En el Campus de Pilar, el rector de la Universidad Austral, Julián Rodríguez, fue el anfitrión de la celebración por el 30° aniversario de la institución, junto a empresas y personas que sumaron su apoyo al proyecto educativo que comenzó en 1991 y continúa hasta el día de hoy impulsando el poder transformador de la educación.
El viernes 10 de diciembre, en su Campus de Pilar, la Universidad Austral llevó a cabo un festejo por su 30° aniversario. El rector Julián Rodríguez dio la bienvenida a las empresas, instituciones, graduados y familias que acompañan a la Universidad, año tras año.
El encuentro contó con la presencia del intendente de la Municipalidad del Pilar, Federico Achával, autoridades de ACES y de su Junta directiva, del Hospital Universitario Austral y del IAE Business School, y vicarios de la Prelatura del Opus Dei. También acompañaron miembros del claustro académico de la Austral, representantes de la comunidad y autoridades educativas locales, provinciales y nacionales, y rectores de universidades amigas.
“Quiero agradecer a todos aquellos que nos han acompañado para hacer este sueño posible, y agradecer a Dios. Desde la Universidad reconocemos la dimensión trascendente del hombre y de la sociedad, y entendemos que la plenitud del hombre se realiza en amor a Dios y a los demás”, comenzó Rodríguez en el marco de una celebración cargada de emoción.
Al mismo tiempo, el rector destacó el trabajo, audacia y magnanimidad de quienes iniciaron el proyecto de la Austral hace 30 años, y a las empresas y personas que creyeron en él apostando por una enseñanza de calidad, con ayudas y gestiones concretas. “Su apoyo ha sido una manifestación concreta de confianza en el serio compromiso que tenemos quienes trabajamos en esta universidad por una educación centrada en el alumno. Hoy, 30 años después, renovamos este compromiso y apostamos a la investigación, a las nuevas metodologías de enseñanza y fuertemente al programa de becas, para ser auténticamente innovadores en los contenidos y consolidarnos como una universidad con sus puertas abiertas a todos, con el convencimiento de que la educación transforma a las personas y, por carácter transitivo, a la sociedad”, remarcó el rector.
El agasajo contó con la participación de aproximadamente 300 personas, entre los que también se hicieron presentes profesores, graduados y alumnos becados. Los invitados tuvieron la oportunidad de recorrer las instalaciones de la sede Pilar que, en los últimos dos años, supo adaptar su Campus con nueva infraestructura al aire libre e incorporó diferentes tecnologías, plataformas y nuevas aulas con tecnología HyFlex para fortalecer la enseñanza virtual y presencial, y continuar brindando una educación de excelencia en el marco de la pandemia del coronavirus.
Más tarde, el empresario Luis Pérez Companc fue el encargado de dirigirse a los presentes, en representación de los grandes donantes de la Universidad Austral que hicieron posible este camino a lo largo de tres décadas llenas de desafíos: “Un país sin educación y sin salud, no tiene futuro. Nosotros confiamos en su proyecto y en su compromiso con el país, y pusimos un granito de arena. Pero son ustedes, los que hacen esta Universidad, el Hospital y la Escuela de Negocios; quienes transitan este camino para llevarlo adelante en busca de la excelencia”.
Finalmente, los presentes tuvieron la oportunidad de conocer “el poder de la beca en acción”, a través de la historia de la becada Irina Castosa, hoy licenciada en Comunicación de la Austral. “Todos los que están hoy aquí tienen un compromiso genuino con la educación, que para muchos de nosotros ha sido transformadora de vidas, de historias y de futuro. Gracias a la beca del 100% que obtuve, comprendí que a veces tenemos que permitirnos pensar y proyectarnos más allá de las condiciones que nos fueron dadas y de los límites que nos autoimpusimos, probablemente sin querer. Esta institución me dio mucho más que conocimientos académicos, amigos, y colegas”, expresó al comienzo de sus palabras.
“Acceder a un título universitario fue mi primer gran sueño y dar este paso implicó la superación permanente de obstáculos que logré con el apoyo y la ayuda del otro”, afirmó y destacó el rol importante de quienes la rodeaban que marcó una diferencia en su carrera: “Desde mi familia, hasta los profesores que fueron los primeros que estuvieron ahí para recordarme que yo era capaz y merecía esa oportunidad. La Universidad Austral me ayudó a descubrir quién soy, a aceptarlo y a trabajar en aquello que deseo mejorar. Me enseñó a confiar en los demás como camino para lograr creer en mí misma”, reflexionó Castosa.
Al caer la tarde, quienes estuvieron en los inicios de la Universidad Austral compartieron anécdotas con los presentes para recordar cómo fue el comienzo de esta institución que hoy conmemora sus 30 años.
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