San Vicente, Di Sabatino recibió un municipio sin fondos y endeudado

SAN VICENTE, Diciembre 27, (PUNTO CERO) En su último día de gestión, Brígida Malacrida de Arcuri recibió 600 mil pesos otorgados por Nación a través de un programa especial para los municipios que no aumentaron las tasas. El dinero debía utilizarse para pagar deudas. Sin embargo la entonces intendenta ordenó repartirlo entre los empleados municipales: un premio de mil pesos a cada uno.
En el ocaso de su gestión, la familia Arcuri, que gobernó por doce años en San Vicente, tuvo varios “gestos” similares con los empleados: a fines de noviembre otorgó una suba del 30 por ciento a todos los trabajadores y apenas unos días antes del cambio de autoridades fueron contratados 200 nuevos empleados. Medidas que ahora impiden el funcionamiento normal de la nueva gestión.
Cuando el actual intendente, Daniel Di Sabatino, asumió su cargo se encontró con un municipio vaciado y endeudado: sin computadoras, sin escritorios, sin alimentos para los comedores ni medicamentos en el hospital Ramón Carrillo. Sin embargo ése no fue el peor legado que dejó Brígida Malacrida a la nueva gestión: en San Vicente la situación económica y financiera es tan grave que la única forma de pagar el sueldo a los más de 600 empleados es no pagar las deudas a los proveedores.
“No está asegurado el pago de los sueldos de diciembre. No sabemos si llegamos con la recaudación, aún sumado a lo poco que hay para gestionar”, aseguró Di Sabatino y aclaró que “por eso estamos realizando gestiones a nivel nacional y provincial que nos permitan afrontar esta situación”.
El déficit proyectado para diciembre supera los 1.500.000 de pesos. Y es que Malacrida tampoco dejó asignadas las partidas presupuestarias para pagar los sueldos y el aguinaldo del último mes del año.

Situación financiera
La gestión de Malacrida dejó un municipio sin plata. El déficit del ejercicio 2007 superó los 4.300.000 pesos. Antes de irse, Malacrida saldó ese déficit con el único ahorro del municipio: unos 3.100.000 de pesos que se sumaron a un fondo de Nación de 1.200.000 pesos.
El aumento de sueldos, el pago a los 750 empleados (incluidos los 200 nuevos), y una deuda de 600 mil pesos con proveedores no fueron tenidos en cuenta por la entonces intendenta.
Sólo pagaron un adelanto de 650 mil pesos (en concepto de medio aguinaldo) a los empleados y repartieron los otros 600 mil pesos como regalo. En el municipio únicamente hay 1.600.000 pesos, pero comprometidos para deudas o fondos que ya están asignados.
“Estamos muy mal en lo económico y mal en lo financiero. Sabemos que los gastos actuales condicionarán el ejercicio del próximo año”, indicó Di Sabatino.
Y es que ya hay una proyección para el 2008 de un déficit mensual de 1.200.000 pesos en un municipio de menos de 80 mil habitantes. En todo el año ese déficit podría llegar a los 14.400.000 de pesos.
Los gastos mensuales para el primer mes de gestión de 2008 superan ampliamente los recursos de la comuna: para pagar los sueldos se necesitarán unos 1.500.000 de pesos y para funcionamiento 1.200.000: un total de 2.700.000 cuando los ingresos sólo alcanzarán a 1.500.000 pesos.

Medidas
La primera medida de Di Sabatino para afrontar esta situación fue anunciar a los proveedores de la anterior gestión que no pagará la deuda de 600 mil pesos. “Analizaremos caso por caso y ahí decidiremos si realizamos denuncias ante el Tribunal de Cuentas o ante el Concejo Deliberante”, aseveró el nuevo intendente de San Vicente. Para nombrar algunos casos, en el edificio municipal se pagaba por mes facturas de pan para las secretarías por cinco mil pesos, hay sospechas de sobreprecio en la compra de insumos para el hospital municipal y contratos de prestación de limpieza también por encima de los valores de mercado.
Además este viernes Di Sabatino enviará al Concejo Deliberante un proyecto para ampliar el presupuesto 2008 a 34 millones. Antes de irse, Brígida logró que se apruebe un presupuesto por 27.500.000 pesos, de los cuales 20 millones son utilizados para sueldos. Otra de las medidas pasará por declarar en Emergencia Económica al distrito, lo que permitirá reasignar partidas y poder saldar, por ejemplo, el pago de los salarios.
Y el 1 de enero se lanzará una campaña impositiva denominada “Presentación espontánea”, con la que se buscará aumentar la recaudación municipal. En la actualidad sólo se pagan el 10 por ciento de las 50 mil partidas de impuestos enviadas. La gestión de Di Sabatino pretende elevar el nivel de recaudación fiscal a un 50 por ciento en el primer año de su gestión.

El Hospital
El hospital Ramón Carrillo también es punto conflictivo para la gestión. Cuando la actual directora, Olga Goñi, asumió el 11 de diciembre sólo se encontraba en funcionamiento una de las cuatro ambulancias, aunque todas “con faltante de equipamiento básico para emergencias”. En tanto la sala de terapia intensiva, a pesar de estar habilitada, no cuenta con oxígeno, aspiración y aire comprimido centrales y el 40 por ciento de las camas del hospital están en malas condiciones.
La farmacia no cuenta con insumos básicos, como gasas, suero y antibióticos. Y, al igual que en el municipio, también faltan las computadoras en la mayoría de las oficinas.

El hospital Ramón Carrillo recibe por año casi 139 mil consultas ambulatorias por consultorios externos y guardia. Y tiene casi tres mil egresos al año y 829 nacimientos. (PUNTO CERO).