La cédula de autorizado a conducir, normalmente conocida como cédula azul es una herramienta que tiene el titular de un vehículo para autorizar a un tercero a utilizar el automotor.
Este autorizado deberá exhibir solamente la cédula azul para poder circular con el vehículo. No es necesario circular también con la cédula verde. Asimismo, la cédula que se gestiona para un tercero no tiene vencimiento, pero, en caso de que se venda el auto, la/s cédula/s automáticamente serán dadas de baja.
Gestionar esta cédula permite, entre otras cosas, que toda persona que circula con un automotor, sea el titular registral o un autorizado por éste, cuente con una identificación, también que un tercero pueda salir con el automóvil a un país limítrofe en forma temporal y restringir la utilización de los vehículos sólo a aquellas personas que estén autorizadas por los propietarios.
Esta gestión la puede solicitar el titular registral del automotor o su apoderado. En caso de que el vehículo esté a nombre de más de un titular podrá efectuar esta solicitud cualquiera de los condóminos en el registro de la radicación del automotor, que a su vez depende de la Dirección Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad del Automotor y de Créditos Prendarios de la República Argentina.
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