LUJAN, Junio 16, (PUNTO CERO-El Civismo) EL CIVISMO dialogó con el presidente del bloque del Partido de la Victoria, Ariel Notta, acerca de la grave denuncia en la que Graciela Rosso acusa a Miguel Prince y Antonio Muñiz de una serie de ilícitos.
Para el edil, la presentación es una declaración de guerra. Y opinó: “expresa impotencia para solucionar los problemas de la gente”.
-¿Cuál fue el contexto del estudio de la rendición de cuentas (que se trataba ayer en el Concejo Deliberante)?
- Lo que se discute en estos días es una rendición de cuentas particular. Se rinden cuentas del último año de una gestión que se fue, pero que abarca un gran período de esa gestión de Prince, pero un cierre incluido en la misma rendición que fue manejado por la nueva gestión. Por eso es particular. Contiene lo que esta gestión dice sobre la ejecución presupuestaria de la gestión anterior.
Eso generó en nuestro bloque dos miradas. Por un lado, lo objetivo de la ejecución de los gastos y el análisis de los números. Y por otro, analizar cómo fue preparada y por quién. Por eso realizamos un despacho en minoría, sabiendo que el oficialismo y el Frente Unión Vecinal resolverían en conjunto.
- ¿Cuáles son las objeciones al gasto del año pasado?
- Sólo sabemos algo por lo que sale en los medios. En realidad no se trabajó en comisión. Pero escuché declaraciones de Oscar Luciani que no hace observaciones muy diferentes a las de años anteriores. Cuestionan partidas de publicidad, de combustibles, desde los montos o con subjetividades partidarias. Porque hay quienes creen que el gasto en cultura es innecesario.
- En el contexto del estudio de la rendición de cuentas, ¿cómo cayó la denuncia penal de Rosso contra Prince y Antonio Muñiz (ex secretario de Economía)?
- No tuvo mayor incidencia en relación con la rendición de cuentas. El análisis de este tema desde el Concejo requiere de la elevación al Tribunal de Cuentas para que apruebe o desapruebe las cuentas y fija o no las multas.
Nosotros no asociamos estos temas y desde el bloque desconocemos los detalles de la denuncia, más allá de lo que ustedes publicaron. Asociar algo que no conocemos sería irresponsable.
- ¿Cuál es el impacto de la denuncia desde lo político?
- Ahí sí que tiene un significado. Esto sienta el precedente de la judicialización de la política en su máxima expresión. Para nuestro bloque también expresa cierta impotencia o de falta de contenido relacionado a la capacidad para solucionar algunos problemas urgentes. Estos 180 días fueron dejados de lado por poner la energía de la gestión en la persecución de todo lo que tuviese que ver con Miguel Prince intendente, pero también como uno de los referentes políticos locales más importantes de los últimos años. Se pone la energía en eso y no vemos un camino que de manera conducente, racional, lleve a las fuerzas políticas a pensar entre todos la resolución de los problemas de Luján.
La judicialización mete en una encerrona a todos los sectores políticos y deja de rehén a toda la comunidad que me parece que sigue mirando con asombro y preocupada cómo los políticos dirimen estos asuntos en la Justicia con los recursos de todos y no se ocupan de sus problemas.
- ¿Cómo será la relación de bloques a partir de ahora, porque la denuncia parte del mismo grupo político que los denunciados (el Frente para la Victoria)?
- Sí, podríamos decir la pertenencia a un mismo espacio. Pero eso no quiere decir que políticamente seamos lo mismo o que en la aplicación de la metodología también seamos iguales. En estos momentos, con esta judicialización o con la conformación de alianzas para integrar equipos de gobierno, configura diferencias importantes. Y si se llevan a extremos como los que propone esta gestión, hay situaciones de las que es muy difícil volver.
- Hasta esta denuncia, su bloque acompañó las políticas de Rosso. ¿Esto no parece una declaración de guerra?
- Seguro.
- ¿Es imposible pensar en una relación como la que se daba hasta ahora?
- En estos seis meses de gestión entendimos que a este proceso de por sí traumático había que imprimirle la racionalidad que no tenía. Nuestro bloque creo que tuvo una actitud responsable ante demandas de la comunidad y ante el mandato de las urnas, en especial para los peronistas. Ahora, indudablemente ese esfuerzo de darle racionalidad a este proceso ha sido inútil. El resultado o la respuesta es la judicialización. Pero me parece que la comunidad de Luján tampoco votó eso. Nosotros intentaremos ser respetuosos de la voluntad popular, que reclama que nos ocupemos de la resolución de los problemas comunitarios. Y no en armar causas para llevar a la Justicia.
- Sin embargo, si la denuncia tiene su sustento para la comunidad también debe ser importante saber si las máximas autoridades anteriores cometieron delitos con sus recursos.
- Ninguna duda que hoy la situación obliga a esperar y que la Justicia se expida. Pero sí es claro e irrefutable que se trata de una causa política.
- ¿Hubo alguna instancia de diálogo previa a la presentación judicial? ¿Dialogaron antes con algún funcionario sobre lo que ocurría? ¿O ustedes se enteraron de la determinación judicial de Rosso de un día para el otro?
- A lo largo de estos meses se había hecho mención a la posible existencia de denuncias. La feria de enero se suponía que tenía que ver con la revisión de cuestiones administrativas. Pero sobre este caso puntual, nosotros desde la comisión de Economía tuvimos una reunión con el contador Héctor Artero (secretario de Economía) en la que planteó la necesidad de elevar la planta de personal del municipio a 1.489 personas. Aducía que había situaciones a regularizar que venían de la anterior gestión. Tanto yo como Luciani respondimos que a dos días de una sesión no podíamos acceder a tratarlo. Artero quería que se aprobara junto con el aumento de sueldo, pero ni lo habían elevado al Concejo. Nos parecía que había que analizarlo, ver cuáles eran, para qué eran, pero se interpretó como una negativa.
- ¿El tema quedó ahí?
- No, tuve que ir a aclararle a Artero que el bloque consideraba imposible tratarlo en dos días, pero sí estudiar casos personales con tiempo y escuchando los argumentos. Fue ahí cuando me dijo que con el expediente del tema del personal iba a ver qué hacía; si lo mandaba al Tribunal de Cuentas o a la Justicia. Le respondí que hiciera lo que mandan sus deberes de funcionarios, más allá de mi respuesta. Yo no negocié la presentación o no de una denuncia. Prefiero no interpretar estos hechos. (PUNTO CERO-El Civismo).
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