especial que el Municipio implementó los domingos, de 8:00 a 14:00, con el objetivo de disminuir los tiempos de espera en la obtención de los turnos.
"Está buenísima la idea. Además es más rápido porque se puede hacer todo el trámite en un solo día. Espero que me vaya bien porque yo trabajo en Maschwitz y me sería más sencillo movilizarme y poder también estar a disposición de mis papás y mis abuelos por si necesitan algo", comenta Ramiro a segundos de comenzar con los exámenes psicofísico, teórico y práctico.
"Nuestra intención es hacernos funcionales a las necesidades de los vecinos en el medio de la pandemia. Dentro de las tantas prórrogas, había quedado relegado este trámite tan importante. Por eso, decidimos tomar esta medida extraordinaria para optimizar el servicio y facilitarle la vida a los vecinos", comenta el intendente Gustavo Posse, quien se acercó a ver el funcionamiento del nuevo sistema.
Alguien que también camina los pasillos de la dirección de Tránsito este domingo desapacible es Yésica Porcelli, directora del área. "Todo está funcionando perfecto. Hay una muy buena respuesta y predisposición por parte del vecino. Cada domingo tendremos 150 turnos que nos ayudarán a descomprimir el número de solicitantes hasta que se regularice el servicio", subraya Porcelli.
Poco más de una hora después, la sonrisa de Ramiro habla por sí sola. "Salió todo bien", se ríe mientras camina a la salida con la satisfacción del objetivo cumplido. A su alrededor, la imagen se repite: un nuevo grupo de aspirantes se toma la temperatura y se ubican como piezas de ajedrez sobre las señales en el piso que ayudan a mantener el distanciamiento social correspondiente. Lo que también se repite, por supuesto, son los nervios.
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