martes, marzo 13, 2007

ESTEBAN ECHEVERRIA. Ana María Resia dejaría su cargo de secretaria de Desarrollo Social.


ESTEBAN ECHEVERRIA, Marzo 13, (PUNTO CERO-Inforegión) Ana María Resia abandonaría de forma temporal la secretaría de Desarrollo Social para atender a tiempo completo una de sus más secretas pasiones: el armado de la lista de concejales del oficialismo. Su aspiración no solo apunta a lograr la expresión simbólica como socia igualitaria de su esposo e Intendente, Alberto Groppi, sino a conservar influencia en el gobierno municipal si, como especula, asume como diputada provincial luego de los comicios de octubre.
Ana María Resia dejaría transitoriamente su cargo de secretaria de Desarrollo Social para despuntar una de sus pasiones más secretas: urdir el entramado de la lista de concejales del vecinalismo que será cobijado por una boleta con franquicia K. El hecho que Info Región haya adelantado una nómina alternativa de los primeros cuatro candidatos – exactamente el número de ediles que especula lograr el oficialismo municipal – despertó viejos enconos algo adormecidos.
En especial por el último frente de tormenta que debió padecer el gobierno municipal con la rescisión de contrato a la firma Tuqsa.Una maniobra que se empecinó en dilatar, acaso en un esfuerzo por no ser parte de la interna sindical, política y familiar que se cernía sobre esa empresa a partir de las disputas cada vez más públicas entre Hugo y Pablo Moyano. Padre e hijo y también titular de la CGT y del sindicato de Camioneros, en ese riguroso orden.
Aunque ese trauma está en apariencias superado, no parece sencillo que sus secuelas vayan a cicatrizar de forma rápida. En especial, por las heridas que permanecen abiertas puertas adentro de la coalición legislativa que respalda al gobierno municipal y donde la disputa por los lugares en la lista de concejales ingresó en una dinámica que suele ser acicateada por episodios de este tipo.
Resia anunció alguna de las ideas agrupadas en su plan más inmediato a uno de sus más íntimos colaboradores en el área asistencialista. La estrategia consistiría en alejarse del cargo alrededor de 60 días para contar con mayor libertad de maniobra y concretar así la iniciativa que la desvela.
Consolidar a Marcos Sánchez Closs como candidato a primer concejal y pulsar la posibilidad de incluir entre los postulantes con chances de ser elegidos al piquetero Emilio Alí, acaso el último ejemplar de esa especie luego de los desaguisados vividos con el Movimiento Evita y la Federación Tierra y Viviendas, que le valieron a la esposa de Groppi más de un cuestionamiento y un temporario bajo perfil que vivió como un suplicio.
Si lograse plasmar en hechos su expectativa, que incluye su asunción como diputada provincial luego de los comicios del mes de octubre, sentiría reivindicado su lugar como parte igualitaria de la sociedad política que mantiene con su esposo e intendente, Alberto Groppi y como correlato de la conyugal que establecieron desde hace tiempo.
No se trata sin embargo solo del peso simbólico que expresaría el éxito de esta gestión. Detrás de ella se encaraman los temores de Resia de la pérdida de poder hacia adentro del gobierno municipal. Un miedo que ni siquiera disiparía la llegada al Departamento Ejecutivo de Marta Mangas, si se confirma que no irá por su reelección y elige, como dicen haber escuchado algunos, “morir al lado del Intendente” desde un puesto combate eminentemente ejecutivo.
Por eso la estancia temporaria de su segundo, Andrés Sánchez Closs, al frente de Desarrollo Social se convertiría en un banco de pruebas anticipatorio, además de sumar esfuerzo con su hermano Marcos, titular del área Legal y Técnica, que viene de lograr algo de protagonismo durante el conflicto abierto hace unas semanas por la falta de recolección de residuos en el distrito. Fue Sánchez Closs quien supervisó los aspectos legales de la salida de Tuqsa y de la llegada de Covelia, en medio de tironeos que anticipan un fuerte choque de expectativas electorales entre el oficialismo y alguno de sus aliados kirchneristas.
De hecho, funcionarios ligados a Groppi resistieron cuanto pudieron la salida de la concesionaria y la negociación mano a mano con Hugo Moyano, para no quedar entrampados en lo que estimaron con una disputa familiar de poder con su hijo Pablo quien, según voceros que reclamaron anonimato, tenía cuentas pendientes con Tuqsa.
Con todo, los mismos voceros recalcaron que Groppi consintió negociar con Moyano padre, una vez que existieron garantías suficientes que las mismas tendrían ese único canal y el mismo bastaría para destrabar la intrincada situación en que ingresó la comuna a raíz de los coletazos entre Moyano hijo y la ex prestadora municipal.
La salida airosa de ese berenjenal no sirvió para desactivar la puja sobre la secretaría de Políticas Públicas – aún vacante – que tuvo la semana que pasó un nuevo episodio.

La CGT local aguardó en vano concretar la cita pactada con Groppi para resolver su incorporación a cargos de esa área.
Algunos sindicalistas creyeron interpretar en esa dilación un pase de facturas por la pasividad endilgada por algunos funcionarios a Alberto Pecho Gómez, durante los 10 días en que estuvo suspendida la recolección de residuos y en los que Sebastián Maciel, titular del sindicato de Recolección y Barrido, se habría convertido en vocero de las posiciones de Pablo Moyano.Daniel Bilotta. (PUNTO CERO-Inforegión).

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