A medida que marzo avanza pesado y agobiante por la ola de calor más extrema desde 1906, en el sector de telecomunicaciones se preguntan, sin demasiada convicción ni expectativas, si finalmente se concretará la licitación de espectro para 5G, anunciada por el Gobierno para febrero, y luego por el Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) para marzo.
No obstante, un funcionario del organismo confía a iProUP que habrá definiciones en abril. Lo que sí está claro es la intención del Gobierno de que la licitación se concrete en el primer semestre, motivado principalmente por la posibilidad de hacerse de divisas a partir de la recaudación de más de u$s1.000 millones (en el sector sostienen que será bastante menos).
Sonia Agnese, experta en telecomunicaciones y Analista Principal Senior en Omdia para Latinoamérica, recuerda que fue el mismo Gobierno el que expresó que esperaba recaudar u$s1.400 millones. No obstante, parece ser un monto muy por encima del factible, considerando que es casi lo mismo que se recaudó (u$s1.600 millones) en la licitación 4G de 2014.
"En ese momento los operadores estaban ansiosos por contar con más espectro ya que las redes 3G estaban saturadas y no podían gestionar adecuadamente el tráfico, generando graves problemas de calidad en el servicio. Actualmente, no tienen esa urgencia por contar espectro 5G, en el marco de un contexto económico mucho más complejo", opina.
5G: a la espera de definiciones en un contexto de alta incertidumbre
A fin del año pasado, Enacom definió la adjudicación de 300 MHz de espectro en la banda de 3.3-3.6 GHz, pero aún no están claras las condiciones del pliego, los plazos, las obligaciones de cobertura o el cronograma de despliegue. Tampoco el precio de los bloques, detalles que estarán consignados en el pliego por venir.
Agnese descarta que el pliego se publique antes de fines de marzo, aunque el cronograma electoral acelera los plazos: "El Gobierno hace todo lo posible para publicarlo en marzo o abril a más tardar, previo al inicio de la campaña electoral. Pero, más allá de publicarlo, habrá que ver si las empresas participan, ya que hay muchos condicionantes y poco tiempo de negociación de posibles ajustes".
En caso de que se termine de concretar el pliego, más o menos cerca de lo previsto, todo el proceso, hasta las adjudicaciones, demoraría unos cuatro meses por lo menos, superponiéndose con el calendario electoral.
De todas formas, tampoco hay demasiado entusiasmo por parte de los operadores móviles que, aunque realizan desde hace algunos años pruebas de espectro 5G, no quieren apresurarse hasta no tener un marco de certidumbre sobre algunos temas.
"Hay muchos aspectos centrales aún sin definición y se observa bastante improvisación en el proceso. Esto genera una situación compleja para poder encarar una subasta 5G", explica Agnese. Y añade que, algunos de los temas que generan resquemor en los operadores son:
El aún vigente Decreto 690, que se encuentra judicializado con un alto nivel de conflictividad, y genera impacto en las tarifas
El contexto inflacionario y político: 2022 cerró con una inflación acumulada de 94.8%
La dificultad para importar equipos e iniciar el despliegue, en un escenario de escasez de divisas
La limpieza del espectro. La banda 3.5GHz aún se viene utilizando para servicios fijos que deberán migrar de frecuencia (ya hay un antecedente con la subasta de la banda de 700Mhz, en 2014, donde se licitó espectro que estaba sucio e incluso quedó espectro vacante sin licitar)
Los operadores desconocen cuál será la natuarleza de la subasta, si tendrá un espíritu meramente recaudador o por el contrario se privilegiará la inversión en infraestructura
Falta de claridad sobre cómo podrán monetizarse los servicios y los nuevos negocios en torno a 5G
"La inversión en una red 5G involucra grandes costos hundidos y largos periodos de recuperación de la inversión. Por eso los inversores buscan certeza y previsibilidad sobre el entorno legal y regulatorio. Ni siquiera se emitió el Reglamento de Gestión y Administración de espectro ni la hoja de ruta de espectro radioeléctrico, para que haya cierto grado de certidumbre", enfatiza Agnese.
Subasta 5G: ¿qué expectativas tienen los operadores?
Para Agnese, una licitación de este tipo debe darse en el marco de un esquema integral, donde se subasten bandas bajas, medias y altas, como se hizo en Chile o Brasil. Considera que "el fin pareciera ser más recaudatorio que el desarrollo socioeconómico del país" avanzar con acciones aisladas como licitar una única banda y no con un plan de espectro global, que brinde previsibilidad y certeza.
Sobre todo, si se considera que el 5G traerá grandes oportunidades para las empresas, con tecnologías disruptivas como:
Internet de las Cosas
Aplicaciones inmersivas como realidad virtual
Realidad aumentada
"Esta subasta tiene que pensarse desde la política pública, para impulsar inversiones y mejorar la productividad y competitividad y no desde un fin recaudatorio", insiste. Y añade: "En este sentido, algunos países difirieron el pago del espectro, o fijaron valores bajos, para que la mayor cantidad de fondos se destine a inversiones de red e infraestructura digital".
"Adicionalmente, las obligaciones de cobertura deben estar acorde a la realidad y a las posibilidades. Son muchos aspectos en juego y una ventana de tiempo muy corta para la subasta, en un contexto donde hay interés desde el Gobierno y no tanto desde los operadores", completa.
Licitación del espectro 5G: por qué es vital avanzar en la subasta
En la misma línea, Ignacio Perrone, Research Director de Frost and Sullivan, indica: "Avanzar en la subasta es vital, en tanto la tecnología móvil y especialmente 5G tienen un impacto positivo en muchos aspectos". En su visión, no debería ser excesivamente ambiciosa a la hora de recaudar, sino más bien buscar un equilibrio en los requisitos dándole peso a la cobertura y los plazos.
"Estas no son desembolsos de retorno inmediato. Sin embargo, en todo el mundo los operadores invierten, no para cambiar un número de 4G a 5G, sino porque tiene sentido para el negocio", enfatiza.
Desde Telecom confirman que participarán de la subasta y esperan que el proceso licitatorio se ponga en marcha lo antes posible, con la expectativa de que las condiciones del pliego sean similares a las de Brasil, donde se privilegió la inversión en infraestructura por sobre el criterio recaudatorio, con el objetivo de acelerar y asegurar el despliegue de la nueva tecnología.
"Es fundamental que las políticas públicas no persigan sólo fines recaudatorios. El foco debe estar puesto en las metas de inversión y no en el precio del espectro. El despliegue de redes 5G requiere de importantes inversiones en dólares y largo plazo en infraestructura, por lo que resulta esencial contar con marcos regulatorios modernos, estables y apropiados a la realidad local", resaltan.
Aún en un contexto económico complejo por demás, la compañía ratifica que mantienen sus planes de inversión tal como fueron previstos.
En los últimos seis años, Telecom cumplió con un plan de inversiones superior a los u$s5.500 millones. "La importancia estratégica que la red 5G tiene para la compañía queda en evidencia en los planes de despliegue que se vienen realizando: de los más de u$s700 millones invertidos en 2022, aproximadamente el 15% se destinó a la red 5G".
El operador planea continuar trabajando en la ampliación de la cobertura y capacidad de banda ancha fija, así como el despliegue de 4G, con cobertura en más de 1.900 localidades en todo el país.
"Seguiremos nuestra evolución hacia la completa digitalización de nuestras operaciones. Para el 2023, tenemos previsto ampliar la red 5G, la primera red de este tipo encendida en la Argentina, que ya cuenta con 180 sitios on air bajo la modalidad DSS (Dynamic Spectrum Sharing). Esta red ya está presente en las principales ciudades del país", completan desde la firma. (IProfesional.com).
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